El Campo de Batalla y la Renovación de la Mente

Introducción
“Aunque andamos en la carne, no militamos según la carne, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:3-5). La semana pasada estuvimos hablando de “las armaduras del creyente” en Efesios 6:10-18 el Señor nos manda a renovar nuestras mentes y así no dar cabida al enemigo con malos pensamientos. La oración y las alabanzas ayudan a renovar el espíritu angustiado y con tormento. Debemos de orar en todo tiempo y con la asistencia del Espíritu Santo perseverando día y noche. Nuestra fortaleza está en Dios y en su poder, Satanás no tiene fuerzas para combatir con un hijo de Dios que viste las armaduras día y noche. Dios nos advierte a que siempre estemos alertas porque el enemigo anda bien enojado. “Sed sobrios y velad porque vuestro adversario el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8).

Unas de las armas que Satanás utilizas para agitar al ser humano es el espíritu de depresión. La depresión es un padecimiento que se ha propagado grandemente afectando a millones de personas, tanto a cristianos como a no cristianos. La depresión regularmente ocurre cuando una presión externa invade nuestro corazón y lo agobia con desesperación. Puede afectar todas nuestras relaciones personales, incluso nuestra relación con Dios. Cuando estamos deprimidos, ponemos más atención a nuestras circunstancias y en cómo nos sentimos, no existe nadie más, solo nosotros y el mundo cruel que vemos a través de nuestra situación sin poner principalmente la mira en lo que dice la Palabra de Dios, y eso impide nuestra habilidad de oír claramente de Dios y lo que Él puede hacer por nosotros en esa situación de aflicción.
Este espíritu parece que está de moda en todas partes. Las causas de estos trastornos pueden ser económicos, divorcios, perdida de un familiar o del trabajo, y otras causa que luego vamos a plantear. Cuando un familiar cercano se deprime se altera todo el equilibrio de la vida familiar. La mente juega un papel muy importante en la vida del cristiano. Dios nos creó para que podamos pensar y tomar decisiones. En su plan creador para cada unos de nosotros; Él nos dio todo el poder para que hagamos nuestras propias decisiones y dominio propio para seguir corriendo, sobrepasando todos los obstáculos de la vida. Dios sabe cómo estamos hechos; Él nos creo. Él sabe lo débil que somos por eso nos advierte en proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”.

Dios quiere que guarde tu corazón Porque de él mana la vida. El enemigo quiere tener tu mente depresiva, cabizbaja, derrotada en todos los aspectos tanto físico como espiritual. Hermanos (a) quiero que entiendas esto de parte del Señor: El anhelo de Dios es que tu mente este puesta en Él en todo tiempo. Recuerda que cuando tenemos nuestra mente puesta en Dios, Él nos guardará en perfecta paz. No te estoy hablando de la paz del mundo; la paz que me refiero es la paz que solamente Dios la da a sus hijos. «Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús» Filipenses 4:7 Si tu mente esta fija en Dios; Él guardará tu corazón de malos deseos y también guardará tus pensamientos, de tal forma que no entrará cosa inmunda alguna. No permitas que el enemigo haga nido en tu cabeza con distracciones. Llénate de la paz del Señor, búscala aunque no sienta fuerzas. El enemigo quiere turbar tu corazón y tu mente llenándolos de muerte; en cambio el plan que Dios tiene para tu vida es de bien y no para mal.

No te deje arrastrar por las artimañas de Satanás; él es un mentiroso, todo lo que él respira es destrucción, la depresión es destrucción. Jesús vino a tu vida para darte paz y vida en abundancia porque te ama y no quiere que perezca. Levántate en el nombre de Jesús! Dios es tu fortalezas, Él te prometió que no te dejaría huérfana (o). Dios te da paz hoy, solo cree por fe. Jesús murió por ti en la cruz del calvario pero antes de irse con su Padre celestial, nos prometió que nunca nos iba a dejar desamparados. Él nos dejó su paz. “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo (Juan 14.27).” “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo (Juan 16.33). Es muy fácil decir “recibe la paz” cuando está llena (o) de problemas. Jesús con todo el sufrimiento en la cruz; venció al mundo. Él tuvo muchas aflicciones de manera que nosotros también; si Él venció, nosotros somos más que vencedores en Cristo Jesús que nos fortalece: Clama su fuerza, no te deje llevar de las corrientes de maldad; pelea en el nombre de Jesús!
El enemigo quiere trastornar tus pensamientos y desviarlos con dardos para que no tenga paz en tu alma. La mayoría de estos dardos están dirigidos a tu mente, él puede utilizar cualquier cosa para verte deprimido. Es como un juego mental donde él se cree el ganador. Ahora te voy a hacer una pregunta. ¿Quién controla tu mente, tú o el enemigo? Tú puede controlar lo que entra en tú mente por medio del perdón y de la palabra de Dios. Con la palabra de Dios en tus manos; vencerás. El Apóstol Pablo advierte que no debes ser “movido fácilmente de tu modo de pensar (2 Tesalonicenses 2:2). En la traducción griega, “movido” significa “agitar, molestar, derribar, destruir.” No dejes que Satanás domine tu mente, él quiere ejercer control sobre tu mente. No permitas que agite tus pensamientos; tú tiene el poder para controlar tu mente en el nombre de Jesús.
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. Debemos tomar estas palabras y hacerla nuestra en nuestro diario vivir. Dios nos manda a que cuidemos nuestros corazones porque el corazón es el lugar donde se sientan las emociones, los pensamientos, lo más profundo del ser, lo que lo mueve a pensar, a actuar, a tomar decisiones y a obrar, por tanto, nosotros tenemos la responsabilidad de cuidar y velar lo que entra en nuestros corazones. Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre, porque del corazón salen los malos pensamientos…” (Mateo 15:18-19). Porque cuáles son sus pensamientos íntimos, tal es él…” (Proverbios 23:7). Marcos 7: 14-16 “Y llamando a sí a toda la multitud, Jesús les dijo: Oídme todos, y entended: Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre. Si alguno tiene oídos para oír, oiga. La naturaleza del hombre está inclinada hacia la maldad y el pecado desde que nace. El corazón hace siempre lo opuesto Pues el corazón del hombre se opone a Dios, se rebela contra Dios, es desobediente a seguir las leyes de Dios.

Dios sabe lo que se encuentra en nuestros corazones “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.” Jeremías 17: 9-10 Es por esa razón que todos necesitamos ser transformados por medio del Espíritu Santo de Dios. Dios sabe lo que se encuentra en nuestros corazones. Satanás sabe que si puede controlar tu mente, puede controlar tu cuerpo. No dejes que el enemigo tome dominio de ti; levántate recobra fuerzas en el nombre de Jesús. Hazle frente al enemigo resistiéndolo en el nombre de Jesús.
¿Cómo voy a hacerle frente?
Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo y orando por esa persona que te está haciendo la guerra. Perdónala (o) si te ha ofendido, y si eres tú el que ofendió pide perdón. “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (Segunda de Crónicas 7:14). El enemigo siempre va a querer zarandear la mente humana para distraer el plan que Dios tiene para cada unos de nosotros. La palabra zarandear en el diccionario español significa agitar, por tanto esta palabra tiene que ver con la alteración, turbación, trastornos, desasosiego,

Tu Debe ser vigilante a las cosas malas que entran en tu mente y darle un pare en el nombre de Jesús. No le dé cabida al diablo con sus mentiras. Perdonar a otros es mandatorio en la vida del creyente. Perdona y perdónate. Cuando perdona, las cosas cambian, se renuevan tus pensamientos y recibe liberación del yugo de la opresión. Eres libre en el nombre de Jesús. Decídete a perdonar hoy, recuerda que el poder sanador de nuestro Señor Jesucristo no puede penetrar a través de la falta de perdón. Recibe sanidad en el nombre de Jesús. La mente es el campo de batalla principal en la guerra espiritual. Cada ataque de Satanás involucra la mente humana. El enemigo siempre va a querer zarandear la mente humana para distraer el plan que Dios tiene para cada unos de nosotros. La palabra zarandear en el diccionario español significa agitar, por tanto esta palabra tiene que ver con la alteración, turbación, trastornos, desasosiego, perturbación y alboroto. Estas palabras es la que utiliza Satanás para trastornar lo que Dios creó a su imagen. Satanás sabe que si puede controlar tu mente, puede controlar tu cuerpo. No dejes que el enemigo tome dominio de ti; levántate recobra fuerzas en el nombre de Jesús. Hazle frente al enemigo resistiéndolo en el nombre de Jesús.

Hay personas que en realidad no están enfermas física ni mentalmente, pero cargan en su interior mucho dolor, odios, enojos y raíces de amarguras muy profundas. Estas se tornar en depresión que vienen a reflejarse en lo físico. Cuando van al médico y éste los revisa, no encuentran nada porque en realidad el problema proviene desde las profundidades del corazón. Eres tú quien debes revisarte. Si hay odio en ti, si hay amargura en ti, es el pasado que te detiene, un abuso, una perdida. Todo esto te ha consumido a tal grado que no sabe qué hacer. Este dolor se cura por medio del perdón. La falta de perdón es lo que te tiene en esa condición que no te deja vivir en paz. La falta de perdón engendra odio, venganza, resentimiento, tristeza, contienda y ellos envuelven toda nuestra vida emotiva afectando el cuerpo físico. Estos problemas hoy día están afectando a muchos hogares en todo el mundo y muchos no saben cómo lidiar con estos. La consecuencia son las enfermedades tales como la depresión. Muchas enfermedades son fruto de estos estados de tensión y sufrimiento.

Estudios revelan que alrededor de 289,000 veteranos de las dos guerras (Irak y Afganistán), son encontrados con Trastorno de Estrés Postraumático (PTSD) y depresión. El problema es alarmante donde muchos ya se han quitado la vida. Todo mundo se está movilizando para buscar la solución. El recuerdo de las guerras, problemas familiares, problemas económicos, divorcios, alcoholismo, amargura, falta de perdón y otros problemas, hacen que el individuo recuerde afectándolo (a) físicamente. En lo espiritual, el recuerdo de una persona que nos ha herido y no la hemos perdonado nos revuelve las entrañas y nos afecta la parte física.
¿Cómo se presentan estos trastornos en lo físico?
Cambios del patrón de sueño. Cambios del apetito. Menor capacidad para sentir placer, por ejemplo, pérdida de interés y de goce de cosas que antes deleitaban. Sentimientos de minusvalía, de no valer nada, de desesperanza, de desamparo, Sentimientos inapropiados de culpa. Problemas con el pensar, con la concentración y con la atención. Sentimientos de tristeza, ira, desesperanza, fatiga, Pueden empezar a sentirse inútiles y aún pensar en el suicidio, perdiendo interés en cosas y personas con las que antes disfrutaban. Con frecuencia la depresión se presenta por la pérdida del trabajo, la muerte de un ser querido, el divorcio o problemas psicológicos como el abuso o la baja autoestima. Ánimo deprimido. Dolores y sufrimientos físicos, desaliento, falta de motivación, aislamiento, intranquilidad con pensamientos negativos, auto-culpa, inconstancia, beber alcohol en exceso, pensamientos confusos, inquietud, ira, ansiedad, intensos sentimientos de tristeza, y miedos, expectativas no cumplidas, y una actitud negativa pueden todas ser usadas para causar depresión. En Proverbios 24:10 somos advertidos sobre “ser débiles en el día de la adversidad”
Algunas veces la depresión es causada por las actitudes negativas de aquellos alrededor de nosotros mediante los cuales Satanás opera. En Deuteronomio 1:28 el pueblo de Dios admitió “nuestros hermanos han desanimado nuestro corazón.» Si estás batallando con la depresión, esto puede ayudar: Llena tu corazón con la Palabra de Dios. Usted no estará en control todo el tiempo de sus circunstancias, pero usted puede controlar lo que está en su corazón. Siembre la Palabra de Dios y Sus promesas en su corazón, lea la biblia, en especial los Salmos en los cuales hay mensajes de esperanza y motivación para el corazón afligido. La depresión no prevalece en un corazón que está firmemente establecido en la Palabra.

Háblele a sus problemas, no hable acerca de ellos. Al usted hablar siempre acerca de sus problemas causa que alejes a las personas de ti, pues nadie quiere estar al lado de alguien quejumbroso y negativo, además empiezas a ver más grande el problema de los que en realidad es. Cuando meditas y estudias la Palabra de Dios y crees en tu corazón que esta Palabra es verdad, gradualmente tu vocabulario y pensamientos empiezan a ser cada vez más positivos y llenos de fe, al punto de que cambiarán tu perspectiva acerca de tu situación. Pida a Dios que supla lo que hace falta en su vida, no se angustie ni se ahogue en cosas que usted simplemente no puede resolver. Descanse en el Señor y no tenga temor en pedirle a Dios por lo que usted necesita. Pase tiempo con Él, saque el tiempo y háblele al Señor en oración. De a Dios alabanza y gratitud. Cuando usted alaba a Dios y le agradece a Él por lo que ha hecho por usted especialmente cuando usted estas en medio de una situación difícil, Él le hará descansar de sus cargas y recompensará su actitud de gratitud.

Dios tiene un gran futuro para ti. A pesar de lo que estés pasando, Él es tu única salida. Si necesitas apoyo, busca la ayuda de consejeros, pastores, amigos creyentes quienes te animaran y te ayudarán. Ten fe y paciencia, vas a salir pronto de esto. «Tendrás confianza, porque hay esperanza» (Job 18:11)
La depresión regularmente ocurre cuando una presión externa invade nuestro corazón y lo agobia con desesperación. Puede afectar todas nuestras relaciones personales, incluso nuestra relación con Dios. Cuando estamos deprimidos, ponemos más atención a nuestras circunstancias y en cómo nos sentimos, no existe nadie más, solo nosotros y el mundo cruel que vemos a través de nuestra situación sin poner principalmente la mira en lo que dice la Palabra de Dios, y eso impide nuestra habilidad de oír claramente de Dios y lo que Él puede hacer por nosotros en esa situación de aflicción.

«Cuando os pongáis a orar, si tenéis algo contra alguien, perdonádselo, para que también vuestro Padre celestial os perdone vuestros pecados. Pues si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre celestial os perdonará vuestras culpas.» (Marcos 11, 25-26) Recuerda que “ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” (Romanos 8:1).
Sigue corriendo la carrera de Dios como una vencedora (o) sin miedo; “porque no nos ha dado Dios espíritu de miedo ni cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7). Lee la palabra de Dios; contraataca al que te hace la guerra con la palabra de Dios; satúrate de ella, renueva tu mente con el poder de Cristo. Saca toda ira que hay en ti, y perdona a quien ofendiste porque “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
Pídele a Dios que renueve tu mente cada día, clama su paz. “No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento” (la mente) (Romanos 12:2). Renuevas tu mente mediante la oración y la meditación de la Palabra de Dios. Combate todas imaginaciones malvadas que Satanás inserta en tu mente por medio de la palabra de Dios. Rehusar convivir con los pensamientos que Satanás inserta en tu mente. Eres tú quien debes poner de tu parte. Llena tu mente con cosas positivas, las negativas recházala no le dé lugar ni para coger impulso.
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8). “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas” (Josué 1:9). Hermanos mío, “Dios manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30). Este arrepentimiento es un cambio de mente, es aceptar delante de Dios que eres pecador y necesitas apropiar lo que hizo por ti en la cruz. En Hechos 16:30-3l, el carcelero de Filipos les preguntó a Pablo y Silas: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo. Simplemente cree que él pagó por tus pecados, murió en tu lugar, fue sepultado, y resucitó. Esta resurrección le asegura al creyente que tiene vida eterna cuando recibe a Jesús como su Salvador personal.

Simplemente tienes que creer que él pagó por tus pecados, murió en tu lugar, fue sepultado y resucitó por ti. Luego invócalo. “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Romanos 10:13. “Todo aquel” te incluye a ti. “Será salvo” no significa que quizá sea salvado, sino que afirma que será salvado. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). En Lucas 18:13 encontramos que el pecador oró:”

Dios, sé propicio [misericordioso] a mí, pecador”. Las vestiduras de la salvación es la cobertura espiritual de protección y Salvación que tenemos en Cristo. Una vez éramos pecadores, pero la gracia de Dios nos rescató. Seguramente te das cuenta que eres pecador. Ahora mismo, dondequiera que estés, dirígete a Dios y con tus propias palabras ora así: Señor Jesucristo, reconozco que eres el Hijo de Dios y que moriste en la cruz por mí, vengo a Ti así como soy, un pecador (a) yo me arrepiento, perdóname de todos mis pecados, límpiame de toda maldad. Señor yo me entrego a Ti por completo, entra a mi corazón, te acepto como mi Señor y Salvador. Hazme la persona que tu quieres que yo sea, sana mi cuerpo, gracias por llenar mi vacío, cúbreme con Tu preciosa sangre, escribe mi nombre en el libro de la vida, lléname con tu Espíritu Santo, gracias Señor por salvarme. Te agradezco el perdón de mis pecados, el regalo de la salvación y la vida eterna, por su gracia misericordiosa. Amén.”

Si decidiste convertirte en un cristiano (a) en el día de hoy, bienvenido a la familia de Dios. Ahora, como una forma de crecer más cerca de Él y de Su palabra, Comparte tu experiencia con otras personas de tu nueva fe en Cristo. Bautízate como lo ordenó Cristo. Pasa tiempo con Dios cada día, simplemente desarrolla el hábito diario de orar y leer su Palabra. Pídele a Dios que incremente tu fe y tu comprensión de la Biblia y aplícala en tu diario vivir. Encuentra una iglesia local en la que puedas adorar a Jesús.

http://ministeriosdesanidad.org/El_Campo_de_Batalla_en.html
Por Buenaventura Flores



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