«Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra» Deuteronomio 7:6
En nuestros tiempos (y desde hace muchos siglos) la palabra judío despierta toda clase de sentimientos (o resentimientos), es el centro de fuertes debates políticos, económicos, sociales, culturales.
Si algo es claro es que los Judíos son especiales, han destacado y destacan en muchas disciplinas, principalmente aquellas relacionadas con conocimiento (después de todo, prácticamente un 50% de los premios nobel son de ascendencia judía).
Pero son muchos los reyes, presidentes, pueblos y países que han perseguido a Israel a lo largo de su historia. La pregunta es ¿qué tienen los judíos que los hace diferentes? En la actualidad los judíos mueven la economía y la ciencia a nivel mundial.
Todo se remonta al principio de los tiempos, cuando un hombre, Abraham, quien vivía en Babilonia, escuchó la voz de Dios y decidió seguirle en un acto de fe. Dios prometió a este hombre que su descendencia sería tan grande como las estrellas del cielo o la arena del mar: definitivamente un hombre puede cambiar el curso de la historia de la humanidad.
Aún así, podemos pensar, suponiendo que de verdad el pueblo hebreo fue escogido por Dios por encima de cualquier otro pueblo ¿que vio Dios en ellos para hacer esa elección? El pasaje nos lo aclara más adelante:
«No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos…» Deuteronomio 7:7
Desde el momento en el que Dios escogió al pueblo judío como su pueblo especial, se observa la gracia de Dios, no es por obras, no es porque sean mejores o superiores a otros pueblos, simplemente porque Dios así lo quiso.
«…sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto» Deuteronomio 7:8
Dios escogió al pueblo hebreo porque Dios es fiel, porque le dio una promesa a Abraham, a Jacob y a Isaac y Dios no es hombre para mentir. Así pues, Dios, quien es Rey de reyes y Señor de señores, en su soberanía decidió escoger al pueblo hebreo cómo su pueblo especial.
«¿Qué pues diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a MOisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia» Romanos 9:14-16
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