“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu” Salmo 34:18

Chrysanthemum

Este maravilloso Salmo es algo que podemos compartir con los que están sufriendo. Todos vamos a sufrir en este mundo porque el pecado hace daño, a veces mucho daño, como hemos visto la semana pasada. No podemos entender siempre los caminos del Señor o por qué permite muchas cosas que pasan, pero sabiendo cuanto nos ama que hasta dió a su amado Hijo a la muerte y lo vió sufrir más que ningún ser humano ha sufrido nunca ni sufrirá, podemos confiar en Él pues nos ha demostrado su gran amor aun cuando no lo merecemos. Su gracia no tiene límites.

Seguramente igual que otros muchos, hace dos días oí al padre de una de las víctimas de la masacre de Conneticut , USA, una niña preciosa de 6 años, dando testimonio de la vida de su hijita. Este hombre joven, con el corazón quebrantado, después de elogiar a la niña y declarar que ella era una niña muy vivaracha, que alegraba la vida de toda la familia, que era muy generosa y nunca guardaba rencor, declaró su fe en el Señor y no dejó en duda que aunque su dolor era extremo, él no guarda rencor en su corazón, e incluso dijo que perdonaba al asesino y que iba a orar por su familia porque así lo hubiera querido su hija.

¡Qué testimonio para el mundo de lo que el Señor puede hacer en las vidas de los que lo reconocen y confían en Él!

El Salmo 34, uno de mis favoritos, es también uno de los favoritos de muchos creyentes. En los versículos 4-6 dice lo siguiente:
“Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias.

No siempre podemos entender los caminos del Señor, pero podemos confiar en Su corazón. Miremos lo que dice Isaías 55:8-9
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos; ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.

Proverbios 3:5-6
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”.

Dios tiene un plan maestro para el mundo y para cada uno de nosotros. Aunque el plan involucre sufrimiento, Dios mismo nos dio ejemplo de lo necesario que es sufrir a veces. Dios Padre, y Dios Hijo sufrieron lo indecible, aun cuando Dios no es culpable de pecado. Un día lo enteremos todo perfectamente y veremos el amor y la sabiduría de Dios en cada uno de los acontecimientos del mundo.

Santa Biblia, vs. Reina Valera


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