¿QUÉ CLASE DE CRIATURA TRAERÍA MAS GLORIA A DIOS? ¿Quién podría amarlo más? ¿Un HOMBRE LIBRE o un ROBOT? Podríamos haber sido creados como esos graciosos muñecos con pilas que te dicen “te amo” cuando los abrazas. Pero Dios tenía otros planes. Dios se “arriesgó” creando seres libres que podían hacer lo impensable; rebelarse contra su Creador.
¿Qué pasó en el paraíso? Tentación, malas decisiones, y consecuencias trágicas destruyeron la tranquilidad de la existencia de Adán y Eva. Génesis 2 y 3 detallan como Satanás puso a prueba su amor por el Señor—y fallaron. En términos bíblicos, ese fallo es llamado PECADO. Y de igual forma que el virus del SIDA infecta un cuerpo, debilita el sistema inmunológico, y lleva a la muerte, así mismo el pecado se extiende como una enfermedad mortal que pasa de una generación a otra.
No solo el pecado tuvo consecuencias desastrosas en la naturaleza humana, sino que el pecado trajo continuo e inmediato juicio de Dios. Génesis 3 nos dice como la muerte espiritual y física se convirtieron en parte de la existencia humana (vs. 3,19), dar a luz sería doloroso (vs. 16), la tierra sería maldita con espinos que haría el trabajo del hombre dificultoso (v. 17-19), y Adán y Eva serían expulsados del Jardín del Edén dónde habían disfrutado de la presencia de Dios.
Algo anda mal con las criaturas de Dios. Podemos ser dianas de actos crueles por parte de otras personas o por parte de las fuerzas satánicas que se rebelaron contra Dios. Estos dos grupos tienen la capacidad de tomar decisiones para hacerse daño a ellos y a otros. Como seres libres que somos, nosotros hemos tomado y continuaremos tomando malas decisiones si así lo decidimos. Estas acciones a menudo afectan a otras personas.
El daño que otros nos causan puede ser debido al egoísmo por su parte. También podemos ser objeto de persecución debido a nuestra Fe en Cristo. A través de la historia los que se han identificado con el Señor Jesucristo han sufrido a manos de los que se rebelaron contra Él. Antes de su conversión, el apóstol Pablo era un perseguidor acérrimo de los creyentes—hasta el punto de perseguirlos a muerte (Hechos 7:54-8:3). Pero después de su dramática conversión al Señor, valientemente enfrentó toda clase de persecuciones al dedicarse a proclamar el Evangelio (2 Corintios 4:7-12; 6:1-10). Hasta podía decir que el sufrimiento que había experimentado le ayudó a ser más como Cristo.
La historia de Job es un ejemplo clásico de cómo una buena persona puede sufrir tragedias increíbles debido a ataques satánicos. Dios permitió a Satanás quitarle a Job sus posesiones, su familia, y finalmente su salud (Job 1-2). A muchos de nosotros nos cuesta entender esto, pero es porque tenemos un marco de referencia demasiado estrecho. Solo vemos el presente, el aquí y ahora, pero no vemos la eternidad. Job tampoco entendía por qué Dios permitió todo ese sufrimiento en su vida, pero Job fue fiel a Dios a pesar de todo, y su fe y paciencia son un ejemplo para todos nosotros. Job confió en Dios en todo momento aún cuando no entendía lo que pasaba ni por qué.
Job 2:10b
“¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios”.
Job ha sido y será por toda la eternidad una persona ejemplar que nos da mucho ánimo para soportar los sufrimientos. Job no culpó a Dios de hacer nada malo, y confió en Él en todo momento. Su entereza es de mucha admiración. Job no sabía en ese tiempo que su nombre pasaría a la historia por ser un ejemplo de paciencia y de fe. Dios lo premió y le bendijo con mucho más de lo que lo había bendecido antes.
Santa Biblia, vs. Reina Valera
Fuente: Why would a Good God allow suffereing?
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