No por casualidad Dios descansó al 7mo día de la creación; podríamos pensar erróneamente (como muchos lo hacen) que el trabajo de crear y organizar los cielos y la tierra pudo dejar exhausto a un Dios que se hace llamar el Todopoderoso, esto trae una grave contradicción ya que ciertamente El Señor no se cansa ni se agota, su fuerza y su energía son infinitas lo cual nunca cambiará; además, en la creación no vemos a Dios moviéndose o haciendo fuerza sino que lo vemos dando ordenes, solamente hablando “Sea la Luz”, “Haya lumbreras en la bóveda de los cielos…”, “Produzca la tierra seres vivientes según su especie..”, “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza…” y si usted piensa que hablar debilita no ha visto a mi esposa cuando comienza a usar su hermosa boca o a mi mamá dando ordenes, uno sabe cuando comienzan pero no sabe cuando terminan, tres horas mas tarde se ven tan rozagantes como al principio de su corto y pequeño resumen de tareas.
Los hombres ocupados no tienen planificado el cansancio pero se les presenta en el momento menos esperado. El cansancio no es malo, hasta Cristo se cansó, la clave es reconocerlo y buscar a tiempo el lugar donde conseguir un descanso seguro. No es bueno descansar en cualquier parte y con cualquiera. ¿Conocen la historia de Sansón? Los superhéroes de hollywood se quedan pequeños ante él, nada podía detenerlo, en un día con el esqueleto de la mandíbula de un asno mató a mil filisteos, pero al igual que a todos, debido a las responsabilidades de la vida le llegó el momento del cansancio y buscó descanso en los brazos de Dalila lo cual desencadenó su caída y al final la muerte. El pecado de Sansón no fue cansarse sino buscar reposo en el lugar equivocado.
Quiero que comprenda que SI existe el descanso. Es algo más que sentarse o dormir; es paz y tranquilidad. Es la respiración armoniosa y serena de un bebé, seguro en los brazos de quien le dio la vida. Nació naturalmente de su madre, pero fue en el Espíritu Santo donde nació espiritualmente, de esos brazos recibió la vida y es allí, en su presencia, donde debe regresar a buscar descanso y paz. El único lugar donde puede apoyar seguro su cabeza es en la voluntad de Dios. Sansón estaba ungido pero fracasó al no presentarle al Señor sus problemas. Siempre fracasaremos sino regresamos a Dios en busca de ayuda. ¡Tómese tiempo para estar a solas en la refrescante presencia del Señor! «Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.» (Filipenses 4:7)
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