Señor que cada nuevo día,
viva con la certeza de que moras en mi alma,
que Tú eres Mi Esperanza,
Mi Camino, mi Guía y Destino,
porque este Consuelo,
todo lo Calma.
No sé lo que el nuevo año me depara,
pero que dispuesta esté a aquello que me pidas,
por duro que sea,
obedecerte y darte alabanza.
Tú eres mi Esperanza,
y eso me basta,
para que sea que el mar esté en calma,
o altas olas me parezcan ahogar,
pero si Tú vas en mi barca,
todo lo Calma.
Sé Tú el timón de mi barca,
la brújula que me lleve a buen puerto,
y entonces, feliz yo contemplo:
¡Que estás en mi barca!
Eso Todo lo calma,
Esa es mi Esperanza.
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