Ya sabes que soy adicto a los libros.. Aparte de eso (y aunque he tenido que aprenderlos a amar en digital) me encanta el olor del papel y como se siente, las buenas portadas y desgraciadamente libros malos que tienen buenas portadas. ¡Bla! Si eres amigo mío esto no es nada nuevo. Pero estando en la mitad de mi vida he tenido que hacer las paces con el hecho de que tristemente no podré leer todos los libros que quiero, esa realidad me entristece pero ¿qué puedo hacer? La vida debe seguir, hay que trabajar, sembrar algunas matas de batata, tener un hijo (o 15) y escribir un blog (¡ah, te gustó!).
Pero también me he dado cuenta que he leído mucha porquería, y si pudiese viajar en el tiempo volvería y me recomendaría a mi mismo que leyera otras cosas. ¡Ya fue! Así que, mirando lo que queda por delante: debo leer en específico. Mi pana Rick (¡hey loco ¿qué lo qué?!) diría: «LEER CON PROPOSITO» pero creo que todo lo que es «Con Propósito» lo tiene copyright y por más amigos que seamos sus abogados me tendrán que demandar. Aparte, el propósito de la lectura cambiaría cada ciertos meses o semanas, entonces «específico» me suena mejor. «Específico» porque ya no hay mucho tiempo que perder, ya perdí el tiempo que se me concedió para perderlo.
Me encantaría leer «Mere Christianity» ocho veces más, «The Divine Conspiracy» tres veces más, y «Out Of Solitude» por lo menos 20 veces más; pero ahora debo ser más específico en lo que leo hasta que se me conceda otra vez tiempo para perderlo.
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