Todo lo que hagas hablará a los demás no solo de tu persona, sino también de tus padres, de tu iglesia y aún del cristianismo. Esto es algo que suelo recalcar a mi hijo de 8 años. No sé si lo habrás notado, pero cuando un niño hace algo malo, lo primero que los críticos dicen es: «¿¡dónde estarán los padres de este niño malcriado!?» o «yo no sé qué clase de educación le dan en la casa a este chico…».
Si tu carácter se exaspera continuamente o te caracterizas por ser un mal trabajador; Si eres conocido por ser un estudiante vago o una persona descuidada en el pago de tus deudas, lo primero que señalarán es «¿De qué le servirá ir a la iglesia evangélica?» «Si eso es ser cristiano, prefiero no serlo!…»
Admitámoslo, aunque en parte no nos gusta que así sea, los ojos del mundo entero están sobre nosotros esperando que hagamos algo mal o nos equivoquemos para señalarnos agudamente con su dedo acusador.
Como iglesia y representantes de Cristo en la tierra, debemos esforzarnos por marcar una diferencia. Por supuesto, no somos 100% perfectos sin error alguno, pero esto no es excusa para no mejorar.
Esto no es algo que se logra de un día para el otro sino que debe cultivarse todos los días…No se logra con asistir a un campamento o retiro espiritual, ni haciendo que el pastor ore por mí. Es algo que se logra cultivando hábitos y demanda un esfuerzo de nuestra parte pero una completa y absoluta dependencia de Dios por sobre todas las cosas.
Seguramente has encontrado en la librería suficiente material acerca de este tema, ya que muchos autores escriben acerca de cómo lograr la excelencia siguiendo un sinnúmeros de indicaciones. Sin embargo, la Biblia nos presenta un principio de solo dos pasos. Los mismos los hallamos en Colosenses 3.
El primero es: hacer todo en nombre del Señor
«Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.» Colosenses 3:17
En otras palabras, hacer todo como representantes de Cristo. Tratar a los demás, trabajar, estudiar como representantes de Cristo ¿Cómo trataría Jesús a esa persona? ¿Cómo trabajaría Jesús en mi lugar? ¿Puedo hacer o decir esto en el nombre de Jesús? ¿Puedo esperar que su bendición repose sobre ello?
Deja una respuesta