Hay muchos cristianos que se han dejado confundir por la falsamente llamada ciencia, (1 Timoteo 6:20-21).
Debido a ello quieren ACOMODAR la Biblia a dicha ciencia. Piensan que los científicos, de los cuales más del 90 % son ATEOS, saben más que Dios el cual estaba allí cuando el mundo fue creado. En realidad lo que pasa es que la gente no piensa por si misma hoy día, solo estudian lo que le mandan para sacarse su carrera y eso es lo único que les importa. No se cuestionan nada.
Si Dios se tomó el tiempo para dejarnos la revelación de Su Creación, y nos dio todos los detalles necesarios incluidos los días y la descripción de lo que es un día, creo que nos engañamos a nosotros mismos cuando queremos acomodar la Biblia a la ciencia especulativa.
Si los días de la creación son en realidad edades geológicas de millones de años, entonces el fundamento del mensaje del evangelio se socava, y al socavar el libro de Génesis se socava toda la Palabra de Dios. La Biblia es verdad desde el principio hasta el fin, o no es verdad en ninguna parte de ella. Lo que está en juego es demasiado importante como para ignorarlo.
Es una buena idea leer el Génesis e intentar dejar fuera cualquier influencia que pueda causar tener ideas predeterminadas sobre lo que la palabra “día” significa. Deja que las palabras del pasaje te hablen. Al aceptar Génesis 1 de esta forma, sin duda vemos que Dios dice que creó el universo, la tierra, el sol, la luna, las estrellas, los animales, y los dos primeros seres humanos en seis días normales (aproximadamente 24 horas). Si eres honesto tendrás que admitir que nunca terminarías imaginando que se habla de millones de años al leer este pasaje.
Romanos 3:4 dice: “Sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso”.
En cada caso en que alguno no acepta los “días” de la creación como días normales, es porque no ha dejado que las Escrituras le hable en su contexto tal como el lenguaje requiere para la comunicación. Ha sido influenciado por ideas que están fuera de las Escrituras. De esa forma se ha sentado un precedente para que cualquier palabra se interprete con las ideas preconcebidas de la persona que la lee.
A la larga esto lleva a la ruptura de la comunicación porque la misma palabra en el mismo contexto puede significar diferentes cosas para cada persona que la lea.
La mayoría de los padres de la iglesia aceptaron los días de la creación como días normales de 24 horas. Algunos no lo hicieron por haber sido influenciados por filósofos griegos los cuales los llevaron a interpretar los días de forma alegórica. Ellos razonaron que como los días de la creación estaban relacionados con las actividades de Dios, y como Dios no vive en el ámbito del tiempo, eso quiere decir que dichos días no se relacionan con el tiempo humano.
Contrariamente a los que alegorizan hoy día, los de antes no aceptaban que Dios tardara tanto como seis días para crear algo, incluso algo tan complejo como el mundo.
Por lo tanto los días no literales resultaron de influencias extra bíblicas, no de las palabras de la Biblia.
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