Docta ignorancia

Dicha expresión la empleó San Agustín, pero principalmente la acuñó Nicolás de Cusa para mostrar que la actitud prudente de un sabio es reconocer las limitaciones del conocimiento. Es, en otras palabras, la conciencia de nuestra ignorancia.

A veces llegamos ante algo superior con nuestra taza de té llena. ¿No sería mejor arribar con la taza de té vacía para que se llene?

Cuando se trata de Dios, reconocer los límites de nuestro conocimiento nos ayudará a comprenderlo mejor. Que nos acerquemos a Él con reverencia, conscientes que no sabemos nada, y que como Job podamos decir: «Ahora mis ojos te ven». En otras palabras, «mi taza está llena».


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.