Ser fariseo es fácil, y viene de forma tan sutil que uno ni cuenta se da. Es tan fácil caer en esa posición porque olvidamos que, a pesar de que los fariseos era el grupo más atacado por Jesús, era también el grupo con las mejores intenciones de que el pueblo de Dios sea gente fiel y obediente a Dios.
Entonces, ¿dónde encontramos los fariseos?
Entre la gente que tiene las mejores intenciones de que el pueblo de Dios sea gente fiel y obediente. ¿Cuál es la forma en que actúan?
Queriendo transformar a la gente con sus reglas y pasos (te aclaro que es obvio que te dirán que sus reglas y pasos no son reglas ni pasos), señalando a esos que no son como ellos, discutiendo con aquellos que aún cuando se consideran seguidores de Dios: no piensan igual que ellos. Enojándose con la gente que no comparte sus puntos de vista. El fariseo se cree exclusivo del cariño y el amor y la atención de Dios.
Así que, cuidado: si sigues a Dios fielmente es muy probable que sin darte cuenta actúes como un fariseo.
Solo digo. Solo digo.
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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Foto Cortesía de Thomas Hawk
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