!Miserable de mí!

!!Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo
de muerte? Romanos 7:24

 

¿Alguna vez te has sentido miserable? ¿Alguna vez te has sentido
indigno de la presencia de Dios?  ¿Cómo puede un hijo de
Dios sentirse miserable y bendecido al mismo tiempo? ¿Habrá hijos
de Dios mentirosos, adúlteros, ladrones, fornicarios, infieles,
desobedientes, tramposos? ¿Podemos vencer la vida pecaminosa en
la carne? ¿Funciona la palabra de Dios cuando dice que nos ha
hecho libres?

Muchas verdades están escritas en la palabra pero sobretodo la
gran pregunta es ¿Cómo debemos pensar los hijos de Dios?. Si bien
nadie puede negar la lucha feroz con nuestros mismos miembros en
nuestro cuerpo, sabemos que Dios no desecha nada de nosotros.
¿Cómo funciona la palabra de Dios en eses momentos?   

 

“Porque según el hombre interior, me deleito en la
ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela
contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del
pecado que está en mis miembros. !!Miserable de mí! ¿quién me
librará de este cuerpo de muerte?  Gracias doy a Dios, por
Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a
la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. Romanos
7:22-24

 

La ley del
pecado y de la muerte me separa de Dios:

 

Esta ley funciona en nuestros miembros, este es el hombre carnal
del que habla Pablo. Cuando domina nuestro hombre carnal, domina
la ley del pecado y de la muerte. Esta ley llega a dominar
completamente nuestro ser que no nos damos cuenta que vivimos en
condenación y vivimos en culpabilidad. Al mismo tiempo nuestro
hombre carnal nos engaña haciéndonos creer que debemos trabajar
para agradar a Dios y “perfeccionar” nuestra manera de vivir.

Esta es la ley de la iniquidad la que nos culpa después de pecar
y nos mantiene condenados. Esta ley esta apegada a nuestros
miembros. Esta ley me dice que debo trabajar y esforzarme por
lograr la santidad algo que nunca lograre por medio de esta
mentalidad.

Esta mentalidad de condenación y culpabilidad hace que mis
miembros se debiliten por depender de la carne cien por ciento.
Es decir la carne nunca lograra vencer la carne. La biblia dice
que nunca podrá.

 

“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el
ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de
la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley
de Dios, ni tampoco pueden;  y los que viven
según la carne no pueden agradar a Dios”. Romanos
8:6-8

 

Esta ley es un ciclo interminable de culpabilidad y condenación.
La ley del pecado y de la muerte nos hace sentir miserables. Dios
así lo designo.

 

 

 La ley
del espíritu de vida restaura mi relación con
Dios:

 

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que
están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu.  Porque la ley del Espíritu
de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de
la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto
era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de
carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la
carne”. Romanos 8:1-3

 

Recuerda que nuestro hombre carnal nos engaña pensando que
debemos trabajar mucho para merecer la bendición de Dios.
Mientras nuestro hombre carnal domina nuestros pensamientos,
pensamos que algún día llegaremos a ser aptos por medio de
esfuerzos humanos para poder acercarnos a Dios. Entonces vemos
como miles de cristianos carnales se enfocan en hacer algo para
Dios para merecer la bendición de Dios.

 

Ahora bien las verdades espirituales se aceptan por fe, vemos que
la ley del Espíritu de Vida en Cristo Jesus se activa creyendo
por fe la obra de Cristo. Esta verdad es una verdadera conquista
en nuestro corazón ya que mientras domine nuestro hombre carnal
regresaremos a la lucha carnal de condenación y muerte.

 

La ley del Espíritu de vida es la única capaz de vencer estos
pensamientos de muerte, de condenación y culpa. Esta ley se
activa creyendo lo que Cristo hizo por nosotros por medio de su
muerte.

Dios está preparando una nueva generación de guerreros
espirituales, que no creen más en la condenación y el espíritu de
muerte. Es espíritu de muerte solo domina sobre la carne. El
hombre espiritual no se deja dominar por el espíritu de muerte.
El espíritu de condenación y muerte solo opera con el hombre
carnal, la única manera de dañar al hombre carnal es a través del
pensamiento carnal basado en la ley. Así el hombre espiritual
vive por la fe basada en la obra de Jesus:

Bajo ninguna condenación, justificado por la fe, hecho una vez
apto y para siempre, santificado y purificado para siempre, en
paz con Dios, deleitándose en la ley de la vida en Cristo Jesus,
agradeciendo a Dios y sirviendo a Dios.

El pecado no tiene poder sobre el hombre espiritual.

¡Camina en libertad y en gozo sirviendo al Señor!.

 

Bendiciones y escríbeme si estas siendo bendecido por este
ministerio.

Cualquier comentario es bienvenido.

Abdiel Salas

[email protected]

  

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