Los Tres Estados del Amor

matrimonio duradero

por Alexandra Katehakis

De acuerdo con las investigaciones, sabemos que existen tres estados del amor en general, las cuales son:

  1. Lujuria, o deseo sexual, que nos prepara para el apareamiento.
  2. El amor romántico que nos mueve durante la etapa de elección de pareja, para una unión más duradera.
  3. Los vínculos a largo plazo, que permiten a una pareja comprometerse conforme pasa el tiempo para criar a los niños, conforme pasa el tiempo.  En esta etapa se manifiestan sentimientos de calma y seguridad.

(Para un mejor entendimiento de estas etapas, podemos citar el libro de Helen Fisher: “Why we love: The Nature and Chemistry of Romantic Love” – ¿Por qué amamos?: La naturaleza y la química del amor romántico.)

Estos estados del amor son independientes entre sí, pero pueden existir simultáneamente. El consenso es que el amor está hecho a base de química, y durante la fase del amor romántico, muchas hormonas cerebrales causan que las personas se comporten de formas inusuales y que tengan pensamientos obsesivos. Desde este punto de vista, el amor es una cascada química que crea estados de ánimo. Sin embargo, nuestra crianza cultural y social también da forma a nuestras preferencias sexuales y niveles de satisfacción. Saber que los seres humanos están conectados por el amor permite a un adicto sexual, en estado de sobriedad, desarrollar un enfoque acerca de la intimidad con sentido común y conectado con la realidad.

Es por eso que la intensidad del sexo que experimentamos a nuestros veintes, cambia con el tiempo.  Nuestras hormonas y otros factores bioquímicos cambian, y también lo hace nuestro apego relacional hacia el sexo y hacia una pareja.  Conforme envejecemos, tendemos a deleitarnos primero en  la sensación de seguridad y luego le añadimos la emoción que el sexo trae a la relación. Siguiendo con las tres etapas del amor de Helen Fisher, vemos que cuando los niveles de estrógeno y testosterona aumentan durante la adolescencia, comenzamos a buscar una pareja.  El deseo sexual nos mantiene en constante búsqueda, estimulando nuestro atractivo sexual hacia parejas potenciales, mediante liberación de feromonas, atractivo visual y condicionamiento social.

El romance se vuelve verdadero dentro de nuestros cuerpos a medida que nos volvemos miopes a otras parejas potenciales, y nos fijamos en una sola persona, quien ahora parece ser “el/la indicado(a)”.  Tener una vida sexual activa, además de pasar tiempo conversando y cuidándose mutuamente, afianza la química del placer que los une. Como resultado, la base para la intimidad crece. Debido a que los adictos al sexo sufren de lo que el Dr. Patrick Carnes llama un ‘trastorno de cortejo”, a menudo se quedan atascados en esa fase adolescente de lujuria. El proceso de recuperación lucha para ir más allá de la atracción temporal de la lujuria, trabajando por llegar a la etapa de la “vinculación”.

Tener como meta llegar a una vinculación con una sola pareja, demuestra un compromiso por formar una relación duradera.  El amor verdadero se fortalece a través de las dificultades, ya que éstas se convierten en un punto de inflexión hacia la madurez.  ¿Cómo se aplica esto a tí? Considerando que estás en una relación, tú y tu pareja han elegido esforzarse en construir las bases para  tener relaciones sexuales íntimas. A medida que encuentras significados más profundos para el amor y desarrollas una fortaleza madura, piensa en el siguiente proverbio nativo americano: “El búfalo de la pradera soporta las tormentas de nieve, no porque les dé la espalda, sino porque les da la cara”.

Durante el proceso de restauración de tu adicción sexual, tu desafío es hacer las elecciones sexuales que te lleven a una unión a largo plazo con alguien a quien ames como consecuencia de la búsqueda de amor, de conexión y de lo que el matrimonio nos ordena. Para darte un ejemplo, investigadores de la Universidad de Austin, Texas; siguieron de cerca a 168 parejas durante sus años de matrimonio; estas parejas se casaron en 1981.  ¿Qué descubrieron? Que las personas que vivieron romances cortos y se comprometieron en matrimonio durante los siguientes meses después de conocerse, tuvieron luego un porcentaje alto en separaciones tempranas, comparado con aquellas parejas que se tomaron el tiempo de cortejarse lentamente durante el tiempo en que se conocieron.  Aquellos quienes se tomaron más tiempo para conocerse mutuamente, se convirtieron en mejores candidatos para tener matrimonios de largo plazo.

Las dificultades o las aflicciones pueden hacer que las personas luchen por su relación, lo cual les puede llevar a desarrollar un amor íntimo.  De hecho, las parejas que  pasan a través del proceso de recuperación de la adicción sexual pueden ver en el otro, cualidades  que antes nunca habían visto.  Llegan a un nuevo nivel de respeto por sí mismos y por sus parejas. Y a decir verdad, ver a través del lente de respeto puede servir como un afrodisíaco que crea una intensidad tanto de deseo como de amor del uno por el otro.

Alexandra Katehakis es Terapeuta Certificada tanto en Sexualidad como en el tratamiento de la Adicción Sexual. Ayuda a individuos y parejas a recuperar su salud sexual después de pasar por adicción, trauma o ansiedad. En el Centro de Salud Sexual, Alex ha ayudado a cientos de personas para que tengan vidas satisfactorias y saludables.  Escribió La Inteligencia Erótica con el propósito de ayudar a las personas en recuperación, para que avancen hacia el erotismo sano.

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