Las montañas tal vez parezcan inalcanzables, pero el esfuerzo es una de las contraseñas para abrir la caja de sorpresas que Dios tiene para cada uno de los que le aman.
Josué 1:9 «Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.»
Para llegar a subir o escalar cada peldaño a veces solo el esfuerzo no es suficiente se necesita de algo como una fuerza sobrenatural; esa fortaleza solo Dios brinda a todos aquellos que le han creído.
Las montañas no se acercaran pero con la fortaleza de Dios serán menos complicadas al subirlas, las piedras no se quitaran del camino por mas esfuerzo y voluntad tengas porque ellas con parte del camino pero tendrás tus ojos puestos en la meta y nada importará sabiendo de que al final lo lograrás, tus zapatos se gastaran por supuesto por que el camino no será tan corto y tus pies se cansarán pero no estarás fatigado.
Tus ojos estarán cada vez mas brillosos porque cada paso que des estas más cerca de tu meta, tu sonrisa estará más radiante aunque el cansancio no estará ausente pero tu mirada puesta en aquello que permanece para siempre será uno de tus mejores estímulos. Pase lo que pase no desvíes tu mirada del autor de la vida.
Hebreos 12:2 «Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de El soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios».
Por: Milca Ferrufino
El Justo Florecerá como la palmera y crecerá como cedro en el Líbano 😉
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