*** La Vida Liberada ***

Siglos antes de que Cristo naciera, Isaías profetizó que Dios
enviaría un liberador el cual libraría a toda la humanidad.
Jesús mismo se puso de pié en una sinagoga un sábado
y recordó al mundo de ésta profecía:

“Y habiendo abierto el libro [Jesús], halló el lugar donde está escrito
[por Isaías]: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido
para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los

quebrantados de corazón,
a pregonar libertad a los cautivos
y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos…
Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros”

(Lucas 4:17-21).

Jesús le estaba diciendo a todo el mundo, “Mi misión en la tierra es
liberar cada vida oprimida.” Liberar significa poner en libertad a todos los
presos; soltar a todos los que están esclavizados; quitar todo lo que oprime.
Si usted cree que Cristo está diciendo la verdad, entonces usted debe creer
que él está diciéndole a usted y a mí, “Yo he sido enviado a liberar tu
vida, a soltarte de todas tus opresiones y esclavitudes. He venido a poner

a tu espíritu en libertad.”

Pablo también predicó que Cristo vino a llamar a cada creyente a una vida
liberada. “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres
y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud” (Gálatas 5:1).

Pablo predicó acerca de “la libertad gloriosa de los hijos de Dios”
(Romanos 8:21).

Si Cristo vino a liberarnos de una vida miserable, ¿por qué seguimos viviendo
de la misma manera miserable? Pensamos que una vida totalmente libre de temores y culpas es demasiado increíble.
No podemos imaginarnos una vida con 24 horas
al día de paz y descanso – una vida sin la carga pesada de la condenación o
depresión – una vida en la presencia de un Salvador amoroso, tierno,
cuidadoso de todas nuestras necesidades.

Esto tal vez parezca demasiado bueno para ser verdad, pero ésta es exactamente
la clase de vida liberada que Cristo quiere que cada uno de sus hijos disfrute.
No sólo unos cuantos de sus hijos – ¡sino todos! ¡Esta vida no es sólo
para aquellos que logran abrir algún “código teológico”, sino que es
para todos aquellos que simplemente confían en que Jesús la da!

Fuente : David Wilkerson

LIBERACION DE UN CAUTIVO

Las lágrimas corrían libremente por el rostro de un anciano mientras
trataba de desatar el nudo de un cordón
que tenía alrededor del cuello, en el que tenía

colgado un pequeño saco.


El nudo estaba sucio, y lleno de tierra.
El ancianotenía la cabeza doblada como si llevara un gran peso sobre
la espalda, su cuerpo temblaba
y el temor de lo desconocido se reflejaba en sus ojos.
Este hombre era Sampashe, jefe africano.
“No debes confiar en dioses paganos”,
le habían dicho, pero el conflicto de siglos de
tinieblas y temor se había posesionado de él.
¿Qué calamidades le sobrevendrían si se quitaba este amuleto?
¿No podría conservar por lo menoséste?
“No”, le dijeron, si realmente crees en el amor
y en el poder de Jesús,debes poner tu confianza solamente en él.
”Parado junto al anciano, en silencio y comprensivo sonriendo para
infundirle

ánimo y confianza estaba el misionero.


Sampashe levantó las manos, pero el viejo nudo no podía deshacerse,
pues había estado atado por tantos años queestaba completamente sólido.
El terror se apoderó del corazón de Sampashe.
Miró el rostro del misionero yentonces hizo la primera oración de su vida,
la cual era un grito en el que pedía auxilio, misericordia y amor.
El nudo se aflojó, y a medida que el cordón sedeslizaba del arrugado
cuello del anciano,
también una carga pesada caía de su corazón.
Alzando el rostro lleno de lágrimas, Sampashe sonrió triunfante
y tomó la mano del misionero en señal de fraternidad cristiana.

—Lois Morrison.

Así que, si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres.
Juan 8:36



Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.