PROVERBIOS ESTUDIO 28: CAMBIO

El que oculta sus crímenes no prosperará, el que los confiesa y se arrepiente será perdonado.

Una de las cosas que definen a un necio es su incapacidad para reconocer un error y cambiar. No se trata de que tenga algún defecto genético que le impide llevar a cabo ambas acciones, se trata simplemente de que su necedad le hace refractario a todo tipo de retroalimentación ni exterior, es decir, generada por otros, ni interior, es decir generada por él mismo. Es difícil tener una perspectiva correcta de nosotros mismos y de cómo vivimos sin recibir retroalimentación debido a que todos tenemos puntos ciegos y el necio la desprecia.

El necio tampoco tiene la capacidad de ser crítico consigo mismo y de reconocer que ha hecho algo de forma equivocada o incorrecta. El necio siempre encuentra una justificación para hacer lo que hace o deja de hacer. Puede, de manera muy creativa, generar una gran cantidad de excusas, racionalizaciones o justificaciones para no tenerse que mover ni un ápice de su posición.

Hace falta mucha creatividad para vivir como un necio pero hace falta mucha madurez para confesar nuestros errores -reconocerlos- y arrepentirnos -cambiar nuestra actitud y/o conducta. De hecho, estoy convencido que ambas cosas son un signo evidente de madurez en la persona. El manual para la vida nos enseña que cultivarlas nos hará más madura y nos ayudará a prosperar. Dejarlas de cultivar nos volverá más y más necios.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.