Porque he aquí vuestro Galardón es grande en los Cielos.

Nadie hizo unas afirmaciones más sorprendentes sobre la otra vida, que Jesús de Nazaret.

Con frecuencia, sus enseñanzas dejaban a sus oyentes asombrados, pasmados e incluso enojados. Veamos su primera aparición pública a los doce años:

«Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas» (Lucas 2:47).

Cuando Jesús comenzó formalmente su ministerio, sus oyentes «se admiraron» de nuevo (Mateo 7:28).

En su enseñanza conocida como el Sermón del Monte, dijo:

Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. Gozaos en aquel día, y alegraos. (Lucas 6:22-23)

Es posible que usted conozca bien estos versículos. Tengo que confesar que los leí docenas, tal vez veintenas de veces, antes de leerlos realmente. Lo que Jesús afirma parece increíble,

¿No es cierto?

Yo solía pensar que estaba diciendo algo como:

«Si los persiguen por mi causa, van a estar tan felices, que van a saltar de puro gozo».

Pero si sigue leyendo, se ve con claridad que no es eso lo que quiso decir Jesús.

Esto es lo que dijo a continuación:

Porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos.

En estas diez palabras, Jesús revela la razón por la que usted y yo nos’ podemos regocijar, aun en las peores circunstancias.

¿Por qué?

Porque hay una conexión directa entre algo que usted haga por Él en la tierra, y algo «grande» que Él va a hacer por usted en el cielo.

Observe que Jesús lo describe como recompensa por hacer, lo cual lo debería distinguir, por ejemplo, de un regalo que usted recibe por creer. Además, el galardón es específica y personalmente para usted, si se comporta de una forma, pero no

lo va a recibir si se comporta de otra (por ejemplo, si huyó bajo la presión de la persecución).

Verá. Jesús no nos está pidiendo a usted y a mí que disfrutemos por Él del sufrimiento. Lo que nos está diciendo es que las consecuencias que tendrán

en el cielo ciertas acciones de la tierra va a ser tan maravillosa, que solo saber que vendrán y saber lo excelentes que serán- puede transformar nuestra forma de vivir ahora. Sí, e incluso crear unas explosiones espontáneas de regocijo.

Esta promesa de una recompensa en el cielo no es un ejemplo aislado de las enseñanzas de Jesús sobre el tema:

• «y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras» (Mateo 16:27).

• «y tendrás tesoro en el cielo» (Mateo 19:21).

• «y serás bienaventurado; porque… te será recompensado en la resurrección de los justos » (Lucas 14:14).

Como descubrirá de inmediato, lo que implican estos pasajes es enorme. Por una parte, sugieren que Dios está tomando nota de lo que usted hace para Él todos los días.

Por otra, que tiene más que ganar de lo que se imaginaba, cuando le sirve a Él.

Dios los Bendiga…..


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