Tiny steps / pasos diminutos

Hace tres años, cuando llegaste tú, mi vida cambió. Ahora que llega tu hermanita, cambia otra vez. En ocasiones, lo confieso, me encuentro abrumada con la magnitud de los cambios. Ya no somos tres, somos cuatro. Cuatro que debemos convivir, comprender, entender, aprender, cambiar.

Pero una amiga muy querida me recordó que solo debo dar tiny steps, pasos diminutos.

Dios no me pide dar un salto y llegar del otro lado. No exige de mí pasos de gigante, que difícilmente podría dar presa del cansancio, el desvelo y las obligaciones. Solo me pide tiny steps.

Quizá por unos meses la casa no estará tan ordenada como antes, o tan limpia como antes. No seré la madre eficiente que tiene la comida a tiempo, sino que quizá tardará un poco más. Solo quiero dar esos pasos diminutos día a día. Una meta por día. Un objetivo por día. Un pasito nada más.

Un pasito del tamaño de tus pies, mi niña hermosa. Un pasito del tamaño de tus sueños, mi niño precioso. Solo un paso a la vez. No puedo dar más. Y Dios no pide más.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.