¡No debemos confiar en nosotros mismos!

«Cuando Israel se sintió fuerte, hizo tributario al cananeo, pero no lo expulsó» Jueces 1:28


Este texto puede fácilmente pasar desapercibido en nuestra lectura, sin embargo, si le prestamos atención podemos meditar acerca de una verdad profunda: ¡no debemos confiar en nosotros mismos!

El pueblo hebreo comenzó con buen pie la conquista de la tierra prometida, no hubo ciudad que no cayera ante el ejército hebreo, no hubo rey que pudiera interponerse en su camino, todos sus enemigos eran completamente derrotados ¡Dios estaba luchando de su lado! Sin embargo desobedecieron a Dios..

Muchas veces me he preguntado ¿Por qué el pueblo hebreo desobedeció la orden de Dios de conquistar por completo la tierra prometida? ¿Por qué se detuvieron y dejaron sobrevivir a algunos pobladores de esa región? Y acá observamos la respueta a esas preguntas: Israel se sintió fuerte y aunque sometió al enemigo, no lo expulsó.

Esta decisión traería consecuencias nefastas, durante siglos el pueblo judío no tuvo paz en su tierra sino que una y otra vez estos pueblos que sobrevivieron lucharon contra los judíos causándoles gran daño.

Pero no juzguemos con rapidez al pueblo de Israel ¿Cuántas veces nosotros mismos nos hemos sentido fuertes al punto que dejamos sobrevivir un enemigo? ¿Cuántas veces sentimos que por vencer un par de veces alguna de las tantas tentaciones que enfrentamos a diario ya somos suficientemente fuertes para vencer la tentación?


Cada uno de nosotros tiene un enemigo particular, no necesariamente físico, de hecho nuestros principales enemigos no se pueden ver: Satanás, el mundo y nuestra naturaleza carnal.


¿Nos sentimos tan fuertes que ignoramos que el diablo quiere destruirnos? ¿Nos sentimos tan espirituales que creemos que no podemos pecar? ¿Nos sentimos tan seguros que creemos que no caeremos en los vicios que el mundo ofrece?


Si es así ¡cuidado! Tal vez el enemigo haya sido doblegado pero no ha sido completamente expulsado de nuestras vidas, y si es así ¡tarde o temprano ese enemigo se rebelará contra nosotros!