El Poder De Las Palabras – Tú Escoges Tu Futuro

Tú Escoges Tu Futuro

Introducción

La semana pasada pasamos una buena cantidad de tiempo, con el primer elemento que necesitamos recoger, en nuestra búsqueda por aprender cómo controlar nuestras palabras: “poniendo una sirena en nuestras conciencias”. Hablamos que uno de los desafíos que muchos cristianos enfrentan, es que no reconocen cuando están diciendo cosas que traen muerte a sus futuros. La palabra de Dios nos enseña en Santiago 3:2 que deberíamos reconocer, cuando estamos diciendo Palabras que traen muerte a nuestro futuro y controlarlas. En esta lección nos trasladaremos al segundo elemento, que necesitamos recoger en este viaje: “tu escoges tu cosecha”.

El principio de las semillas en la Biblia

De todas las ilustraciones comúnmente usadas en la Biblia, el principio de la semilla es una de las que más encontramos en las escrituras. Una de las razones de esto, es porque el proceso de plantar una semilla, es fácil de entender. Una semilla tiene la capacidad de producir vida de ella misma. En otras palabras, una vez que una semilla es plantada y cultivada correctamente, tiene la capacidad de producir una cosecha. No podemos considerar el principio de la semilla, sin pensar en el proceso de plantación.

Un agricultor escoge muy cuidadosamente la semilla que quiere sembrar, basado en la cosecha que desea recibir. Por ejemplo si un agricultor desea una cosecha de maíz o de trigo, plantara semillas de maíz o de trigo. El agricultor planta cuidadosamente la semilla, basándose en la cosecha que desea.

Mientras observamos el siguiente elemento, que obtendremos en este viaje de controlar nuestras palabras, debemos tener en mente, que se aplica este mismo principio. Si deseamos tener cierta cosecha en nuestras vidas, debemos plantar semillas de ese tipo de cosecha. Sembramos para la cosecha que deseamos, por medio de las palabras que decimos. Para cosechar una cosecha de bendiciones, primero debemos plantar semillas de bendiciones.

Deuteronomio 28-30

Deuteronomio es uno de mis capítulos favoritos de la Biblia, porque nos muestra que Dios da a los hijos de Israel, opciones para sus futuros. Les permite elegir vivir en bendiciones o maldiciones. Yo lo llamo el capítulo de la bendición y de la maldición, porque está lleno de confesiones acerca de cómo uno puede escoger, ser bendito o maldito. Como lo discutimos antes la palabra “bendecir” significa hablar bendiciones y la palabra “maldecir” significa hablar maldiciones. Lo maravilloso de este capítulo es que las escrituras nos dan la opción. Las palabras que elegimos decir, nos ayudan a vivir en bendiciones o maldiciones.

Deuteronomio 28:1-14 “Las Bendiciones”

Deut. 28:1“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. 2. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.

Si obedecemos al Señor, todas las bendiciones vendrán sobre nosotros y nos alcanzarán.

“3. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. 4. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. 5. Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.”

Los lugares donde recibamos comida serán benditos. Los almacenes y cultivos que utilizamos para nuestra alimentación física, serán benditos.

“6. Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. 7. Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti.”

En cualquier situación que estemos enfrentando, seremos benditos. Los enemigos que vengan en contra nuestra, serán derrotados delante de nosotros, porque el Señor mandará que esa bendición venga sobre nosotros.

“8. Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.”

Las cosas que escojamos hacer prosperarán, Dios nos dará una tierra y la tierra que nos deseará bendita.

“9. Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.10. Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán.11. Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar.”

El Señor bendecirá nuestro nombre y seremos llamados pueblo de Dios. Las personas verán el favor de Dios en todo lo que hagamos y nos llamarán benditos. Ellos conocerán a nuestro Dios, por medio de las bendiciones que Él nos ha otorgado.

12. Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.13. Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas,14. y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.

El final de esta sección nos muestra que Él derramará todas estas bendiciones, si obedecemos Sus mandamientos.

Deuteronomio 28:15-68 “Las Maldiciones”

15. Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.

Nuevamente en esta sección de las maldiciones, vemos que el Señor nos da una elección. Podemos escoger, los resultados que deseamos para nuestro futuro. Las bendiciones o las maldiciones, son resultado de las elecciones que hacemos.

16. Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.17. Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar.18. Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.19. Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.

Nuestro sustento y el lugar donde vivimos serán malditos. Las escrituras nos muestran, que incluso nuestra entrada y nuestra salida serán malditas.

20. Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado.21. Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.22. Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.23. Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.24. Dará Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas.

Las maldiciones vendrán en todo cuanto pusiéremos mano, debido a las elecciones que hagamos.

25. Jehová te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás vejado por todos los reinos de la tierra.26. Y tus cadáveres servirán de comida a toda ave del cielo y fiera de la tierra, y no habrá quien las espante.27. Jehová te herirá con la úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser curado.28. Jehová te herirá con locura, ceguera y turbación de espíritu;29. y palparás a mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.

 

Nuestros enemigos tendrán éxito y todo lo que hagamos fracasará.

 

30. Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la disfrutarás.31. Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no te será devuelto; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate.32. Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.33. El fruto de tu tierra y de todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y no serás sino oprimido y quebrantado todos los días.34. Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos.35. Te herirá Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, desde la planta de tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado.

 

36. Jehová te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra.37. Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará Jehová.

 

38. Sacarás mucha semilla al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá.39. Plantarás viñas y labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el gusano se las comerá.40. Tendrás olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá.41. Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.42. Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta.

 

43. El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo.44. El te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola.

 

45. Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó;46. y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu descendencia para siempre.47. Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas,48. servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.

 

49. Jehová traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas;50. gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño;51. y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte.52. Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que Jehová tu Dios te hubiere dado.

 

53. Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo.54. El hombre tierno en medio de ti, y el muy delicado, mirará con malos ojos a su hermano, y a la mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren;55. para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comiere, por no haberle quedado nada, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades.56. La tierna y la delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie intentaría sentar sobre la tierra, de pura delicadeza y ternura, mirará con malos ojos al marido de su seno, a su hijo, a su hija,57. al recién nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz; pues los comerá ocultamente, por la carencia de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.

 

58. Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible: JEHOVÁ TU DIOS,59. entonces Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas;60. y traerá sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejarán.61. Asimismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la enviará sobre ti, hasta que seas destruido.62. Y quedaréis pocos en número, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedecisteis a la voz de Jehová tu Dios.63. Así como Jehová se gozaba en haceros bien y en multiplicaros, así se gozará Jehová en arruinaros y en destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra a la cual entráis para tomar posesión de ella.

 

64. Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra.65. Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma;66. y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.67. Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos.68. Y Jehová te hará volver a Egipto en naves, por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volverás; y allí seréis vendidos a vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien os compre.

Es importante que nos demos cuenta de que estas maldiciones son opcionales, es decir, tendremos su fruto en nuestras vidas, si continuamos sembrando palabras de maldición. Así como un agricultor elige su semilla, nosotros elegimos las semillas que tendremos en el futuro.

Nuestro versículo clave

Deut. 30:19-20 “19. A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; 20. amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.”

El capítulo entero está lleno de ejemplos de bendiciones y maldiciones y el versículo 19-20 nos muestra que Dios nos da a elegir, cuál de los dos recibiremos.

Este pasaje de las escrituras nos muestra varias cosas:

  • La elección es nuestra. En primer lugar nos muestra que tenemos una elección; recibir bendiciones o maldiciones. En este pasaje el Padre pone delante de nosotros, la opción de recibir bendiciones o maldiciones. Nos la opción o elección, de recibir una de las dos.
  • Dios no erigirá por nosotros. La segunda cosa que vemos, es que Dios nos da las opciones y no escogerá por nosotros. Nos da el libre albedrio de elegir y respeta lo que escojamos. Para bien o para mal, Él nos da la opción de elegir y permitirá que cosechemos, la cosecha de las elecciones que hagamos.
  • Él nos anima con los resultados de una buena elección. Como se muestra en la escritura, recibiremos vida o muerte, bendiciones o maldiciones. Además nos muestra que las bendiciones que escojamos, llegarán a nuestros hijos.

Dios nos ha dado el poder de la elección, para escoger vivir en bendición o maldición. Él nos anima a escoger la vida. Al elegir la vida, se abren las puertas para que las bendiciones de Dios, lleguen a nuestras vidas.

Escogiendo nuestra cosecha

El capítulo 28 hasta el 30 de Deuteronomio, muestra que nosotros escogemos nuestra cosecha. La manera en que hacemos esto, es por medio de las palabras, que elegimos decir continuamente. Así como el agricultor elige y planta la semilla que quiere cosechar, nosotros también escogemos las palabras y las plantamos. Las bendiciones y las maldiciones son resultado, de las semillas que sembramos o de las palabras que decimos.

“Mi futuro puede ser tan brillante o tan oscuro como yo lo desee. Todo depende de cómo elijo hablar de él. Así como el agricultor elige cuidadosamente la semilla, para obtener el tipo de cosecha que desea, así también nosotros debemos hacer. Si deseo bendiciones debo elegir hablar bendiciones y corregir aquellas palabras que estoy hablando, que traen maldiciones a mi vida”.

Pasos prácticos para escoger la semilla que estoy sembrando

El primer paso para escoger tu cosecha, es escoger las palabras que salen de tu boca. Para ayudarte con este principio he aquí algunas directrices:

  1. Encuentra la promesa de Dios en las escrituras. Las escrituras están llenas de promesas, que pueden ser semillas para nuestro futuro. Sé un agricultor sabio y elige las semillas que quieres plantar, para tu cosecha.
  2. Toma la promesa y conviértela de una promesa general, a una promesa específica. Cuando tomamos una promesa general y la hacemos personal, podemos planear nuestra cosecha. Por ejemplo en lugar de decir: “todas cosas son posibles para Dios” puedo decir: “todas las cosas son posibles en mi vida porque Dios tiene todo bajo control”. En este ejemplo estoy tomando una promesa general y plantándola, en forma en mi vida.
  3. Escribe esa promesa específica en un cuaderno. Una práctica que me gusta hacer, es tomar las promesas que estoy sembrando en mi futuro y escribirlas en un cuaderno. De esa manera cuando tengo tiempos de confesión, las tengo a la mano.
  4. Comienza confesando esa promesa específica regularmente, hasta que se convierta  en una parte de tu memoria subconsciente. Mientras más confieso las promesas de Dios, más se vuelven parte de mi subconsciente. Al final seré capaz de confesarlas automáticamente.

Practicando el principio de elegir tú cosecha

Para cerrar esta lección me gustaría darte una aplicación práctica del principio de elegir tu cosecha. Para que puedas ver cómo funciona, usaremos algunos pasos de Deuteronomio 28. Lo que haremos es tomar la promesa general y convertirla una promesa especifica.

1. Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.2. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.

Soy bendito sobre todas las naciones de la tierra y las bendiciones me alcanzarán porque obedezco al Señor.

3. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.4. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.5. Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.6. Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.

Soy bendito en la ciudad y en el país donde vivo. Mis hijos son benditos, mi sustento es bendito. La fuente de mi alimento, es bendita. Soy bendito cuando entro y cuando salgo de una situación.

7. Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti.

Mis enemigos no tendrán éxito porque Dios me protege.

8. Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.

Sobre todo aquello en lo que ponga mi mano, será bendito y El me dará éxito en la tierra donde vivo.

9. Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.10. Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán.11. Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar.

El Señor bendecirá mi nombre, en la tierra donde vivo. Además me bendecirá de tal manera, que todos verán Su mano en mi vida y me llamarán bendito.

12. Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.13. Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas,14. y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.

El Señor me ha bendecido de una manera grande y por haberme abierto Su provisión, soy la cabeza y no la cola. Estaré encima solamente y no debajo.

Conclusión

Dios nos ha dado la bendición, de poder elegir nuestra cosecha. Nuevamente, nuestro futuro puede ser tan brillante como lo deseemos, mientras escojamos correctamente, la cosecha que deseamos para nuestro futuro.


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