SALMO 111. MEMORIALES

Salmo construido alrededor de las proezas del Señor que son calificadas con diferentes adjetivos a lo largo de un poema que en lengua hebrea era un acróstico, es decir, cada versículo comenzaba con una letra que permitía una lectura tanto horizontal como vertical que, naturalmente, se ha perdido con la traducción al castellano.

A mí, personalmente, me ha llamado la atención la palabra memorial. En el Antiguo Testamento vemos con mucha frecuencia como el pueblo de Israel levanta memoriales, símbolos para recordar, para celebrar y dejar constancia de la intervención del Señor en la historia del pueblo.

Esto me hacía pensar en los memoriales en mi propia vida y me hacia pensar de ello en un doble sentido: Primero, tener símbolos en mi hogar que recuerden las intervenciones del Señor en mi vida personal y familiar. Es importante tenerlos ya que nuestra memoria es efímera y, precisamente, ese es el propósito de los memoriales, no olvidarnos de lo importante.

Segundo, pensaba en que mi propia vida sea para otros un memorial de la intervención de Dios. Eso puedo hacerlo atribuyéndole públicamente al Señor el mérito y la gratitud por aquello que pasa en mi vida y la de mi familia. Los memoriales era evidentes para judíos y paganos. Eran un testimonio que Israel levantaba. Quiero que mi vida sea un testimonio levantado en medio de una generación incrédula.