Afortunados

Son afortunados, mis niños. Aunque quizá uso la palabra equivocada. Afortunado significa que tiene buena suerte, y quizá esto no es suerte.

Son bendecidos, mis niños. La palabra implica que han recibido de Dios algo no merecido.

¿Y por qué lo digo? Porque tiene padres, un techo, comida. Porque han sido amados desde el vientre de su madre.

Leo sobre la situación en el Congo y las lágrimas me traicionan. Mujeres violadas al por mayor. Violencia étnica. Malaria y desnutrición. Niños soldado.

¿Y por qué nosotros recibimos la bendición y aquellos en esa parte del mundo sufren? Ignoro la respuesta. En verdad no la sé. Ni siquiera me atrevo a imaginar las posibilidades.

Pero al que mucho se le da, mucho se le demanda. Hijitos, ya que tenemos tanto, debemos dar. Darnos a Dios. Darnos el uno al otro. Darnos a los demás. Porque hemos sido afortunados. Hemos sido bendecidos.


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