Cómo Conocer la Voluntad de Dios – Las Funciones Del Espíritu, Alma Y Cuerpo

Las Funciones Del Espíritu, Alma Y Cuerpo

Objetivo: Que el estudiante pueda explicar las diferentes funciones de espíritu, alma y cuerpo.

Introducción: Ya establecimos las diferencias entre espíritu, alma y cuerpo, ahora veremos más específicamente las funciones de cada parte. Dijimos que:

·        Nuestro espíritu nos hace conscientes de Dios y del mundo espiritual.

·        Nuestra alma nos hace conscientes de nosotros mismos.

·        Nuestro cuerpo nos hace conscientes del mundo físico que nos rodea.

Dios se comunica primeramente a nuestro espíritu

Romanos 8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

Nosotros no sabemos que somos salvos, a partir de un conocimiento puramente intelectual (mental o del alma); principalmente sabemos que somos salvos a partir de un conocimiento espiritual, sabemos, que sabemos, que sabemos, que sabemos, en nuestro espíritu que somos salvos, pues el Espíritu da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. También sabemos que somos salvos e hijos de Dios, por el testimonio de la Palabra (Ver Romanos 10:9,10).

Proverbios 20:27 Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo más profundo del corazón.

Lámpara del Señor es el espíritu del hombre que escudriña lo más profundo de su ser. (Versión de La Biblia de las Américas)

Dios nos guiará a través de nuestro espíritu y esto es de esperar, porque Dios es Espíritu y nosotros somos espíritu. Cuando la luz (la iluminación) de Dios llega a nuestra vida, primero llega a nuestro espíritu, así es como funciona.

Lamentablemente muchos hijos de Dios, esperan tener primero todo el cuadro completo de la voluntad de Dios en sus mentes, antes de actuar. Ellos quieren primero entender en sus mentes el plan de Dios, para luego poder actuar. No comprenden que la guía específica de Dios, viene primero a través de nuestros espíritus.

Proverbios 3:5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.

Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. (Versión de La Biblia de las Américas)

Nuestra alma debe ser renovada (la salvación del alma)

Romanos 12:2 No os conforméis a este siglo, sino tranformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Dijimos que el alma está compuesta de intelecto (mente), sentimientos y voluntad. Nosotros debemos renovar nuestras mentes o reprogramarlas. Cuando nacemos de nuevo, somos recreados en nuestro espíritu, pero nuestras almas y cuerpos  siguen intactos, por eso vemos algunas personas que, habiendo nacido de nuevo, en las primeras etapas de su vida cristiana, parecen mundanos. Ellos necesitan renovar su entendimiento, precisan renovar (restaurar) sus almas, a fin de que la vida de Dios que mora en ellos, en sus espíritus, pueda afectar positivamente su alma (su entendimiento, su manera de pensar), lo que a su vez afectará su comportamiento.

Cuando confesamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, creyendo también en nuestro corazón, la salvación, el nuevo nacimiento, ocurren en nuestros espíritus de manera instantánea. Sin embargo, la renovación de nuestras mentes es un proceso y debe ser realizado constantemente.

Santiago 1:21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.

Sabemos que Santiago estaba escribiendo esta carta a creyentes en Cristo, gente que ya había nacido de nuevo (ver el verso 18 del mismo capítulo); sin embargo, Santiago aquí está hablando de la salvación de nuestras almas.

Si nosotros no dividimos y diferenciamos entre espíritu y alma, este verso podría confundirnos. ¿Qué nos quiere decir Santiago al hablar de la “salvación del alma”?

Entendamos esto, ya que Santiago estaba escribiendo a creyentes en Cristo, obviamente él no estaba hablando acerca del nuevo nacimiento, estaba hablando de la renovación o restauración de nuestras almas (mentes, emociones) y ¿cómo podemos realizar esto? Simplemente recibiendo con mansedumbre la palabra implantada y permitiendo que ésta nos renueve.

Filipenses 2:12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor.

La Nueva Versión Internacional dice:

Así que, mis queridos hermanos, como han obedecido siempre—no sólo en mi presencia sino mucho más ahora en mi ausencia—lleven a cabo su salvación con temor y temblor.

Pablo aquí no está hablando de cuidar nuestra salvación (algo que definitivamente sí debemos hacer); está hablando de ocuparnos o como otras traducciones dicen “llevar a cabo” nuestra salvación. La salvación se recibe por gracia a través de la fe en nuestro Señor Jesucristo (ver Efesios 2:8); si la salvación se recibe por fe, ¿entonces cómo podemos interpretar, que debemos trabajar por nuestra salvación? No hay manera de hacer esto.

Filipenses 2:12 se refiere a ocuparnos de nuestra salvación, no para obtenerla, sino para desarrollarla, lo cual podría igualarse al proceso de santificación; que es salvar nuestras almas, renovándolas por medio de la Palabra y viviendo una vida santificada, es decir apartada del mundo para el servicio a Dios.

Debemos presentar nuestros cuerpos a Dios

Romanos 12:1 Así que, hermanos os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo,  santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

La Biblia nos dice también qué hacer con nuestros cuerpos: debemos presentarlos a Dios en sacrificio vivo. Somos templo del Espíritu Santo (ver 1 Corintios 3:16), nuestros cuerpos deben glorificar a Dios, y eso es parte de nuestra adoración.

Hay quienes desprecian sus cuerpos, porque se ha hablado tanto en el pasado acerca de “mortificar la carne”. Si hemos nacido de nuevo, vivimos una vida resucitada en el poder del Espíritu Santo y debemos estar más conscientes de nuestro espíritu, sin embargo, esto no significa que debemos despreciar nuestros cuerpos, porque también somos templo del Espíritu Santo (ver 1 Corintios 6:19); significa más bien someter nuestros cuerpos y rendirlos a la autoridad del espíritu.

Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

El apóstol Pablo vivió una vida identificada con la cruz de Cristo y gracias a eso vivió en el poder de la resurrección.

Preguntas de Aplicación

  1. Completa las frases:
  • Nuestro espíritu nos hace conscientes de ___________ y del ___________________.
  • Nuestra alma nos hace conscientes de ____________________.
  • Nuestro cuerpo nos hace conscientes del __________________.
  1. De acuerdo a lo aprendido, explica en qué consiste la expresión  “la salvación del alma”.
  1. Cuando experimentamos el nuevo nacimiento, somos salvos en nuestro_____________.
  1. Debemos salvar nuestras _________, al renovar nuestras _________.
  1. Debemos presentar nuestros _________, como sacrificio vivo a Dios.


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