ESTUDIO 36. ABRAHAM 2


HACIA EGIPTO

GÉNESIS 12:10-20

10 Por aquel entonces hubo una gran escasez de alimentos en toda aquella región, y Abram se fue a vivir a Egipto durante algún tiempo, pues no había nada de comer en el lugar donde vivía. 11 Cuando ya estaba llegando a Egipto, Abram le dijo a su esposa Sarai: «Mira, yo sé bien que tú eres una mujer hermosa, 12 y que cuando los egipcios te vean, van a decir: “Esta mujer es la esposa de ese hombre.” Entonces a mí me matarán, y a ti te dejarán con vida para quedarse contigo. 13 Por eso, para que me vaya bien y no me maten por causa tuya, diles por favor que eres mi hermana.»
14 Cuando Abram llegó a Egipto, los egipcios vieron que Sarai era muy hermosa. 15 También la vieron los funcionarios del faraón, rey de Egipto, y le fueron a decir que aquella mujer era muy hermosa. Entonces la llevaron al palacio del faraón.
16 Por causa de Sarai, el faraón trató muy bien a Abram. Le regaló ovejas, vacas, esclavos, esclavas, asnos y camellos. 17 Pero también por causa de Sarai, el Señor castigó al faraón y a su familia con grandes plagas. 18 Por eso el faraón mandó llamar a Abram, y le dijo: «¿Por qué me has hecho esto? ¿Por qué no me dijiste que esta mujer es tu esposa? 19 Tú dijiste que era tu hermana, y yo pude haberla tomado por esposa. Anda, aquí la tienes. ¡Tómala y vete!» 20 Entonces el faraón ordenó a sus hombres que hicieran salir de Egipto a Abram, junto con su esposa y con todo lo que tenía.

Hay varias cosas que vienen a mi mente al leer este pasaje. La primera es que no debo proyectar mi presente relación con Dios en el pasado y asumir que Abraham conocía y tenía la misma idea, comprensión, relación y concepto del Señor que nosotros, miles de años después y de revelación por en medio podemos tener. Es un primer punto de reflexión, nuestro conocimiento del Señor debe ser siempre dinámico debe ir cambiando porque vamos creciendo como seres humanos, lo hacemos también en nuestro seguimiento de Él y, consecuentemente, nuestra relación no puede estática.
La segunda, es como Abraham pasa de la confianza en Dios -dejando casa, familia y tierra para convertirse en un peregrino- a articular un plan B para afrontar un reto. No será la última vez que el patriarca pasa de la dependencia del Señor a actuar por su propia cuenta y cada vez que hace esto los resultados acostumbran a ser inesperados y crean problemas para él mismo y para otros.
La tercera y última, vemos las debilidades de carácter de Abraham y como recurre a la mentira para afrontar un reto. Lo veremos en más de una ocasión y notaremos como la mentira se convierte -dentro de su familia y descendientes- en un modo habitual de lidiar con la realidad. Es interesante notar, una vez más, que los gigantes de la fe eran seres humanos de carne y huesos, sometidos a las mismas presiones y debilidades que nosotros y esto, nos enseña, que el Señor siempre trabaja con gente débil, menospreciada, inconsistente. Eso si, en un proceso de hacerlos semejantes a Él.

UN PRINCIPIO
DIOS ESCOGIÓ A ABRAHAM, NO POR LO QUE ERA, MÁS BIEN, COMO A TI Y A MI A PESAR DE LO QUE ERA

UNA PREGUNTA
¿QUÉ SITUACIONES DE TU VIDA TIENES LA TENDENCIA A RECURRIR A UN PLAN B EN VEZ DE CONFIAR EN DIOS, QUÉ PUEDES HACER AL RESPECTO?

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