LUCAS ESTUDIO 24: OFUSCADOS

Pero aunque lo veían, algo les impedía darse cuenta de quién era.

Hoy termino el evangelio de Lucas y mi atención se ha centrado en el encuentro de Jesús con los dos discípulos que iban camino de Emmaús. El punto clave es que no pudieron reconocer a Jesús. La versión que utilizo para mi lectura afirma que la causa fue su ofuscamiento. Al leer en el diccionario he visto que ofuscamiento es una confusión de las ideas. Vamos, dicho de otro modo, los dos discípulos estaban tan confundidos y embotados por la situación que habían vivido debido a la muerte de Jesús que no tuvieron la capacidad de reconocer al Maestro que caminaba al lado de ellos.

Esto me ha hecho pensar en mi propia capacidad de reconocer a Jesús en mi vida cotidiana. Mi sensibilidad para detectar su obra en medio de este mundo donde hay tanta maldad. Mi capacidad de ver lo extraordinario en medio de la ordinariez y lo sobrenatural en medio del día a día. Creo que esta capacidad, como tantas otras, se desarrollar a fuerza de práctica, esfuerzo e intencionalidad.
Mi punto es que creo que Dios, según afirma su propia Palabra, siempre, siempre está trabajando en la vida de las personas y en el mundo pero que uno tiene que adiestrar de forma intencional sus ojos para poderlo reconocer y, cuando sea preciso y así nos lo pida, unirnos a ese trabajo. Todos miramos al mundo, pero no todos vemos igual, no todos somos capaces de reconocer que Jesús camina a nuestro lado, actúa a nuestro alrededor y está presente, especialmente, en medio del dolor y del sufrimiento.

Creo que el evangelio de Lucas no podía acabar mejor, retándome a adiestrar mis ojos para ver a Jesús a mi lado, al fin y al cabo, prometió estar conmigo hasta el fin.

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