Mateo 26:47-50
Pr. David Rodriguez
Todavía estaba hablando Jesús cuando llegó Judas, uno de los doce. Lo acompañaba una gran turba armada con espadas y palos, enviada por los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo.
El traidor les había dado esta contraseña: «Al que le dé un beso, ése es; arréstenlo.»
En seguida Judas se acercó a Jesús y lo saludó. —¡Rabí! —le dijo, y lo besó.
—Amigo —le replicó Jesús—, ¿a qué vienes? Entonces los hombres se acercaron y prendieron a Jesús.
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