Dios Pelea por Nosotros


Lectura del día:        Deut. 19:1 – 22:30
Verso Central   Deuteronomio 20:1
«Cuando salgas a pelear contra tus enemigos y veas un ejército superior al tuyo,  con muchos caballos y carros de guerra,  no les temas,  porque el Señor tu Dios,  que te sacó de Egipto,  estará contigo. (NVI)
El saber que Dios pelea por nosotros nos lleva a vivir confiados. Cuando enfrentemos los problemas o circunstancias adversas en la vida no dejemos que el temor nos domine, por el contrario,enfréntanosles con la seguridad de que Dios no solamente está con nosotros, pero además pelea por nosotros. De seguro que los hijos de Israel tenían temor en su corazón acerca de la conquista que tenían por delante. Israel no era una nación acostumbrada a la guerra. Su antigua vida había sido la de esclavos, que estaban acostumbrados a obedecer las órdenes de sus amos. Los judíos que estaban a punto de entrar a la tierra prometida, eran los hijos de aquellos esclavos y su única experiencia había sido la de crecer en el desierto, en camino a la tierra prometida. Hasta ese momento en sus vidas no conocían la guerra, ni eran una nación históricamente bélica. En sus mentes había muchas preguntas, temor, y de seguro hasta terror ante las batallas que estaba por delante; ¿Cómo tomarían las ciudades? ¿Qué pasaría cuando enfrentaran pueblos con ejércitos más poderosos que ellos? Pensaban en las armas de sus enemigos, y de que la mayoría de estos pueblos estaban acostumbrados a pelear.«Cuando salgas a pelear contra tus enemigos y veas un ejército superior al tuyo,  con muchos caballos y carros de guerra,  no les temas, porque el Señor tu Dios,  que te sacó de Egipto,  estará contigo. (Deut. 20:1 NVI) Por esta razón el pueblo, antes de ir a pelear, recibía la palabra de Dios donde les recordaba que no importaba la condición de sus enemigos, ellos deberían de confiar plenamente en el Señor«El Señor tu Dios te hará entrar en la tierra que vas a poseer,  y expulsará de tu presencia a siete naciones más grandes y fuertes que tú,  que son los hititas,  los gergeseos,  los amorreos,  los cananeos,  los ferezeos,  los heveos y los jebuseos. (Deut. 7:1 NVI) Esta no era una “fe ciega”, que no veía la realidad humana de sus enemigos, por el contrario, estaban consientes de la superioridad humana y tecnológica de sus enemigos, pero la fe en Dios ve más allá de lo humano y lo posible. Dios está por encima de todas las cosasEn segundo lugar, ellos habían visto la mano poderosa de Dios pelear a su favor, «En aquel tiempo le ordené a Josué: Con tus propios ojos has visto todo lo que el Señor,  el Dios de ustedes,  ha hecho con esos dos reyes.  Y lo mismo hará con todos los reinos por dónde vas a pasar. No les tengas miedo,  que el Señor tu Dios pelea por ti. (Deut. 3:21-22 NVI) En nuestros días nosotros no enfrentamos ejércitos, ni estamos en la tarea de conquistar ciudades en el mismo sentido que los hijos de Israel estaban a punto comenzar. Pero al igual que ellos nosotros enfrentamos a situaciones, problemas, o tribulaciones, que desde nuestro punto de vista se ven igual de grandes y poderosos, que las ciudades, y los ejércitos que ellos estaban a punto de enfrentar. Nosotros, al igual que ellos nos dejamos llevar por la realidad de nuestras limitaciones humanas, y en ocasiones dudamos, o no estamos seguros de cómo podremos tener la victoria en nuestras vidas. Las palabras que Dios les dio a ellos, también son para nosotros. Cuando enfrentemos cualquier circunstancia en nuestras vidas, debemos repetirnos estas promesas que Dios le dio a los hijos de Israel, Cuando estés a punto de entrar en batalla,  el sacerdote pasará al frente y exhortará al ejército con estas palabras:  ¡Escucha,  Israel!  Hoy vas a entrar en batalla contra tus enemigos.  No te desanimes ni tengas miedo;  no te acobardes ni te llenes de pavor ante ellos, porque el Señor tu Dios está contigo;  él peleará en favor tuyo y te dará la victoria sobre tus enemigos. (Deut. 20:2-4 NVI) La palabra profética declarada por el sacerdote al pueblo de Dios tenía el efecto de producir la fe necesaria para la batalla que tenían por delante. De la misma forma nosotros debemos de mantenernos confesando las promesas de Dios en medio de cualquier circunstancia que estemos enfrentando, recordando que Dios esta nuestro lado, y que mientras obedezcamos sus mandamientos tenemos asegurada la victoria en nuestras vidas. También esto nos enseña la importancia de tener una palabra, o promesa de Dios para cada circunstancia que enfrentemos. ¡Adelante, Dios pelea por nosotros!
Oración:                                                                                                                             
  • Demos gracias a Dios porque en medio de nuestras luchas el pelea por nosotros.
  • Atesoremos, y declaremos constantemente sus promesas, porque estas nos da la fe para vencer en toda circunstancia.


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