Pero Dios, el Señor, llamó al hombre diciendo: ¿Dónde estás?
He leído muchas veces este capítulo y he escrito en numerosas ocasiones acerca del mismo. Hoy me ha llamado la atención la pregunta que Dios le hace al ser humano.
Esta pregunta no tiene como finalidad proveerle al Señor con información que no conozca. Antes al contrario, tiene como propósito ayudar al ser humano a reflexionar, a pararse y pensar acerca de cuál es su situación con respecto a Dios.
Génesis, base de nuestra cosmogonía, está lleno de situaciones comunes universales. Es decir, refleja situaciones que son válidas para todo ser humano en cualquier tiempo, edad, cultura o entorno social. La pregunta acerca de dónde estamos con respecto a nuestra relación con Dios entra totalmente en esta categoría.
Esta pregunta es válida por igual para seguidores de Jesús y para aquellos que no lo son. Nos ayuda, si lo deseamos, a proporcionarnos una comprensión de dónde estamos ubicados con respecto a Dios y su deseo de tener una relación con nosotros o, en el caso de los seguidores, en qué momento de nuestro proceso de seguimiento nos encontramos.
Pienso que es una buena pregunta para cada día, al final o al principio del mismo, hacérnosla a nosotros mismos y responder de la forma que la información que nos proveerá, nos muestre es más oportuno.
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