Reconciliación por medio de Jesucristo



Querido hermano, es muy importante que como hijos de
Dios comprendamos que Jesús no solo es responsable de nuestra salvación y
de la vida eterna, la cual es invaluable, sino también de la nueva vida
en Cristo aquí en la tierra. Muchos de nosotros en otro tiempo
estábamos perdidos, sirviendo al diablo, obedeciendo a nuestras propias
pasiones, inundados en la porquería del pecado, consumidos y cansados.

“En
otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados, en
los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían
según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce
su poder en los que viven en la desobediencia. En ese tiempo también
todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos
pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos.
Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios..” Efesios
2:1-3 (NVI)

El dolor invadía nuestros corazones,
la depresión, la angustia, la soledad, el alcoholismo, la drogadicción,
pornografía, masturbación, fornicación, lujuria, ira, enojo, llanto. El
diablo nos tenía bajo su yugo.
Lo más horrible de esta situación no
era el sufrimiento emocional o físico sino que la condenación, por
cuanto éramos hijos de la desobediencia. No podemos echarle la culpa a
nadie, nosotros escogemos nuestro propio destino, nosotros decidimos que
es lo que hacemos con lo que Dios nos da, y aunque algunas situaciones
nos provocan hacer el mal, finalmente nosotros mismo somos quienes
escogemos ese camino.

En esto se manifestó el amor de Dios a
nosotros, que envió a su unigénito hijo para que el pudiera pagar el
precio de nuestro pecado, y con solo creer en el sacrificio en la cruz,
nos hace salvos. “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo
unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga
vida eterna.” Juan 3:16

¿Por qué necesito reconciliarme?
Nuestra condición precaria de pecadores nos apartaba del
padre, en nuestro pecado nos desviamos del camino de Dios y nos
entregamos a las pasiones de nuestra propia carne y no solo las hacíamos
sino que nos complacíamos en ellas, la biblia nos dice que este es el
estado natural del hombre sin Dios
“estando atestados de toda
injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de
envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores,
detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos,
inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin
afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo
entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son
dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con
los que las practican.” Romanos 1:29-32

Jesús
nos reconcilia con el padre ya que a causa de nuestro pecado estábamos
separados de él, el es espíritu y nosotros somos carne y el es santo y
nosotros pecadores (transgresores de su ley).
Reconciliar=bendecir
algo que había sido profanado / restablecer el dialogo, amistad o
concordia entre dos o más partes que estaban enemistadas.
El pecado
nos tenia aparte de Dios, separados totalmente, “por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados
gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo
Jesús, a quien Dios puso como propiciación (el que paga el precio) por
medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de
haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados” Romanos
3:23-24

Nosotros en otro tiempo éramos enemigos de
Dios, pero por medio de la cruz Jesús nos reconcilia con el padre.
Jesús el hijo de Dios, responsable por todo lo que existe, nos
reconcilio y nos lavo del pecado con su sangre preciosa y nos presenta
limpios y justos delante de su padre, mediante su sacrificio (véase Colosenses
1:15-23)

El
Hombre sin Dios

Pero en esto se manifestó el amor de
Jesús, en que nosotros estando en el fondo del lodo cenagoso; muriendo y
atestados de toda maldad, inmoralidad, perversidad y depravación,
Cristo murió por nosotros, sin valer nosotros absolutamente nada, cuando
nadie miraba nada en nosotros, cuando nos dimos cuenta de que nada
valía, de que “de nada sirve ganar el mundo si al final perdemos
nuestra alma”.
Cristo nos amo, y se entrego por nosotros
“Y me hizo sacar del pozo (foso, mazmorra, hoyo,
prisión, cárcel, sepulcro) de la desesperación (destrucción), del lodo
cenagoso (heces, excremento, sedimento); Puso mis pies sobre peña, y
enderezó mis pasos.” Salmos 40:2

“Mas
Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros.» Romanos 8:5

Sin
Cristo nunca podríamos llegar al padre y nunca podríamos ser libres de
la aflicción terrenal. Estando enfermos, esclavos del pecado,
depresivos, con ganas de suicidarnos, Cristo vino a librarnos, Jesús
dijo en sus primeras declaraciones: “El Espíritu del Señor está
sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad
a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los
oprimidos; A predicar el año agradable del Señor” Lucas 4:18-19

Muchos
de nosotros estuvimos así un tiempo, atestados de todas las maldades,
esclavizados por vicios o por nuestras propias pasiones, cautivos de
algún hábito oculto, enfermos, etc. Y Cristo ha venido a nuestras vidas a
hacernos libres.
Amigo, Jesús te ama, ven a él. Tu eres cautivo del
pecado, por lo tanto nunca podrás ser completamente feliz, nunca, las
cosas materiales jamás llenaran tu corazón, solo Cristo te llena.

Cristo me reconcilia con el Padre
Cristo
por medio de su sacrifio en la cruz, en la cual cargo con todos
nuestros pecados nos justifica (declarar a alguien justo, aunque este no
lo sea) delante del padre, poniéndose él en nuestro lugar,
substituyéndonos, perdonándoos y pagando el precio que correspondería a
nosotros, el cual es la muerte (véase Romanos 6:23)
Jesús pago nuestro pecado y nos hace nuevas criaturas, todo lo viejo
paso y todo es hecho nuevo, el nos quita el yugo del pecado, nos da su
espíritu santo, nos limpia de nuestro pecado y nos presenta justos y
limpios delante del padre, tomando nuestro lugar como sacrificio. Y el
padre hace justicia derramando su ira sobre el hijo. Y ahora Dios ruega a
través de los que creemos en él, para que todos los hombres crean en
aquel que nos amo.

“Así que, somos embajadores en nombre de
Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre
de Cristo: Reconciliaos con Dios.” 2da Corintios 5:20

Mediante
su sacrificio en la cruz Jesús nos hace nuevas criaturas, renovando por
completo toda nuestra vida, poniendo su espíritu dentro de nosotros y
olvidando todas nuestras maldades. Nuestro Dios maravilloso no nos
tomara en cuenta nuestros pecados a causa de que su hijo los pago por
completo en la cruz del calvario hace 2000 años. (véase 2da
Corintios 5:14-21
).

En otro tiempo estábamos
separados de Dios, queriendo llegar a él por nuestros propios métodos y
no teníamos ni esperanza de cambio ni de nada, simplemente esperábamos
la muerte. Estábamos tan lejos de Dios, pero por medio de la sangre de
Jesucristo derramada en la cruz del calvario el nos ha acercado al
padre, nos ha hecho pueblo y real sacerdocio y por medio de su
sacrificio pasamos a ser miembros de la familia de Dios edificados sobre
la Roca, Jesucristo (véase Efesios 2:11-22)

Ven, Cristo te esta llamando
«sino que lo necio del mundo escogió Dios, para
avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para
avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió
Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es» 1era Corintios
1:27-28

Por eso a Dios le place escoger lo que nadie
quería, lo que nadie le daba valor, lo que todos menospreciaban y con
esto avergüenza a aquellos que cree que son. Dios es soberano y el
interviene en nuestras vidas y siempre está a nuestro rescate y por
medio de su sacrificio en la cruz el cual parece locura para algunos, el
hace el milagro de poner la vida de Dios en el corazón de los hombres,
mediante la fe (véase 1era Corintios 1:18-31)

Amigo,
tu tal vez seas ese menospreciado, vil, necio; Jesús te ha llamado a su
presencia, cree en su sacrifico, tienes un gran vacío en el corazón y
el peso del pecado esta sobre tus hombros, jamás podrás tener la
plenitud de gozo apartado de Jesús.
La paz que Cristo te dá, nada te
la podrá quitar, el te ofrece la vida eterna después de esta vida y la
salvación eterna del infierno.

Ven y reconcíliate con Dios por
medio de Jesús, “Jesús les dijo: Yo soy el camino la verdad y la
vida, nadie viene al padre sino es por mi”
Juan 14:6.
Jesús
te dejo su palabra, escudríñala en ella está la revelación para ser
salvo: “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que
me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me
manifestaré a él.” Juan 14:21

Ven a Jesús
el te recibe y te pondrá su mano y te sustentara y jamás te dejara, el
te dará las fuerzas y jamás te abandonará, “Todo lo que el Padre me
da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.”, “Jesús les
dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y
el que en mí cree, no tendrá sed jamás.”, “Mis ovejas oyen mi voz, y yo
las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán
jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” (Juan 6:37, 35,
10:27-28)

Cree en el señor Jesucristo, “De
cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.” Juan
6:47, “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo
(este ya estaba condenado a causa del pecado), sino para que el mundo
sea salvo por él.”
Juan 3:17 (BA)
Cree
en Jesús y serás salvo, pon tu fe en el, cree en él a pesar de todo, el
ya hizo el resto para reconciliarte, solo creen en el que murió y
resucito, y él te dará la vida.

Arrepientete

tienes que arrepentirte de tus pecados, osea cambiar tu
manera de pensar con respecto al pecado y volverte de tu camino a Dios,
es reconocer tu pecado delante de Dios y apartarte de él. El que no se
arrepienta morirá “Jesús dijo: antes si no os arrepentís, todos
pereceréis igualmente.” Lucas 13:3

“Dios es
juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días. Si no se
arrepiente, él afilará su espada; Armado tiene ya su arco, y lo ha
preparado.” Salmos 7:11-12

Cuando tu pones tu fe en Jesus es necesario que tú
reconozcas tu pecado, reconozcas que has hecho mal y que reconozcas que
tu pecado te separa de Dios, tu pecado ofende a Dios, eres aborrecibles
para él por causa de tu pecado, por lo cual tú tienes que apartarte de
tu pecado y volverte a Dios, así como David en el salmo 51,
el afirma “un corazón contrito un humillado no despreciara el
señor”,
ese corazón contrito es un corazón arrepentido y
quebrantado.
La soberbia en el corazón del hombre es lo que no lo
deja arrepentirse, por esa razón muchos se van a al infierno, ya que se
enaltecen y no se arrepienten de sus maldades.

Apártate de tu
pecado, pecador que lees esto, apártate y cambia tu manera de pensar,
vuélvete a Dios y no regreses a hacer lo mismo de antes, no derrames
lagrimas de cocodrilo, no dejes que tu corazón se endurezca
(encallecimiento), una vez que tu corazón se endurezca no oirás la
palabra de Dios y todo será más duro para ti.

arrepentirse es
parte del creer en Jesus, deja tu pecado y vuelvete a tu Dios, animo
amigo, no todo esta perdido, cree en el y seras salvo, confiesalo a
pesar de lo que pase, reten tu fe y no desmayes.
“que si
confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón
que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón
se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues
la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado” Romanos
10:9-11

Dios te bendiga!

Escrito por: Jorge Valle
[email protected]
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Reconciliacion
por Medio de Jesucristo



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