Joven discapacitado vende dulces para alimentar niños pobres

Por Penélope Ashby/Mundo Cristiano

Mark Grantham es un Neozenaldés que ha dedicado su vida a dar de comer a niños en África y Asia. Para levantar fondos, vende chocolates desde su silla de ruedas al lado del camino.

“¿Disculpe, Señora, le gustaría comprar un chocolate?”, pide Mark en una calle.

Mark Grantham es muy conocido entre la gente que vive y trabaja en Auckland, Nueva Zelanda…les ha vendido chocolates durante casi 17 años.

Mark tiene parálisis cerebral y la razón que vende chocolates, unos treinta mil hasta ahora, se debe a su generosidad hacia los demás. Mark no gana dinero para si mismo. El lo regala a cinco niños que dependen de el para sobrevivir. Dos de los niños viven en África, en Tanzania…y tres en la India, en Mumbai…y todos reciben su apoyo de Mark a través de Visión Mundial.

Mark expresa su afecto por estos niños, “es como si yo fuera un padre para ellos”.

A pesar de su discapacidad, Mark ha viajado a ambos lugares. “Los tengo en mi corazón y son muy preciosos para mi”.

Mark esta muy consciente del hecho de que sólo puede cumplir su misión porque recibe tanta ayuda de su familia, sus amigos y sus asistentes personales.

“Tengo que depender de ellos para levantarme, para usar el baño, ducharme, comer…para todo!”.

La palabra “no”, no se aplica a Mark…el ha superado limites toda su vida…y su familia le ha apoyado en todo, dándole la oportunidad de vivir al máximo.

“Tengo que agradecer a mi Padre Celestial por darme tan buenos papas. No pudiera hacer esto sin Chris o Joce y Rachel y Nathan. Cuando paso por tiempos difíciles, ellos siempre están a mi lado”, dice Grantham.

Mark ya ha logrado más de lo que mucha gente espera lograr en toda una vida… y es fácil olvidar que tiene una discapacidad severa. Todo lo que hace requiere muchísima determinación y valor de su parte…y lo hace todo para los niños que el patrocina.

“Estoy muy contento con lo que estoy haciendo, porque Dios ha puesto en mi corazón el deseo de ir!”

La historia inspiradora de Mark se encuentra en un libro escrito por su padre, Chris Grantham.

Este esfuerzo de padre e hijo fue reconocido en un acto público por John Banks, Alcalde de Auckland. “Entre los dos, ustedes forman un gran equipo. Estoy aquí para honrarte y agradecerte por todo el gran trabajo que haces, Mark. Y de parte de los ciudadanos de Auckland, quiero decir que estamos muy, muy orgullosos de ti”.

El Dr. Matthew Farrant ha sido amigo de Mark por mucho tiempo. Y también formó parte del equipo que viajo con el a la India. “La ironía de este libro es que se trata de un hombre que no puede ni siquiera alimentarse el solo, y el nos vende chocolates, para que nosotros le demos de comer a el, y para que el pueda dar de comer al mundo”.

Colin Prentice fue el director de Visión Mundial en Nueva Zelanda y ha conocido a Mark por muchos años. “Mark Grantham es un héroe. No solo porque sobrevivió una cirugía para aliviar la presión que sufría en la espina dorsal…no solo por su perseverancia y el sacrifico de sus donaciones a Visión Mundial… sino porque desde su silla de ruedas el esta cambiando el mundo. Cada día otro niño podrá comer porque un joven discapacitado, a miles de kilómetros de África y Asia, ha puesto de su parte”.

Prentice dice que Mark es un testimonio en vivo de las palabras de E.E. Hale. “Solo soy uno, pero si soy uno. No puedo hacerlo todo, pero si puedo hacer algo, y no voy a dejar que lo que no puedo hacer me detenga de hacer lo que si puedo hacer”.

Y después de 17 años, seguirá vendiendo chocolates, Mark Grantham, para los niños que el apoya?

“Claro que si! Hasta el día que muera! Dios les esta alcanzando a ellos a través de mi!”, dice Grantham.


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