GÉNESIS PARTE I/EL PRÓLOGO/CAPÍTULO 2

Para el séptimo día Dios había concluido su obra y descansó de todo lo que había hecho. Y bendijo Dios el día séptimo y lo declaró día sagrado, porque en ese día descansó Dios de toda su obra creadora.

Dios descansa después de haber concluido todo su proceso creativo e introduce un día especial, el séptimo, para que nosotros podamos hacer lo mismo. Dios apunta hacia vidas equilibradas donde toda la creación alterna ritmos de creación y descanso.

No deja de ser curioso que una de las palabras que usamos para definir ese tiempo que no trabajamos sea recreación que el diccionario define como crear de nuevo, divertirse, animarse, disfrutar. 

Eso apunta a que si el Señor vio la necesidad de introducir ese ritmo en la dinámica de la creación nosotros no debemos de obviarlo ni mucho menos no practicarlo. En una sociedad en la que el trabajo duro, el estrés, la saturación de actividades, las agendas repletas son valoradas y signo de ser personas importantes, la Palabra nos invita al equilibrio y el descanso y al disfrutar de la vida por medio del reposo.

Como seguidores de Jesús deberíamos de introducir ese valor bíblico en nuestros estilos de vida teniendo los suficientes espacios para el descanso y la recreación y nuestros líderes e iglesias deberían de ser cuidadosos en no convertir el día de reposo en un día que añade mucha más tensión a la que la mayoría de los mortales ya padecemos.

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