La parábola de Lucas 18 (parte 6 de 6)

La parábola de Lucas 18 (parte 6 de 6)
Obremos unidos a Dios
A menudo pensamos que Dios hace todas las cosas de acuerdo a su voluntad. Sin duda que es así. Sin embargo, es sólo un lado de la verdad, no toda la verdad. Dios obra de acuerdo a su voluntad, éste es ciertamente su principio; pero cuando Dios comienza a obrar, espera siempre antes de hacer algo, a que sus hijos expresen su conformidad con su voluntad por medio de la oración.
Cómo necesita Dios que los hombres obren unidos a El. El Señor tiene ciertamente su propia voluntad, pero quiere que los hombres pidan de acuerdo a la voluntad divina. Entonces El llevará a cabo rápidamente la obra que El ha determinado. Sin la oración de sus hijos, que indica que ellos obran unidos al Señor, El solo no hará lo que desea hacer. La intención de Dios es destruir al diablo. Su voluntad es sin duda hacer justicia a los creyentes. Sin embargo, el Señor espera las oraciones de sus hijos. Así como el juez de la parábola no habría hecho justicia a la viuda si ésta no hubiera venido a insistir por su causa, así hoy Dios no hará justicia rápidamente a los creyentes si no oran contra Satanás. No sabemos exactamente por qué esto es así, pero sí sabemos lo mucho que a Dios le gusta que su pueblo obre unido a El. Naturalmente, la acusación debe basarse en hechos. Pero como los creyentes son indiscutiblemente hostigados por Satanás, pueden acusarlo ante Dios del mal trato que han recibido. Y esto traerá la muerte de Satanás.
Los últimos días
Cuando el Señor Jesús terminó de decir esta parábola, concluyó con esta pregunta final: «Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?» A juzgar por estas palabras, parece como si en el tiempo de su pronta venida, habrá una gran falta de esta clase de oración entre su propio pueblo. Y no hacen esta oración porque no tienen fe. Piensan que arrojar a Satanás del cielo al abismo sin fondo y luego al lago de fuego es algo demasiado grande y demasiado difícil. Puesto que la promesa de que «el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies» (Romanos 16:20) todavía ha de cumplirse después de veinte siglos, ¿cómo voy yo a esperar que Dios vaya a acabar con Satanás a causa de mi oración? Lo que el Señor Jesús quiere decir con sus palabras es que en el tiempo de su inminente retorno, a la gente le faltará fe para orar respecto de este asunto. Sin embargo, los últimos días son el tiempo cuando debemos orar así. ¿Podemos ser nosotros los pocos fieles creyentes que en los días en que esta oración hace tanta falta, ofrezcamos oraciones contra el diablo para hacerle perder ventaja y poder? Sabemos que en los últimos días Satanás y sus espíritus malignos estarán excepcionalmente activos en sus obras. Por lo tanto, hemos de orar más que nunca contra él y derrocar su gobierno.
Hablando con toda verdad, no hay obra más grande que los hijos de Dios puedan hacer hoy que esta obra. ¿Quién esta dispuesto a orar contra Satanás por la gloria de Dios y por su propio bien?
«Disputa, oh Jehová, con los que contra mí contienden; pelea contra los que me combaten. Echa mano al escudo y al pavés, y levántate en mi ayuda. Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: Yo soy tu salvación. Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal intentan. Sean como el tamo delante del viento, y el ángel de Jehová los acose. Sea su camino tenebroso y resbaladizo, y el ángel de Jehová los persiga. Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo; sin causa cavaron hoyo para mi alma… Muévete y despierta para hacerme justicia, Dios mío y Señor mío, para defender mi causa» (Salmo 35:1-7, 23).
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Aguas refrescantes 29 de julio
Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. Apocalipsis 7:17.
Me deleito en gran manera en la Nueva Jerusalén, no porque tenga calles de oro puro y doce puertas de perlas, sino por la presencia del Señor y la ausencia de lágrimas. Podremos morir y descansar en Cristo, pero no sólo aguar¬damos la muerte sino el día en que el mundo no llorará más.
La Nueva Jerusalén viene pronto y este mundo lleno de lágrimas pasará al instante. En ese día el Señor nos dará un cuerpo de resurrección. Creo que ese cuerpo será similar al que tenemos hoy, con todos los diferentes miembros que ahora tiene, pero será un cuerpo transformado. En este cuerpo transformado faltará una cosa las lágrimas en los ojos. El Señor ha llevado nuestro dolor para que nosotros no suframos nuevamente en el futuro. Demos gracias a Dios por la perspectiva de una eternidad sin lágrimas.
Watchman Nee
Jesús es el Señor! – Jesus is Lord – Jesus ist der Herr – Yeshua adonai – Gesù è il Signore – Jésus est Seigneur – Ιησους ειναι ο Λορδος – Иисус – Господь – يسوع هو الرب – 耶稣是主 – 主イエスは – Jesus é o Senhor – Jesus är lorden
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