Mucha gente anda desesperada buscando paz, gozo y esperanza. En ningún lado encontraremos esas cosas. Si permanecemos en Jesús, ellas vendrán por sí mismas. Recuerdo que, cuando era niño, jugaba en vano a tratar de agarrar mi sombra. Un día estaba caminando con mi rostro hacia el Sol, y cuando me di vuelta vi que mi sombra me seguía. Cuanto más rápido caminaba, más rápido ella venía tras de mí. No podía deshacerme de ella. Así también, cuando nuestros rostros miran al Sol de justicia, la paz y el gozo nos seguirán de seguro.
Recuerde que la Biblia dice que cuando Cristo expiró en la cruz, el mundo quedó a oscuras. Dios envió a su Hijo para ser la Luz del mundo, mas el hombre no amó la luz sino las tinieblas, por causa del pecado.
Nuestra tarea es brillar, no tocar nuestra propia trompeta para que el mundo nos mire a nosotros. Lo que queremos es mostrar a Cristo. Si alguna luz tenemos, es una luz prestada.
Alguien le dio a un joven cristiano la siguiente la siguiente ilustración: la Luna toma su luz del Sol, y nosotros la tomamos de nuestro Sol de justicia. Si somos de Cristo, estamos aquí para brillar por Él, y un día nos llevará a casa para darnos nuestra recompensa.
D.L. Moody
Fuente: http://verdaderavida.wordpress.com
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