• Respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. – Éxodo 3:14.
• Confiad en el Señor perpetuamente. – Isaías 26:4.
• El es la Roca, cuya obra es perfecta. – Deuteronomio 32:4.
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En enero del 2007 murió en París el Abate Pierre (Henri Grouès, conocido como el Abbé Pierre o el ángel de los pobres), conocido por su vida de abnegación a favor de los pobres. Así cuenta su encuentro con Dios: «Entre los 15 y 16 años de edad puse todo en duda al leer el Discurso del Método de Descartes. La lógica cartesiana dio vueltas en mi interior y produjo este pensamiento: Si hubieses nacido en una cultura musulmana, budista o atea, quizás estarías viviendo una vida diferente. ¡Esa fue la gran duda! Me fascinaban todas las corrientes más o menos panteístas, sus aspiraciones a la unidad, a la universalidad.
Mientras pensaba en estas cosas, casualmente leí la escena en la que Moisés estaba ante la zarza ardiente cuando una Voz le dijo que le pidiera al Faraón que liberara al pueblo judío. Y Moisés preguntó: Si el Faraón me pregunta quién me envía, ¿qué debo responder? Entonces la Voz le respondió: Así dirás: “Yo soy”. Ese “Yo soy” me fulminó. Estaba enredado en la miseria y encontré la roca».
Esa roca es el mismo Dios. Si recibimos con fe su gracia manifestada en Jesucristo, nosotros también podremos decir: “Puso mis pies sobre peña” (Salmo 40:2). Y nuestra vida, al igual que una casa fundada sobre la roca (Lucas 6:48), resistirá a los vientos y a las tempestades.
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