La Interpretación Privada…

Retomo la escritura, como la imperiosa necesidad de expresarme y dar rienda suelta a mis inquietudes sobre el entorno político,  y la tristemente célebre palabra: democracia.

Al estar escuchando las noticias y lectura de periódicos, he podido constatar la débil y frágil actitud humana ante las interpretaciones de la letra.

 

 El tener idiomas para  comunicarnos es una de las maravillas que nos diferencian de los animales. Estos idiomas a su vez, permiten las expresiones de las condiciones generales con las que un país se permitirá construir su conglomerado social, dictando leyes que le sostengan a razón de las diferencias que en algún momento puedan suceder, a nivel personal o colectivo.

 

Nuestro pequeño país está siendo bombardeado por la corriente de la “interpretación privada”,  que sirve a muchos para contener caprichos, conspiraciones, ansias de poder, etc. , que parece ser todo lo que a ciertos políticos les interesa.  A nivel religioso ha sido igual, por años, la interpretación privada de las Sagradas Escrituras fue una de las tristes aberraciones de la historia. Pienso que ciertas leyes pueden y deberían cambiarse. Cada ciudadano tenemos el derecho y deber de ejercer nuestro voto para colocar a aquellos ciudadanos que “queriendo servir a la patria” se inscriban y sean colocados para tal. El caso es que esa patria ya existe con sus leyes y reglas, las cuales solo por unanimidad de las partes pueden ser cambiadas.

 

La biblia nos habla de muchas ocasiones en el Antiguo Testamento,  en las que algunos pretendieron “cambiar” a sus representantes ante Dios, o doblegar sus leyes, y todos fueron literalmente consumidos o tremendamente reprendidos. La moral absoluta existe, porque esa moral viene de Dios. Quien pervierte los derechos de un pueblo por la forma en que quiere vivir, en su momento dará cuenta. No te preocupes por eso.

 

No sé hacia qué lado del espectro político extiendes tu mano, pero si te puedo garantizar que sólo la presencia de Jesús en nuestra vida nos puede hacer comprender  que no podemos confiar ni en los unos, ni en los otros. Recordando que debemos respeto a las autoridades, ejerciendo nuestros derechos civiles para poner resistencia si algo no nos parece (un tanto complicado que si encontramos que ambos bandos son autoridad), pero nuestro actuar como cristianos no debe transgredir la ley.

 

Así que te invito a que doblemos nuestras rodillas para que nuestro rey venga, que los que se han de unir a la iglesia, los busques y se unan, para que pronto haya verdadera justicia aquí en la tierra, cuando Él reine.

 

Bendiciones,


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