La oración y la obra de dios (1)

LA ORACIÓN Y LA OBRA DE DIOS (1)
Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica. (Efesios 6:18)
Así ha dicho Jehová el Señor: Aún seré solicitado por la casa de Israel, para hacerles esto; multiplicaré los hombres como se multiplican los rebaños. (Ezequiel 36:37)
Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os acordáis de Jehová, no reposéis, ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra. (Isaías 62:6,7)
Uno
Cuando Dios obra, lo hace siguiendo una ley precisa y un principio definido. Aunque El podría hacer lo que quisiera, con todo nunca obra descuidadamente. Todo lo que El hace está siempre de acuerdo a una determinada ley y principio establecidos por El.
Sin duda alguna El puede transcender todas estas leyes y principios, pues es Dios y es muy capaz de actuar conforme a lo que le plazca. Sin embargo, descubrimos en la Biblia un hecho maravilloso: que a pesar de su infinita grandeza y de su habilidad para obrar de acuerdo a su voluntad, Dios siempre actúa siguiendo la línea de la ley o del principio que El ha establecido. Parece como si Dios, de manera deliberada, se haya sometido a la ley para ser controlado por su propia ley.
‘Así pues, ¿cuál es el principio que regula la obra de Dios? La obra de Dios se ajusta a un principio básico: El quiere que el hombre ore; desea que el hombre coopere con El por medio de la oración.
En cierta ocasión un cristiano que sabía orar muy bien, declaró esto; que todas las obras espirituales incluyen cuatro escalones. El primer escalón es que Dios concibe un pensamiento, el cual es su voluntad. El segundo escalón es que Dios revela su voluntad a sus hijos por medio del Espíritu Santo, haciéndoles saber que El tiene una voluntad, un plan, una demanda y una expectación. El tercer escalón es que los hijos de Dios devuelven la voluntad de Dios ofreciéndole oraciones, pues la oración es la manera como respondemos a la voluntad de Dios. Si nuestro corazón es uno con su corazón, nosotros expondremos naturalmente en nuestra oración lo que Dios intenta hacer. El cuarto escalón es que Dios llevará a cabo esta misma cosa.
Aquí nosotros vamos a poner nuestra atención no en el primer escalón ni en el segundo, sino en el tercero: cómo tenemos que devolver la voluntad de Dios ofreciéndole oraciones. Fijémonos bien en la palabra «devolver». Todas las oraciones de valor contienen en ellas este elemento de «devolver». Si nuestra oración tiene solamente el propósito de lograr nuestro plan y nuestras expectaciones, en el terreno espiritual no podemos decir que esta oración valga mucho. La oración debe tener su origen en Dios, y a nosotros nos toca contestarla. Esta es la oración efectiva, pues es la oración que controla la obra de Dios. Cuántas son las cosas que el Señor desea hacer y, sin embargo no las lleva a cabo porque su pueblo no ora. Dios esperará hasta que los hombres se pongan de acuerdo con El, y entonces obrará. Este es un gran principio de la forma como Dios obra, y constituye uno de los principios más importantes de todos los que se encuentran en la Biblia.
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Aguas refrescantes 16 de julio
Once jornadas hay desde Horeb, camino del monte de Seir, hasta Cades-barnea. Deuteronomio, 1:2.
Cades-barnea estaba a la misma entrada de la tierra de Canaán. De manera que en sólo once días desde la par¬tida del Sinaí, los hijos de Israel podrían haber entrado en la tierra de Canaán. Sin embargo, por causa de su in¬credulidad deambularon en el desierto por treinta y ocho largos años hasta que finalmente sus descendientes entraron. ¡Cuántas vueltas habrán dado!
¿Cuántos días hemos malgastado nosotros en nuestra, peregrinación espiritual? Me temo que demasiados. Hay problemas que se podrían haber resuelto en pocos días y que, sin embargo, quedan pendientes por años y años. A! igual que los israelitas damos vueltas en el desierto, malgastando el tiempo de Dios y el nuestro. Procuremos mantener firmes la confianza inicial en El hasta el fin. Sus caminos son rectos. El nos ha prometido un reposo para que entremos en el.
Watchman Nee
Jesús es el Señor! – Jesus is Lord – Jesus ist der Herr – Yeshua adonai – Gesù è il Signore – Jésus est Seigneur – Ιησους ειναι ο Λορδος – Иисус – Господь – يسوع هو الرب – 耶稣是主 – 主イエスは – Jesus é o Senhor – Jesus är lorden
Literatura disponible en:
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