Filipenses 2:5-8
2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
REFLEXIÓN
Que nuestra mente no se llene de orgullo ni de altivez, mas presentemonos siempres con corazón humilde, no importa el puesto que tengamos no debemos creernos más que los demás, mucho menos pretender ser más o iguales a Dios, aunque tengamos cosas que Dios ha puesto en nosotros, seamos pasivos con lo que tenemos, no importa si somos ayudantes aunque nuestro puesto sea de ser el jefe.
Seamos como Cristo nos mostró, el se humillo sufrió más que nadie y soporto los actos de verguenza siendo crucificado, cuando la crucifixión era el peor de los castigos en esos tiempos, le pusieron corona de espinas para humillarlo y aún así su corazón fue compasivo, sin embargo pidió a Dios que tuviera misericordia de ellos, porque no sabían lo que hacían.
Cuan grande es Dios y teniendo tal autoridad no le importo humillarse y pasar todo lo que paso, sólo para mostrarnos como vivir. ¿quieres vivir como Cristo?
Di: Señor dame un corazón como el tuyo, porque ciertamente tu misericordia y tu amor es grande hacia nosotros, diste tu vida por mi aunque te he fallado, me libraste del pecado y de las ataduras del mundo, por ello te pido enseñame a ser como TÚ, pasivo, humilde y de buen corazón y pensamiento, cambia mi naturaleza humana y dame una nueva vida, vida que no sólo tú puedes dar. guardame y protegueme, se TÚ sobre mí.
AMÉN
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