El versículo de su interés, Mateo 24:15 dice: «Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la —abominación desoladora— de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda)», y entendemos que su deseo es aprender sobre la «abominación desoladora».
Como se observa, este pasaje hace referencia a Daniel 9:27 «Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador», y Daniel 11:31 «Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora».
Sobre Mateo 24:15 la frase —abominación desoladora— originalmente se refería a la profanación del templo por Antioco Epífanes, rey de Siria en la segunda centuria aC. Él invadió Jerusalén en el año 168 aC., donde transformó el altar en un santuario para Zeus, e incluso sacrificó cerdos en él, sin embargo, debemos decir que Jesús estaba viendo hacia el futuro.
Algunos comentaristas sugieren que esta profecía fue cumplida en el año 70 dC. cuando el general Tito invadió Jerusalén y destruyó el templo, sin embargo, el apóstol Pablo vio un cumplimiento aún futuro, según 2ª Tesalonicenses 2:3, 4, al igual que el apóstol Juan, según Apocalipsis 13:14-15, cuando el anticristo coloque una imagen en el templo durante la futura tribulación.
Las palabras de Cristo van más allá de ese año, a una época de cataclismo aun mayor que precederá inmediatamente su venida.
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