*** Reflexion sobre el Matrimonio ***

Para todos los casados, solteros y próximos a casarse.
Espero les agrade esta Historia………..

Cuando llegue a casa esa noche mientras mi esposa servía la cena,
la tome de la mano y le dije: tengo algo que decirte.
Solo se sentó a comer en silencio. Yo podía observar
el dolor en sus ojos.
De pronto ya no sabía cómo abrir mi boca.

Pero tenía que decirle lo que pensaba. Quiero el divorcio……
le dije lo más suave que pude.

Mis palabras parecieron no molestarle. Al contrario,
muy tranquilamente me pregunto, ¿por qué?

Evite su pregunta con mi silencio, esto le hizo enfurecer.
Tiro los utensilios y me grito, ¡no pareces hombre! Esa noche,
ya no hablamos más. Ella lloraba en silencio.
Yo sabía que quería saber que le había pasado a nuestro matrimonio.
Pero yo no hubiera podido darle una respuesta satisfactoria.
Mi corazón ahora le pertenecía a Eloísa.
Ya no la amaba, solo me daba lástima.

Con un gran sentido de culpa, redacte un acuerdo de divorcio en el
que le daba nuestra casa, nuestro auto y un 30% de las acciones
de mi empresa

Después de leerlo ella lo rompió en pedazos.
La mujer que había estado diez años de su vida conmigo
ahora era una extraña.

Me sentí mal por todo ese tiempo y energía que desperdicio conmigo.
Todo eso que yo nunca le podría reponer.
Pero ahora ya no había marcha atrás, yo amaba a Eloísa.
Por fin mi esposa soltó el llanto frente a mí, eso era lo que yo
esperaba desde el principio. Verla llorar me tranquilizaba un poco,
ya que la idea del divorcio que me preocupaba tanto ahora
era más clara que nunca.

El siguiente día, llegue a casa muy tarde y ella estaba en la mesa
escribiendo algo. Yo no había cenado, había pasado un día muy intenso
con Eloísa y tenía más sueño que hambre y mejor me retire a dormir.

Desperté en la madrugada, ella todavía estaba escribiendo.
La verdad no me importo y solo me acomode de nuevo en cama
y seguí durmiendo.

En la mañana me presento sus condiciones para aceptar divorciarse:
No quería nada de mí, pero necesitaba un mes antes de firmar el divorcio,
me pidió que en ese mes tratáramos de vivir una vida lo más normal posible.
Sus razones eran simples: nuestro hijo tenía unos exámenes muy importantes
en este mes y no lo quería mortificar con la noticia del matrimonio
frustrado de sus padres.

Esto era algo en lo que yo también estaba de acuerdo.
Pero había más, me pidió que me acordara como la cargue
el día de nuestra boda.

Quería que cada día de este mes, la cargara de nuestro cuarto hasta
la puerta de la casa……. pensé que se estaba volviendo loca.
Pero decidí aceptar este raro requisito con tal de que este mes pasara
sin más peleas o malos momentos.

Le platique a Eloísa de las condiciones que puso mi esposa……
se rio bastante y pensó que era muy absurdo. Dijo en tono burlón:
no importa los trucos que se invente, tiene que aceptar la realidad
que se van a divorciar.

Desde que le exprese mis intenciones de divorcio mi esposa y yo no
teníamos ningún contacto íntimo. El primer día que la cargue se me hizo
un poco difícil. Nuestro hijo nos vio y aplaudió de felicidad al vernos
y dijo, papa me da gusto que quieras mucho a mi mama.
Sus palabras me causaron un poco de dolor.
Desde nuestra habitación hasta la puerta de enfrente camine como
diez metros con ella en mis brazos.
Ella cerró sus ojos y me dijo al oído que no le dijera al niño del divorcio.
Me sentí muy incomodo, la baje y ella camino a tomar el autobús
para ir a trabajar. Yo maneje solo a mi trabajo.

El segundo día fue un poco más fácil. Ella se recargo ligeramente en mi pecho.
Podía oler la fragancia de su blusa. Me di cuenta que desde hace tiempo
no le había puesto mucha atención a esta mujer.
Me di cuenta que ya no era tan joven, había un poco de arrugas en su cara,
su pelo ya mostraba canas. Ese era el precio de nuestro matrimonio.
Por un minuto me pregunte que si yo era el responsable de esto.

A el cuarto día, cuando la cargue. Sentí que regresaba un poco de intimidad.
Esta era la mujer que me había dado diez años de su vida.

El quinto y sexto día, me di cuenta que el sentimiento crecía otra vez.
No le platique nada de esto a Eloísa.
Conforme los días pasaban se me hacia mas fácil cargarla.
Quizás el ejercicio de hacerlo me estaba haciendo más fuerte.

Una mañana la vi que estaba buscando un vestido para ponerse,
pero no encontraba nada que le quedaba. Solo suspiro y dijo,
todos mis vestidos me quedan grandes.
Es ahí donde me di cuenta que por eso se me hacía muy fácil cargarla.
Estaba perdiendo mucho peso, estaba muy pero muy delgada.

De repente entendí la razón……estaba sumergida en tanto dolor
y amargura en su corazón. Inconscientemente le toque la frente.

Nuestro hijo entro en ese momento y dijo, Papa es tiempo que cargues a mama.
El ver a su papa cargar a su mama todos los días se le había hecho costumbre.
Mi esposa le dio un fuerte abrazo.
Yo mejor mire hacia otro lado por temor a que esta conmovedora
imagen me hiciera cambiar de planes. Entonces la cargue,
y empecé a caminar hacia la puerta, su mano acaricio mi cuello,
y yo la apreté fuerte con mis brazos, justo como el día que nos casamos.
Pero su estado físico me causo tristeza. En el último día,
cuando la cargue sentí que no me podía ni mover.
Nuestro hijo ya se había ido a la escuela. La abrasé fuerte y le dije,
nunca me di cuenta que a nuestra vida le hacía falta algo así.

Me fui a trabajar…..salte fuera de mi auto sin poner llave a la puerta.
Temía que cualquier momento podría cambiar de opinión…..subí las escaleras,
Eloísa abrió la puerta y le dije, Lo siento mucho pero ya no me voy a divorciar.

No podía creer lo que le estaba diciendo, hasta me toco la frente
y me pregunto si tenía fiebre. Quite su mano de mi frente y le dije de nuevo.
Lo siento Eloísa, ya no me voy a divorciar.
Mi matrimonio era muy aburrido porque ni ella ni yo supimos apreciar
los pequeños detalles de nuestras vidas.
No porque ya no nos amaramos.
Ahora me doy cuenta que cuando nos casamos y la cargue por primera
vez esa responsabilidad es mía hasta que la muerte nos separe.

Eloísa en este momento salió del shock y me dio una fuerte bofetada,
y llorando cerro su puerta.
Corriendo baje las escaleras y me fui de ahí.

Pare en una florería, ordene un bonito ramo para mi esposa.
La chica me pregunto que le ponía a la tarjeta. Sonreí y escribí,
» siempre te llevare en mis brazos hasta que la muerte nos separe»

Esa noche cuando llegue a casa, con las flores en mis manos y una sonrisa
en mi cara, subí a nuestro cuarto……..
solo para encontrar a mi esposa en su cama…..Muerta

Los pequeños detalles es lo que de verdad importa en una relación.
No la mansión, el carro, propiedades o dinero en el banco.
Estos crean un falso sentido de felicidad que no lo es todo.
Mejor encuentra tiempo para ser el amigo de tu esposo o esposa,
y tómense todo el tiempo necesario con esos pequeños detalles
que hacen la diferencia. Que tengan un feliz matrimonio

Muchos de los fracasos en la vida le sucede a gente que no se da cuenta
lo cerca que estaban del éxito cuando se dieron por vencidos.

(me lo compartio una bella amiga Gabriela)

Quizás usted haya escuchado que la mitad de los matrimonios hoy en día
terminan en divorcio, con cónyuges amargamente disgustados
y niños confundidos. ¡No deje que esto le suceda a usted!
Ya sea que su matrimonio esté pasando por momentos difíciles,
que su hogar sea un nido de felicidad, o que usted sea soltero y
esté pensando casarse; ¡hay una serie de consejos gratuitos que
le ayudarán en su matrimonio! ¡Provienen directamente de Dios,
el creador y formulador del matrimonio! Si usted ha probado muchas
alternativas, ¿por qué no le concede a Dios una oportunidad?
Observe los consejos que se proveen en esta Guía y salve su hogar.

1. Establezcan un hogar independiente.
«Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer,
y serán una sola carne» (Génesis 2:24).
Answer: La regla de Dios es específica. Los que se casan deben dejar padre
y madre y establecer su propio hogar, aun cuando las finanzas exijan
que sea en un apartamento de una sola pieza. El esposo y la
esposa deben decidir juntos sobre estos asuntos.
Deberán informar a sus padres y luego deben permanecer firmes no importa
quién se oponga.
Miles de divorcios podrían evitarse si esta regla fuera
cuidadosamente seguida.

2. Continúen con el noviazgo después del casamiento
. «Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor;
porque el amor cubrirá multitud de pecados» (1 Pedro 4:8).
«Su marido también la alaba» (Proverbios 31:28)
«La casada tiene cuidado de cómo agradar a su marido» (1 Corintios 7:34)
«Amaos los unos a los otros en cuanto a honra, prefiriéndoos los
unos a los otros» (Romanos 12:10).
Answer: Continúe (o tal vez reviva) las cortesías propias del noviazgo
durante la vida de casados.
Un matrimonio de éxito no ocurre por arte de magia: debe desarrollarse.
No dé por sentado el amor de su cónyuge: expréselo o de otra manera,
la monotonía destruirá el matrimonio.
Ocúpese de que el amor crezca o de otra manera morirá
y terminarán separándose.
El amor y la felicidad no se encuentran procurándolos para Ud.
mismo sino brindándolos a otros.
Por eso, pasen tanto tiempo como sea posible haciendo cosas juntos,
si se quieren llevar bien. Aprendan a saludarse con entusiasmo.
Tomen momentos de descanso, coman, conversen y salgan a pasear juntos.
No descuiden las pequeñas cortesías, y los pequeños actos que puedan
realizar para animarse el uno al otro y para demostrarse afecto.
Sorpréndanse mutuamente con pequeños regalos.
Trate cada uno de sobrepasar el amor del otro.
No retiren del matrimonio más de lo que depositan en él.
El divorcio en sí mismo no es el principal destructor del hogar,
pero sí lo es la falta de amor.
Si se le da una oportunidad, el amor siempre triunfa

3. Recuerden que Dios los unió en matrimonio.
Dijo Cristo: «Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer,
y los dos serán una sola carne. Por tanto, lo que Dios juntó,
no lo separe el hombre» (Mateo 19:5-6).

Answer: ¿Casi ha desaparecido el amor en el hogar? El Diablo
(ese nefasto destructor de hogares) es responsable de esto.
No olviden que Dios mismo los unió en matrimonio y el plan de él es
que permanezcan juntos y felices.
El traerá felicidad y amor a sus vidas si obedecen sus reglas
divinas mandamientos). Para Dios todo es posible (Mateo 19:26).
No desesperen.
Dios que pone amor en el corazón de un misionero por los nativos
de lejanos lugares puede fácilmente proveer el amor del uno por
el otro si se lo permiten.

4. Cuiden sus pensamientos, no dejen que sus sentidos los traicionen.
«Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él» (Proverbios 23:7).
«No codiciarás la mujer de tu prójimo» (Exodo 20:17).
«Guarda tu corazón [tus sentimientos]; porque de él mana la vida»
(Proverbios 4:23).
«Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro,
todo lo amable, todo lo que es de buen nombre…
en esto pensad» (Filipenses 4:8)
. Answer: Los malos pensamientos destruirán el matrimonio.
El Diablo intentará atraparlos con pensamientos como éstos:
«Nuestro matrimonio fue un error». «Ella no me entiende».
«No puedo soportar mucho más estas cosas».
«De todos modos podemos divorciarnos, si es necesario».
«Me iré de vuelta a la casa de mi madre». «El le sonrió a esa mujer».
Abandone esa clase de pensamientos, porque ellos destruirán su hogar,
ya que sus pensamientos y sentidos gobiernan sus acciones.
Evite el ver, decir, leer o escuchar cualquier cosa que sugiera
impureza o infidelidad, o el asociarse con cualquier persona que
lo insinúe.
Los pensamientos descontrolados son como un automóvil en neutro
en una pendiente. Cualquier cosa puede ocurrir, y el resultado será siempre desastroso.

5. Nunca se retiren a dormir enojados.
«No se ponga el sol sobre vuestro enojo» (Efesios 4:26).
«Confesaos vuestras ofensas unos a otros» (Santiago 5:16).

«Olvidando ciertamente lo que queda atrás» (Filipenses 3:13).
«Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros,
como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo» (Efesios 4:32).
Answer: Permanecer enojados el uno con el otro por ofensas pequeñas
o grandes, es muy peligroso.
A menos que se resuelvan prontamente, aun los problemas más pequeños
se arraigan en la mente como convicciones y actitudes que afectarán
adversamente toda su filosofía de la vida.
Por eso Dios nos pide que eliminemos todo enojo antes de retirarnos
a dormir.
Sean lo suficientemente nobles para perdonar y decir con sinceridad:
«Perdóname». Después de todo, nadie es perfecto.
Reconozcan el error cuando lo cometan. Además,
reconciliarse es una experiencia muy agradable,
y tiene un poder extraordinario para mantener la unión matrimonial.
¡Dios lo sugiere! Da resultado.

6. Mantengan a Cristo como centro del hogar

«Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican»
(Salmo 127:1).
«Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus veredas»
(Proverbios 3:6).
«La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús» (Filipenses 4:7)
Answer: Esta es la gran regla que en realidad cubre todas las demás.
¡Ponga a Cristo en el primer lugar! El verdadero secreto de la felicidad
en el hogar no es diplomacia, estrategia y esfuerzos incansables por vencer problemas, sino más bien la unión con Cristo. Los corazones llenos
del amor de Dios nunca pueden estar muy separados el uno del otro.
Con Cristo en el hogar, el matrimonio tendrá éxito.
El Evangelio es el remedio eficaz para todos los matrimonios que están
llenos de odio, amargura y chasco.
El Evangelio previene miles de divorcios restaurando milagrosamente
el amor y la felicidad. También salvará su hogar, si Ud.
lo permite.

7. Oren juntos.
«Velad, y orad, para que no entréis en tentación.
El espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil»
(Mateo 26:41).
«Orad unos por otros» (Santiago 5:16).
«Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios,
el cual da a todos abundantemente, y sin reproche» (Santiago 1:5).
Answer: Oren en voz alta el uno por el otro.
¡Esta es una regla maravillosa! Arrodíllense delante de Dios
y pídanle que les permita sentir y expresar verdadero
amor el uno por el otro, perdón, fortaleza y sabiduría para
la solución de sus problemas.
Dios ha dado una garantía personal de que él contestará.
La persona que ora no es automáticamente curada de todas sus faltas,
pero tendrá un corazón que anhelará hacer lo recto.
Ningún hogar se destruirá jamás mientras el esposo y la esposa
oran el uno por el otro, pidiendo la ayuda de Dios.

8. Estén de acuerdo en que el divorcio no es la respuesta.
«Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre» (Mateo 19:6).

«Cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación,
y se casa con otra, adultera, y el que se casa con la repudiada, adultera»
(Mateo 19:9).
«La mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive»
(Romanos 7:2).
Answer: La Biblia es clara. Los lazos del matrimonio son indisolubles e indestructibles. El divorcio es permisible únicamente en el caso de
adulterio, pero aun en tal caso no es obligatorio, sino sólo permitido.
El perdón es siempre mejor que el divorcio, aun en el caso de una caída moral.
El matrimonio es para toda la vida.
Así lo ordenó Dios cuando realizó la primera ceremonia nupcial en el Edén.
Todo pensamiento de divorcio como solución, destruirá cualquier hogar
y esta es una de las razones por las cuales Jesús lo prohibió.
El divorcio es siempre destructivo y casi nunca una solución para
los problemas.
El divorcio produce casi inevitablemente vidas deshechas, frustradas
e infelices y con frecuencia hasta se convierte en la barrera
que estorba aun el éxito en la vida.
Dios instituyó el matrimonio para guardar la pureza y la felicidad del hombre
y la mujer, para proveer a sus necesidades sociales y para elevar
su naturaleza física, mental y moral.
Sus votos figuran entre las más solemnes e inquebrantables obligaciones
que un ser humano puede asumir.
El ponerlas a un lado livianamente es renunciar al favor y la bendición de Dios.

9. Mantengan el círculo del hogar estrechamente cerrado.
«No cometerás adulterio» (Exodo 20:4).
«El corazón de su marido está en ella confiado…
Le da ella bien y no mal todos los días de su vida” (Proverbios 31:11, 12).
«Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra
la cual has sido desleal» (Malaquías 2:14).
«Que te guarden de la mala mujer… No codicies su hermosura en tu corazón,
ni ella te prenda con sus ojos. ¿Tomará el hombre fuego en su seno,
sin que sus vestidos ardan? Así, el que se llega a la mujer de su prójimo;
no quedará impune» (Proverbios 6:24-29).
Answer: ¡Las intimidades del matrimonio no deben compartirse con otros!
Resuelvan sus problemas familiares privadamente.
Ningún otro (excepto su ministro o un consejero familiar cristiano de confianza) debe jamás verse envuelto en estos problemas de índole íntima y personal.
Deben ser veraces el uno con el otro siempre y nunca guardarse secretos.
No hagan ninguna broma a expensas de los sentimientos del otro cónyuge.
Defienda el uno al otro y excluya estrictamente a todos los posibles
entrometidos. Y con respecto al adulterio
(a pesar de lo que algunos consejeros matrimoniales digan)
siempre lo dañará a Ud. y a todos los demás implicados.
Dios, que conoce nuestra mente, cuerpo y estructura emocional,
dice: «No cometerás adulterio». Y cuando él prohibe algo,
es mejor que obedezcamos. Los que insisten en ignorar este mandamiento
recibirán el castigo reservado para los desobedientes.
De manera que si Ud. ha empezado a cortejar indebidamente a alguien,
es mejor que ponga punto final a esto de inmediato, o de otra manera
se asentarán sobre su vida sombras que no podrán disiparse.

10. Dios describe lo que es el amor: esfuércense todos los días por
lograr esa norma.
«El que tiene amor, tiene paciencia; es bondadoso y no envidioso;
no es presumido ni orgulloso. No es grosero ni egoísta; no se enoja
ni es rencoroso. No se alegra del pecado de otros, sino de la verdad.
Todo lo soporta con confianza, esperanza y paciencia»
(1 Corintios 13:4-7, Versión Dios llega al hombre).
Answer: Vuelva a leer cuidadosamente este pasaje bíblico.
Es la descripción que Dios hace del verdadero amor.
¿Cómo se compara la calidad de su amor con esta norma?
El amor no es un impulso sentimental sino un principio santo
que abarca toda la vida.
Su matrimonio no puede fracasar si predomina en él el verdadero amor.
Sin él, no podrá triunfar.

11. Recuerden que la crítica y los rezongos destruyen el amor.
«Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas»
(Colosenses 3:19).
«Mejor es morar en tierra desierta que con la mujer rencillosa
e iracunda» (Proverbios 21:19).
«Gotera continua en tiempo de lluvia y la mujer rencillosa,
son semejantes» (Proverbios 27:15).
«Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano,
y no echas de ver la viga [una tabla entera] que está en tu propio ojo?»
(Mateo 7:3).

«El amor busca una forma de ser constructivo»
(1 Corintios 13:4-7, edición inglesa de Phillips).
Answer: Dejen de criticar y de rezongar. Dejen de encontrar faltas.
No esperen perfección, o de otra manera resultará amargura.
Pasen por alto las faltas y busquen las cosas buenas.
No traten de reformar, controlar o forzar al cónyuge, pues destruirán su amor.
Sólo lo bueno puede cambiar a la gente. Un sentido del humor,
un corazón alegre, la bondad, la paciencia y el afecto eliminarán
las dos terceras partes de los problemas de su matrimonio.
Trate de hacer a su cónyuge feliz en vez de querer hacerlo bueno.
El secreto de un matrimonio de éxito no radica en tener el cónyuge
apropiado, sino en ser uno mismo el cónyuge apropiado.

12. No se excedan en nada: sean temperantes.
«Todo aquel que lucha [el atleta] de todo se abstiene (es temperante)»
(1 Corintios 9:25).
«El amor… no persigue ventajas egoístas» (1 Corintios 13:5,).
«Si pues coméis, o bebéis, o hacéis otras cosas, hacedlo todo para
la gloria de Dios» (1 Corintios 10:31). «Hiero mi cuerpo, y lo pongo
en servidumbre [tengo dominio propio]» (1 Corintios 9:27).
«Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma» (2 Tesalonicenses 3:10).
«Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla»
(Hebreos 13:4).
«No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que
lo obedezcáis en sus concupiscencias: ni tampoco presentéis vuestros
miembros al pecado como instrumentos de iniquidad» (Romanos 6:12-13).
Answer: Los excesos pueden arruinar su matrimonio.
Así también la falta de entusiasmo. El trabajo, el amor, el descanso,
el ejercicio, el juego, los cultos, las comidas y las relaciones
sociales deben ser cuidadosamente equilibrados en su matrimonio,
o de otra manera éste irá mal. El exceso de trabajo y la falta de sueño,
así como la carencia del debido ejercicio y el debido alimento,
hacen que la persona se vuelva criticona, intolerante y negativa.
El comer en exceso constantemente es un gran mal que fortalece
la naturaleza animal y amortigua la conciencia.
Los abusos sexuales destruyen el amor por las cosas santas
y debilitan la vitalidad. El matrimonio no es una licencia para
excederse en las prácticas sexuales.
Los actos degradantes, las desviaciones o la intemperancia destruyen
el amor y el respeto mutuo que los cónyuges se deben.
Una vida sexual temperante es lo que la Biblia recomienda
(1 Corintios 7:3-7).
Las relaciones sociales con los demás son absolutamente esenciales.
La verdadera felicidad no puede hallarse en el aislamiento. Deben aprender a reír y disfrutar en forma sana de los momentos agradables.
El ser excesivamente serios es peligroso.
El hacer las cosas con exceso o sin entusiasmo, debilita la mente,
el cuerpo y la conciencia, así como la capacidad de amarse
y respetarse mutuamente. No permita que la intemperancia eche
a perder su matrimonio.

13. Respete cada uno los derechos y las cosas privadas del otro.

«El amor es tolerante. El amor no tiene celos… no es grosero,
no es egoísta. No se regocija en la injusticia. Está lleno de bondad»
(1 Corintios 13:4, Traducción de Weymouth).
«Amaos los unos a los otros, en cuanto a honra, prefiriéndoos los
unos a los otros» (Romanos 12:10).
Answer: Cada cónyuge tiene el derecho concedido por Dios a tener
algunas cosas privadas de las cuales no necesita dar explicación.
No se entrometan en la cartera de su consorte, en la correspondencia
privada ni en otras cosas personales, a menos que él o ella se lo permita.
El derecho a la privacidad y al silencio cuando alguien está
preocupado debe ser respetado.
Su cónyuge tiene aun el derecho a equivocarse ocasionalmente
y tiene el derecho de tener un día libre de vez en cuando.
Los cónyuges no se poseen el uno al otro, de manera que no se deben
exigir por la fuerza cambios en la personalidad.
Sólo Dios puede hacer esos cambios y cada uno de nosotros es personalmente responsable ante él en este asunto (Romanos 14:12).
La perfecta confianza mutua es absolutamente esencial para la felicidad.
Pase menos tiempo investigando cosas acerca de su consorte y más
tiempo tratando de agradarle. Esto produce milagros.

14. Practiquen la limpieza, sean modestos, y cumplidores.

«Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor
y modestia» (1 Timoteo 2:9).
«Con voluntad trabaja con sus manos [la mujer].
Se levanta aun de noche y da comida a su familia.
Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde»
(Proverbios 31:13-27).
«Sed limpios” (Isaías 52:11, Versión Moderna).
«Hágase todo decentemente y con orden» (1 Corintios 14:40).
«Si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa,
ha negado la fe, y es peor que un incrédulo» (1 Timoteo 5:8).
«No os hagáis perezosos» (Hebreos 6:12).
Answer: La haraganería, el desorden, la falta de limpieza y el descuido
son armas que el diablo usa para destruir el respeto y afecto mutuos
y así arruinar su matrimonio.
La ropa modesta y limpia y un cuerpo bien aseado son esenciales tanto
para el esposo como para la esposa.
Las comidas deben ser sanas, bien presentadas y servidas a tiempo.
La casa debe estar limpia y ordenada, porque esto trae paz,
tranquilidad y satisfacción a todos.
Un esposo que no trabaja, que es descuidado y que no provee para
las necesidades de su casa es una maldición para su familia
y un insulto para Dios.
El descuido en estos aspectos aparentemente pequeños destruye
muchos hogares.

15. Resuelvan hablarse bondadosamente.
«La blanda respuesta quita la ira» (Proverbios 15:1).
«Goza de la vida con la mujer que amas» (Eclesiastés 9:9)
«Cuando ya fui hombre dejé lo que era de niño» (1 Corintios 13:11).

Answer: Esfuércense por hablar en forma suave y bondadosa.
Cuando se es atacado, el silencio es a menudo el mejor método
para calmar la ira.
Las decisiones que se hacen cuando se está enojado, cansado o
desanimado, no son las mejores, de manera que es mejor relajarse
y esperar que pase la tormenta antes de hablar.
Y cuando se comunique con su cónyuge de nuevo, que sea suavemente
y con amor.
Las palabras ásperas y airadas destruyen el deseo de agradar.

16. Sean sensatos en los asuntos financieros.

«El amor no es posesivo. El amor tiene buenas maneras
y no persigue ventajas egoístas» (1 Corintios 13:4
edición inglesa de Phillips).
«Dios ama al dador alegre» (2 Corintios 9:7).
Answer: Todas las posesiones e ingresos en el matrimonio deben ser
«nuestros» y no «tuyos» y «míos». Parte de las entradas pertenecen a
la esposa para comprar los comestibles y la ropa, y para hacer frente
a las necesidades del hogar.
Esa suma debe dársele sin discutir. Esposo y esposa deben tener
sumas iguales (siempre que sea posible)
para gastar a gusto sin dar cuenta de ello.
Un esposo mezquino hace a su esposa infeliz, acusándola muy
a menudo de que es gastadora y derrochadora.
Mostrar confianza en la capacidad administrativa del cónyuge,
hace que éste o ésta sea mejor administrador.

17. Converse con su cónyuge acerca de los problemas y consúltelo
con frecuencia.

«El amor… no está ansioso de impresionar ni tiene ideas exageradas
de su propia importancia… No es quisquilloso» (1 Corintios 13:4-5,
edición inglesa de Phillips).
«El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma»
(Proverbios 15:32).
«¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del
necio que de él» (Proverbios 26:12)
Answer: Pocas cosas fortalecerán tanto su matrimonio como conversar
juntos y consultarse mutuamente acerca de las decisiones más importantes.
El cambio de trabajo, la compra de una casa, un automóvil,
muebles, ropa, y todos los demás asuntos que implican dinero,
deben interesar a ambos esposos. Consultar las cosas evitará muchos
desatinos que podrían arruinar su matrimonio.
Si después de mucha consulta y ferviente oración, las opiniones
todavía difieren, la esposa debe someterse al deseo de su esposo.
Las Escrituras son claras con respecto a esto. (Véase Efesios 5:22-24.)

18. Yo quiero que mi hogar sea un lugar donde los ángeles se puedan
sentir a gusto.


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