Una de las peores cosas que podemos hacer es idealizar la vida. A mi edad ya me di cuenta que debes abrazar la vida tal como es: con el dolor que traen algunas situaciones, con el fracaso de algunas decisiones, con amor, con el odio, con amigos, con los que se hacen llamar tus enemigos, con las roturas de corazón, el café, el asopao y todo lo demás.
Quitar a la vida las experiencias incómodas es un voto a no crecer, y vivir como si nada de eso nos fuese a pasar es la desilusión segura, que lleva a perder toda esperanza y a odiar a otros, luego a uno mismo, luego lo que hacemos, luego el universo. Así que, ¡a vivir la vida con todos sus ingredientes! Levántate sabiendo que puedes enfrentarte a dos o tres situaciones incómodas o no. Sal preparado para la guerra, sal listo para amar, sal listo para reir. Después de todo cada minuto es un regalo del Altísimo, incluyendo los que hacen de esta vida un deporte extremo.
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Foto Cortesía de Thomas Hawk
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