El Libre Albedrío

El libre albedrío < ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />

Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios” (Eclesiastés 11:9).

Dios ha diseñado un plan perfecto, no existe nada que sobresalga por encima de la autoridad divina, la soberanía de Dios es imposible de negar.

Dentro del plan de Dios y creo que una de las cosas mas hermosas creadas por él esta el derecho de libre voluntad o albedrío que puso en su creación conciente.

¿Qué es el libre albedrío?

Como la libertad, no debe confundirse con libertinaje, que representa un estado desordenado de la libertad; el libre albedrío es la libertad plena que tiene el ser humano para decidir cosas. El que un individuo haga lo que se antoje sin importar las consecuencias eso no es libre albedrío, sino desorden.
Cuando Dios creó al hombre le estableció normas de vida correctas, existe un orden para cada cosa y la misma razón lo determina.

Aspectos que convergen dentro del libre albedrío, estaré citando cuatro de ellos:

1- La libertad para escoger: “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quien sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres; cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuyas tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová” (Josué 24:15).
El mismo Jesús en su ministerio terrenal tuvo siempre el libre albedrío: “diciendo: Padre, si quieres, pasa de mi esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42).

2- El hombre tiene poder de decisiones: “Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 16:25).
Todo ser humano tiene facultad de razonamiento: “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallareis descanso par vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos” (Jeremías 6:16).

3- La oferta de Dios.
Y a este pueblo dirás: Así ha dicho Jehová: He aquí pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte” (Jeremías 21:8).
El ofrecimiento de Dios conlleva una actitud voluntaria y espontánea del ser humano: “He aquí yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).

4- La voluntad de Dios.
Es el propósito de Dios que el hombre alcance sus caminos: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová” (Isaías 55:8).
El llamado es claro y especifico: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mateo 16:24).

Un caso donde pareciera como que no existe libre albedrío, es el que aparece en Romanos capitulo nueve.
Lo primero es que esta porción no se trata de individuos sino de naciones, este es el contexto en el cual se desarrolla todo el pasaje.
-Jacob elegido y Esaú desechado (versos 10-14).
-No depende del esfuerzo humano (versos 15-16).
– La mención de Faraón es la mejor demostración del libre albedrío (versos 17-18).
-¿Quién puede resistir la voluntad de Dios? “Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? Porque ¿quién ha resistido a su voluntad?” (verso 19).


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.