«Mediten bien en todo lo que les he declarado solemnemente este día, y díganles a sus hijos que obedezcan fielmente todas las palabras de esta ley. Porque no son palabras vanas para ustedes, sino que de ellas depende su vida; por ellas vivirán mucho tiempo que en el territorio que van a poseer al otro lado del Jordán» Deuteronomio 32:46-47
Estas palabras fueron dichas por Moisés en su último discurso antes de morir, justo cuando el pueblo estaba frente a la tierra prometida listos para conquistarla. Con este texto podemos concluir el estudio que hemos realizado del libro de deuteronomio, pero aunque es el cierre de este libro, apenas es el comienzo del llamado que Dios nos ha hecho a través de estos pasajes: debemos meditar en su palabra.
La biblia es clave para el desarrollo de la vida del cristiano, debemos obedecer los mandamientos de Dios que se encuentran en su palabra ¿Queremos que Dios nos hable?¿Queremos saber cuál es su voluntad para nuestras vidas? ¿Queremos santificarnos? ¿Queremos tomar decisiones correctas en nuestro caminar diario? Todas estas preguntas tienen una respuesta: leamos, meditemos, escudriñemos y estudiemos la biblia.
Moisés utiliza la palabra mediten porque sabe que no es suficiente con leer la palabra, debe ser parte de nuestras vidas, debe instalarse tan profundamente en nuestras vidas que forme parte de nosotros, día y noche, al dormir, al levantarnos, en todo momento.
En estos tiempos donde la información a la que tenemos acceso es enorme hemos descuidado el estudio de la biblia, dedicamos tiempo para leer libros, estudiar, revisar noticias, entre otras cosas, pero no apartamos tiempo para estudiar el único libro que puede salvar nuestra alma, nuestra vida.
A lo mejor pensamos que la biblia contiene palabras sin sentido, palabras vanas, pero no es así…
¡De ella depende nuestra vida!
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