La importancia de tener una conciencia limpia

 

HPIM1064

 

Versículo Clave:

 “Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres”.

Hechos 24:16

  ¿Has notado que cuando dices o haces algo malo sientes una sensación incómoda dentro de ti? Esa es tu conciencia hablándote. Tu conciencia te habla cuando actúas mal. Para disfrutar el compañerismo con Dios, tienes que tener una conciencia limpia.

¿QUÉ ES UNA CONCIENCIA LIMPIA?

 Una conciencia limpia es esa libertad interna de espíritu que viene al saber que estás bien con Dios y con los demás. El Apóstol Pablo dijo:

“Y por esto procuré tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres” (Los Hechos 24:16).

El aspecto hacia Dios.

Debemos estar bien con Dios. Debemos saber en nuestro corazón que no hay nada entre nosotros y El.

El aspecto hacia los hombres.

    Debemos estar bien con nuestro prójimo. Debemos saber que hemos arreglado cuentas con los demás de manera que nadie pueda señalarnos con el dedo y decir: “Me hiciste mal y nunca te disculpaste ni intentaste arreglar las cosas conmigo”.

LA ENSEÑANZA DEL ANTIGUO TESTAMENTO

 El Antiguo Testamento es importante porque nos muestra situaciones reales de la vida y las decisiones de Dios respeto a ellas. En el capitulo 6 de Levítico, Dios habla de las “ofrendas de expiación” que se ofrecían cuando la gente cometía transgresión. La palabra transgresión significa infringir los derechos de otro o tratarle injustamente.

La ofrenda de expiación era una ofrenda especial que se ofrecía a Dios por los pecados que una persona había cometido contra otra persona. A Dios le afectan no sólo los pecados que cometemos contra El, sino también los pecados que cometemos contra otras personas. En Levítico 6, la Biblia menciona específicamente algunos de estos pecados:

  1. Ser descuidado con las cosas que te han encargado otras personas.
  2. Injusto en los negocios.
  3. Robar.
  4. Engañar.
  5. Quedarte con las cosas que encuentras, en lugar de devolverlas a sus legítimos dueños.
  6. Mentir.

Si alguien había robado algo o perdido algo que se le había encargado, o había mentido o engañado para conseguir algo, Dios demandaba que devolviera el valor total más un veinte por ciento de interés como multa.

Esto hacía del robo un negocio muy malo.

Cuando pecamos contra nuestro prójimo pecamos también contra Dios.

Esta verdad de que debemos arreglar cuentas con nuestro prójimo antes de poder estar bien con Dios, se enseña también en el Nuevo Testamento. El Señor Jesucristo dijo:

“Por tanto si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” Mateo 5:23-24.

¿Que significa “reconciliarte” con tu hermano? Significa arreglar cuentas con él, ya sea pidiéndole perdón o haciendo restitución. Tú no puedes adorar a Dios correctamente cantando, orando, ofrendando o en ninguna otra forma, hasta que primeramente, te hayas reconciliado con tu hermano.

El Señor Jesús está aquí estableciendo un principio. Es el mismo principio que vimos en el Antiguo Testamento. El principio es éste: Debemos estar bien con nuestro prójimo para estar bien con Dios.

 No todos los pecados requieren que arreglemos cuentas con otra persona. Si nuestro pecado fue cometido contra Dios solamente, debemos confesárselo sólo a Dios. Pero si hemos hecho mal a otros, debemos arreglar las cosas directamente con ellos. Pedirle perdón sólo a Dios no es suficiente. Debemos arreglar cuentas con los demás para que podemos estar bien con Dios.

Escuelas Fuente de Luz/La Vida Cristiana Practica


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