Levítico 10:1

Levítico 10:1 RVR60 y dice literalmente: «Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó».

Aunque la Biblia no se indica literalmente la infracción exacta, que los hijos Aarón cometieron, de alguna forma infringieron el precepto para la ofrenda del incienso, según Éxodo 30:9, 34–38, probablemente debido a que se habían emborrachado (vea los versículos 8, 9).

En lugar de tomar el —fuego del incienso del altar de bronce— ellos usaron alguna —otra fuente de fuego— y con eso perpetraron un acto que, considerando el descenso del fuego milagroso que acababan de observar y el solemne deber que tenían de actuar como Dios les había mandado, evidenció descuido, irreverencia y falta de consideración hacia Él.

Así que esta tendencia debía recibir castigo como ejemplo para todos los sacerdotes.


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