La Biblia dice: “No estéis afanosos (ansiosos) por nada. . .” (Filipenses 4:6-7)

Filipenses 4:6-7
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Como vemos la Biblia se adelanta a la ciencia y nos dice que no debemos hacer, estar ansiosos, afanosos. Todo lo que Dios nos dice que hagamos es por nuestro bien aunque no sepamos por qué lo dice. Este es el motivo que Dios quiere que andemos por FE no por vista o por las circumstancias de nuestra vida. No podemos entender todas las cosas que Dios permite que nos pasen, aunque en los países más desarrollados tenemos un poco más de información, la Biblia ayuda a todos, incluidos a los que viven con menos conocimientos que nosotros, y los consejos de la Biblia son para ayudarnos a todos. Si hacemos lo que dice Dios en Su palabra, tendremos paz en el corazón y los libraremos de los peligros de la ansiedad.

Además, en Romanos 8:28, Dios nos dice que todo lo que nos pasa a Sus hijos va a resultar para nuestro bien aunque no lo entendamos.

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).

La aflicción es parte de la vida. La Biblia dice: “El hombre nace para la aflicción” (Job 5:7). A veces los cristianos esperan que Dios los proteja de los problemas y de las desgracias, pero Dios nunca ha prometido hacer eso. Tanto los cristianos como las personas no salvas experimentan pruebas, problemas y sufrimientos. Lo que no sabemos de antemano es como Dios puede usar las pruebas que nos vienen para Su gloria y para tocar los corazones de los hombres. La prueba más clara está en la historia de Nick Vijicic que se encuentra en este blog. El titulo es “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Es, con mucho, el artículo más leído de este blog y está dando la vuelta al mundo. Todos se quedan muy impresionados por la historia de Nick y como el Señor lo ha bendecido a pesar de sus grandes retos.

Hace un momento he visto la entrevista de uno de los supervivientes del ataque en el cine de Colorado, USA, la noche del estreno de la película de Batman “Dark night”. Es un hombre cristiano de unos treinta años, el cual llevaba una Biblia en la mano y dijo que perdonaba al hombre que le disparó. Recibió dos balazos, uno en el pie y uno en el brazo. Se tiró al suelo para protegerse y sangraba profusamente del hombro tanto que sentía la sangre alrededor de su cabeza. Al poco rato notó como el zapato del francotirador le rozaba el cuerpo y empezó a orar pidiendo ayuda al Señor. El Señor le oyó. Aunque tenía al asesino a su lado, éste no lo mató.
Cuando fue entrevistado, dijo que perdonaba al asesino y que esperaba que durante los cuarenta o cincuenta años que iba a estar en prisión tuviera la oportunidad de arrepentirse y pedir perdón a Dios. A continuación dijo que todos somos pecadores y todos necesitamos que Dios nos perdone nuestros pecados. ¡Qué gran testimonio! ¡Qué ejemplo para todos nosotros! ¡Que el Señor bendiga mucho a este hermano en la fe!

Continuando con el tema hay varias cosas que debemos saber. Una de las más importantes es que Dios es soberano. Debemos creer que todas las cosas ayudan a bien a aquellos que aman a Dios. Nada de lo que ocurre en la vida de un cristiano es por casualidad. Todo lo que sucede en nuestra vida es ordenado o permitido por Dios y todas las cosas que nos sobrevienen obran juntas para nuestro bien eterno y para el avance del reino de Dios.

La Biblia dice esto en Romanos 8:28, como leemos al principio de este artículo. Este principio espiritual no es para todos, solo para los que aman a Dios. Los demás están, como se suele decir, dejados de la mano de Dios.

Charles Stanley:
“La voluntad de Dios y tu bienestar siempre son sinónimos”.

Debemos entregar nuestra voluntad a Dios. Hay algo dentro de nosotros que decide y controla todo. ¿Qué es? Es nuestra voluntad. La voluntad, que en la Biblia a veces se llama el “corazón”, es la fortaleza de todo nuestro ser. Ni los sentimientos ni nuestros deseos determinan lo que hacemos, nuestra voluntad es la que lo determinan.

Para que Dios pueda llegar a tener control completo sobre nosotros, Él tiene que poseer nuestra voluntad. En Proverbios 23:6, Dios dice: “Dame, hijo mío, tu corazón”. Dios no nos diría esto si no fuera porque tenemos libertad de hacerlo o no.
Aunque la voluntad de Dios para nosotros es perfecta, Él no nos impone Su voluntad. Dios nunca nos quita el libre albedrío. Si no le rendimos la voluntad, puede ser que pasemos por alto Su plan perfecto para nuestra vida, o incluso que nos tenga que disciplinar y pasar por tiempos difíciles.

¿Qué significa rendir nuestra voluntad a Dios? Significa desear lo que Dios desea, en todo y en todo tiempo. El hacer esto permite que Dios desarrolle Su plan perfecto en nuestra vida. Un gran santo de Dios oró: “Nuestras voluntades son nuestras para hacerlas tuyas”.

Debemos recibir todo de la mano de Dios. Para un hijo de Dios que confía en Él, todo proviene de la mano de su Padre, no importa el medio por el cual le llegue. Tal vez dirás: “Puedo aceptar algo si sé que ha venido de Dios, pero no puedo aceptar las cosas que me han sobrevenido como resultado del error de otra persona, o de su maldad o pecado. ¿Qué de estas cosas?

Sabemos que Dios no puede ser el autor de tales cosas como la crueldad o el pecado; pero la Biblia enseña que nada puede tocar a un hijo de Dios a menos que Dios lo desee o lo permita. Y si Dios lo desea o lo permite, lo hace porque sabe que finalmente será una bendición para aquel hijo y para el avance del evangelio de Cristo.

Veamos por ejemplo a José. ¡Qué terrible lo que le hicieron sus hermanos cuando odiándolo, lo vendieron como esclavo! Sin duda éste fue un gran pecado, y sus hermanos solo le deseaban mal. Pero Dios lo permitió y cuando alcanzó a José, se había convertido en la voluntad de Dios para él. Esto llegó a ser la bendición más grande de toda su vida aunque él no lo vio así en ese momento. A su tiempo, José vio la mano de bendición de Dios en todo el asunto y dijo a sus hermanos: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encamino para bien” (Génesis 50:20).

Debes creer que absolutamente todo lo que te ha sucedido es de Dios y es exactamente lo que necesitas. No dejes que la ansiedad te controle. Confía en el Señor no importa lo que pase. Ora para tener la fe necesaria.

Santa Biblia, vs. Reina Valera


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