Los Predicadores y La Predicación





EL TIPO CORRECTO DE PREDICADORES QUE SE NECESITA


Algunas Iglesias no quieren oír el tipo correcto de predicación porque ellas no eligen el tipo correcto de predicadores. Necesitamos hombres como David, que amen la palabra de Dios y odien todo falso camino (Sal. 119:97,104).Necesitamos predicadores que prediquen el Evangelio Completo—Hombres que no guarden nada que fuese útil y anuncien “todo el consejo de Dios” (Hech. 20:20-27). Necesita-mos predicadores que estén interesados en las almas perdidas y prediquen toda la verdad en cualquier parte, y aun se esfuercen por alcanzar a aquellos que nunca han oído antes. Pablo dice que él “desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Lírico, todo lo he llenado del evangelio” (Rom. 15:19).

Necesitamos predicadores que respeten el silencio de las Escrituras y no presuman respaldar o apoyar asuntos que no son autorizados por las Escrituras. Jesús dijo que los creyentes debían guardar “todas las cosas que os he mandado” (Mat. 28:20). Dios nos ha dado “todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad” (2 Ped. 1:3). No debemos ir “mas allá de lo que esta escrito” (1 Cor. 4:6). Debemos hablar “conforme a las palabras de Dios” (1 Ped. 4:11).

El Señor prometió a los apóstoles que el Espíritu Santo les capacitaría para recordarles todo lo que él les había enseñado (Jn.14:26). Él les guiaría “a toda la verdad” (Jn. 16:13). El mensaje revelado fue predicado oralmente por los apóstoles y profetas del primer siglo (1 Cor. 2:9-13), y también entregado en forma escrita (Ef. 3:3-5; Jn. 20:30-31). Este “ha sido dado una vez dada a los santos” (Judas 3). “las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Deut. 29:29).

No podemos determinar lo que agrada a Dios por medio de nuestra opinión personal, ni a través un consorcio de nuestras opiniones. Todo lo que podemos saber sobre la voluntad de Dios es de lo que viene de aquello que El ha revelado. Si “guardamos todas las palabras” dichas por los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento, sabremos que estamos haciendo la voluntad de Dios.

Necesitamos predicadores que prediquen con Convicción—Al igual que los Apóstoles. Fue recientemente reportado que un predicador que estaba “probándose” en una congregación le fue preguntado su “posición” sobre cierto asunto. Él indico que el no predicaría el tema en la forma que ellos quisieran que expresara su “posición”. Este predicador simplemente no tuvo convicciones. El hombre que no tiene convicciones no es digno de “su salario” (2 Cor. 11:8).

Pedro y Juan fueron intimidados a “no hablar ni enseñar en el nombre de Jesús” (Hech.4:18), sin embargo, ellos respondieron: “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (Hech. 19-20). Ellos fueron hombres de convicción, y no se comprometieron aun bajo amenazas de encarcelamiento. Ellos mas tarde fueron puestos en la prisión publica, pero fueron libertados por el ángel del Señor (Hech. 5:18-21). Fueron traídos ante el concilio y se les reprendió duramente por haber ignorado sus advertencias. A lo que los apóstoles contestaron: “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hech. 5:29).

Pablo dijo, “Antes bien renunciando a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios” (2 Cor. 4:2). Jesús dijo, “la verdad os hará libres” (Jn. 8:32). Todo lo que Pablo ofreció fue la verdad; no hubo evasivas en su enfoque de predicar. ÉL fue exactamente lo que él pareció ser. Él me recuerda del famoso dicho de Popeye: “Yo soy lo que soy, y todo eso Yo soy!”. El servicio directo y concienzudo de Pablo ante el Señor le trajo gran sufrimiento hacia él. El se vio envuelto “atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” (2 Cor. 4:7-9). ¿Cómo pudo el mantenerse firme en medio de todo esta aflicción?. Él explico: “Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que esta escrito: Creí, por lo cual hable, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, sabiendo que el que resucito al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitara con Jesús” (2 Cor. 4:13-14).

LOS RESULTADOS DEL TIPO CORRECTO DE PREDICACIÓN

Aquellos con “honestos y buenos corazones” (Luc. 8:15) oirán y obedecerán. Aquellos cuyos corazones no son así no escucharán. Pablo dijo, “Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a estos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquellos olor de vida para vida” (2 Cor. 2:14-16). El mismo predicador entregando el mismo mensaje en el mismo tono de voz convertirá a algunos y a otros apartará ¿Por qué? Por la actitud de los oyentes, ¡no la de el! Que Dios nos ayude a fielmente Predicar la Palabra “a tiempo y fuera de tiempo…Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonaran maestros conforme a sus propias concupiscencias” (2 Tim. 4:2-3).







Fragmentos del mensaje «La Predicación y los Predicadores»
Martin Lloyd 
Fuente:  http://lospredicadoresylapredicacion.blogspot.com/



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