2Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
2° Corintios 1: 2
Cuando pensamos en la misericordia usualmente pensamos en aquellos individuos a los que quisiéramos hacerles algún tipo de beneficio, pensando esto y considerando que en los días fríos las personas tienden a deprimirse, sobre todo cuando son personas mayores y que tienen poca actividad me puse esperando ser atendido en una oficina pública, a platicar con una persona mayor y me refería que en los momentos en que se siente deprimido piensa en la enorme misericordia de Dios, que le permite a pesar de su edad y de sus enfermedades estar vivo y gozar de la luz, del día, de las flores y de los pájaros que ve desde su ventana en su casa, estas tan sencillas reflexiones me llevaron a pensar en la misericordia de Dios para con sus hijos, pego una reflexión de Card J. Newman:
Deben creer que Dios es no sólo omnipotente, sino también misericordioso. La fe está fundada en el conocimiento de que Dios es omnipotente; la esperanza lo está en el conocimiento de que Dios es misericordioso. Y la presencia de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo nos mueve a esperar tanto como a creer, porque su nombre, Jesús, significa Salvador, y porque fue tan amante, dulce y bondadoso cuando estuvo en la tierra
La misericordia se diferencia de la gracia, en que la gracia considera al hombre como culpable, actuando en favor de él, a pesar su absoluta falta de méritos; en la misericordia se destaca el carácter compasivo del amor de Dios, y el énfasis de este aspecto de la actitud de Dios hacia el hombre tiene que ver con la condición mísera e impotente en que se encuentra el hombre sobre este paso de peregrino por la tierra.
De alguna manera la ICAR, ha difundido con mayor ahínco que cualquier otro culto o denominación la devoción a la misericordia infinita de Dios y considero que de esto si debemos tomar nota y aprender, sin caer en el fetichismo que de alguna manera a mí entender ha desvirtuado por parte de la ICAR esta gran devoción que podemos y agrego debemos de tener en la misericordia de Dios Todopoderoso.
La Divina Misericordia es una devoción cristiana enfocada precisamente en la misericordia de Dios y su poder, entiendo por misericordia el sentimiento de compasión hacia los sufrimientos ajenos, que inclina a ayudar o perdonar.
La entiendo en forma particular como una acción de confianza infinita en la misericordia de Dios, y la mejor prueba de esto la pasión y sacrificio de nuestro Señor Jesús, Dios y Hombre Verdadero, es el precio ya pagado por nuestros pecados y que si confiamos ciegamente en Jesús nuestro Señor y Salvador nuestros pecados nos serán perdonados, Jesús no será nuestro justo Juez sino nuestro Salvador misericordioso.
Más que una mera devoción debiera ser un género de la vida cotidiana de un cristiano.
Los primeros padres de la Iglesia tenían en muy alto concepto la misericordia de Dios y lo podemos ver en algunas reflexiones como las que copio:
La profundidad del pozo de la miseria humana es grande; y si alguno cayera allí, cae en un abismo. Sin embargo, si desde ese estado confiesa a Dios sus pecados, el pozo no cerrará su boca sobre él […]. Hermanos, hemos de temer esto grandemente […]. Desdeñada la confesión de los pecados, no habrá lugar para la misericordia (SAN AGUSTIN)
¡Qué cercano está Dios de quien confiesa su misericordia! Si; Dios no anda lejos de los contritos de corazón (SAN AGUSTÍN)
En la Biblia encontramos una multitud de versículos que hablan de la infinita misericordia de Dios
36Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. Lucas 6, 36.
3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 2 Corintios 1, 3.
Dios es rico en misericordia. Efesios 2, 4.
Dios ejercita con todos su misericordia: Romanos 11, 32.
La misericordia de Dios se derramará de generación en generación: Lucas 1, 50.
Os ruego encarecidamente, por la misericordia del Señor, que le ofrezcáis vuestros cuerpos, como una hostia viva, santa y agradable. Romanos 12, 1.
Por su misericordia Dios nos ha salvado. Tito 3, 5; I Pedro 1, 3.
Clemente y misericordioso es Jehová, lento a la ira y de muy gran piedad. Salmo 144, 8.
Pues es más grande que los cielos tu misericordia, y llega hasta las nubes tu fidelidad. Salmo 107, 35.
Tengo siempre ante mis ojos tus misericordias, y ando en tu verdad. Salmo 25, 3.
Por eso os está esperando Jehová, para haceros gracia; por eso se levanta, para tener misericordia de vosotros, que es Jehová Dios justo, y cuantos se le acogen son bienaventurados. Isaías 30, 18.
Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos. Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí. Números 14: 18 -19
Al pensar en la misericordia, indudablemente también pensamos en la obligación cristiana que tenemos de ejercer misericordia con los mas desprotegidos, no entendamos que una persona desprotegida es alguien que tiene poco dinero, alguien desprotegido es alguien que tiene carencias y estas carencias pueden ser de índole material o de índole espiritual y en cualquiera de los dos casos es una buena obra ayudar a suplir estas carencias y aquí es pertinente apuntar que de ninguna forma nuestra salvación este dada por nuestras obras, ya lo dice Efesios 2: 8-10
8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. 10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Las buena obras que hagamos son el resultado del fruto del Espíritu Santo en nuestra vida, nuestro comportamiento, respecto a los demás, en particular hacia los que sufren cualquier tipo de necesidad revelan nuestra justicia y rectitud interior.
Son los frutos que damos los que van a indicar quien es quien reina en nuestro corazón, si el que reina es Cristo en nuestro corazón tiene que reinar la misericordia, si esta no es un fruto que demos no es Cristo el que ocupa el centro de nuestro vida, seguimos siendo nosotros los egoístas en nuestra vida pecaminosa; ejercer misericordia, compasión, hacia nuestro prójimo es lo que Dios demanda de nosotros.
Lucas 6: 43, 45 43No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. 44Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. 45El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Recordemos cada uno de nosotros será recompensado como lo merezca. Mateo 25: 31 y siguientes:
31Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. 41Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 46E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
Nosotros esperamos y con razón que Dios Todopoderoso haga misericordia con nosotros, lo menos que podemos hacer nosotros es hacer misericordia con nuestro prójimo.
Isaías 30: 18 18Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él. 19Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá.
Existen en la Biblia muchas citas de la misericordia divina tengo algunas a la disposición de quien quiera conocerlas.
Reciban un cordial saludo
Gonzalo Arenas
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