Gonzalo Arenas Villanueva,
Bibliografía: Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998. Diccionario Bíblico Ilustrado Vila – Escuain Editorial Clie. ; Comentarios al Nuevo Testamento Mateo Tomo I William Vahar ay Editorial Clie. (Usando comentarios completos); apuntes personales.
El Padre Nuestro es una serie de peticiones y doxologías, (La Doxología se usa para indicar la propiedad de dar gloria a Dios que debe tener el lenguaje teológico para ser auténtico); enseñadas por Nuestro Señor Jesús a sus discípulos y registrada en los evangelios según San Mateo 6: 9-13 y según San Lucas 11:2-4
Mateo 6: 9-13
. 9Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos Amén
Lucas 11: 2 – 4
Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. 2Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 3El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 4Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.
Para esta reflexión me basaré en la versión de San Mateo.
Quizá uno de los pasajes de la Biblia que son más conocidos y sobre el que se han escrito en todos los idiomas muchos comentarios, propiamente en todos los idiomas se le conoce por sus primeras palabras: “PADRE NUESTRO”.
Desde tiempos antiguos se ha considerado la oración cristiana por excelencia.
Las palabras de Jesús han sido trasmitidas de dos formas diferentes, primero como un modelo de oración en el que después de la invocación al Padre tan grata a Nuestro Señor Jesús y tan característica del cristianismo, coloca varias peticiones y así la versión de San Mateo es más apta para una recitación comunitaria; segundo como una oración más personal como se trasmite en el evangelio de San Lucas, algo parecido a lo que hiciera Nuestro Señor en Getsemaní.
Cuando Nuestro Señor Jesús enseñó esta oración a sus discípulos lo hizo como un modelo de oración para pedir al Padre, y no enseñaba a repetir como una fórmula que tuviese una eficiencia mágica.
Nuestro Señor Jesús en su ministerio dio a conocer a Dios Todopoderoso como Padre y Padre de los discípulos en el cielo. Después de la resurrección el Señor envió este mensaje a sus discípulos a los que ahora llama “sus hermanos” Juan 20:17
Juan 20:17 17Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios
Al hablar de que es la oración por excelencia recordamos que la oración es la comunicación con Dios, siendo Dios el creador de todo lo existente no es un ser impersonal y alejado, es un Dios dispuesto a escuchar a los hombres; las oraciones y las respuestas a ellas se hallan incluidas en el plan de Dios desde el inicio de la creación.
La oración surge del corazón del hombre que en su angustia clama a Dios, que demanda la oración de todos, pero que solo admite las peticiones hechas con un corazón íntegro. Recordemos que la oración del impío es abominación a Jehová lo dice Proverbios 15:2 y 9 y Proverbios 28: 9
Proverbios 15: 2 2La lengua de los sabios adornará la sabiduría; Mas la boca de los necios hablará sandeces.
Proverbios 15: 9 9Abominación es a Jehová el camino del impío; Mas él ama al que sigue justicia.
Proverbios 28:9 9El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.
Solo aquellos que no están en pecado pueden acercarse a Dios por medio de la oración; debemos implorar el perdón y someternos a la autoridad divina y para implorar el perdón y para lograr el perdón siempre podemos arrepentirnos de todo corazón de nuestros pecados como se señala en 1° Juan 1:9
1° Juan 1:9 9Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
La oración que es la comunión del hijo de Dios con su Padre, y así podemos clamar Haba Padre como nos enseña el apóstol Pablo en Romanos 8:15.
Romanos 8:15 15Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Haba, Padre!
La oración incluye la adoración, la acción de gracias, la confesión, la petición como se señala en Nehemías 1:4-11; Daniel 9: 3-19; Filipenses 4:6.
Nehemías 1:4-11 4Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. 5Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; 6esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. 7En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo. 8Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos; 9pero si os volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré, y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre. 10Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran poder, y con tu mano poderosa. 11Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.
Daniel 9:3-19 3Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza. 4Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; 5hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. 6No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. 7Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti. 8Oh Jehová, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres; porque contra ti pecamos. 9De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado, 10y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas. 11Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos. 12Y él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y contra nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; pues nunca fue hecho debajo del cielo nada semejante a lo que se ha hecho contra Jerusalén. 13Conforme está escrito en la ley de Moisés, todo este mal vino sobre nosotros; y no hemos implorado el favor de Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad. 14Por tanto, Jehová veló sobre el mal y lo trajo sobre nosotros; porque justo es Jehová nuestro Dios en todas sus obras que ha hecho, porque no obedecimos a su voz. 15Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te hiciste renombre cual lo tienes hoy; hemos pecado, hemos hecho impíamente. 16Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro. 17Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor. 18Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias. 19Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.
La oración es derramar el corazón ante el creador y Dios Todopoderoso en su misericordia que es infinita responde mediante bendiciones. Como nos dice en el Salmo 65: 3; Salmo 147:9
Salmo 65:3 3 Las iniquidades prevalecen contra mí; Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás.
Salmo 147: 9 9Jehová guarda a los extranjeros; Al huérfano y a la viuda sostiene, Y el camino de los impíos trastorna.
Recordemos lo que Nuestro Señor, dijo a sus discípulos Todo lo que pidieres al Padre en mi Nombre lo haré así se dice en Juan 14:13.
Juan 14:13 13Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
El creyente debe estar convencido de que solo Dios sabe cuales son las consecuencias últimas, buenas o malas de una respuesta a la oración, por lo que el creyente acepta de entrada la respuesta afirmativa o negativa del Señor.
El apóstol Juan formula en 1° Juan 5:14 la doctrina de la oración.
1° Juan 5: 14 14Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
La oración siempre debe ser formulada en el Nombre de Cristo, sin Cristo ninguno de nosotros que somos pecadores podemos tener acceso a Dios Padre.
Es Cristo quien nos ha purificado de nuestros pecados con su sangre y ha hecho de nosotros reyes y sacerdotes.
La oración se dirige a Dios que es Trino y uno, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Como se explica en 2° Corintios 13: 14
2° Corintios 13:14 14La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.
La oración es ofrecida a Dios por el Espíritu Santo Como se señala en Efesios 6:17
Efesios 6:17 17Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios
Solo el Espíritu Santo sabe lo que es preciso pedir, para permanecer dentro de la línea de la voluntad se Dios; la oración que forme el Espíritu Santo en nosotros será ciertamente otorgada, siempre y cuando nada en nuestra conducta obstaculice nuestras oraciones como dice en Efesios: 6-18 .
Efesios 6:18; 18orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos
Los cristianos somos llamados a una vida de dependencia a Dios Todopoderoso, mientras nos enfrentamos en este mundo contra el Enemigo, sus huestes y sus ardides en una tremenda lucha espiritual que es cotidiana. Recordemos que la oración no debe ser nunca un intento de forzar la voluntad de Dios a nuestros deseos, sino siempre es un intento de someter nuestra voluntad a la voluntad de Dios.
En este contexto es bueno señalar la enseñanza de Jesús fue a sus y para sus discípulos, por lo tanto la oración del Padre Nuestro es una oración que no puede hacer suya mas que un discípulo de Jesús, solo uno que ha reconocido a Jesucristo como su Señor y Salvador personal puede tomar en sus labios con sentido y responsabilidad esta oración del Padre Nuestro.
Si aún no eres un discípulo de Jesús, te invito a que los seas y para esto lo que te pido es que hagas con convicción en tu corazón esta pequeña oración: Querido Señor Jesús. Sé que soy un pechador creo que tú moriste por mis pecados y resucitaste de la tumba. Ahora me alejo de mis pecados y Te invito que vengas a morar en mi corazón. Te recibo como mi Salvador personal y te sigo como mi Señor.
Con esta breve oración, si la has dicho con sinceridad y convicción eres ahora un cristiano nacido de nuevo. El siguiente paso es que leas la Biblia y que busques un lugar de sana doctrina para congregarte, en mi opinión cualquier lugar es bueno excluyendo los llamados Testigos de Jehová los Adventistas y la Iglesia de los Mormones, en cualquier duda que tengas me pongo a tus ordenes en mi correo: [email protected]
Con esto en mente vamos a analizar brevemente el orden de las peticiones de la oración del Padre Nuestro.
Las tres primeras tienen que ver con Dios y con su gloria, las tres siguientes se refieren a nuestras necesidades,
En nuestras necesidades se trata de las esenciales de la persona humana en los tiempos de presente, pasado y futuro.
Primeramente pide pan, lo que se necesita para mantener la vida y de esta manera presenta la necesidad del presente ante el Trono de Dios.
Segundo pide perdón y así trae el pasado a la presencia de Dios.
Tercero pide ayuda en la tentación, y así deja el futuro en las manos de Dios.
Nuestro Señor nos enseña en la oración del Padre Nuestro la totalidad de la vida, remitiéndola a la totalidad de Dios y a traer la totalidad de Dios a la totalidad de la vida.
Así al decir Padre Nuestro que estás en los cielos, estamos reconociendo que la palabra Padre aplicada a Dios es un breve resumen de la fe cristiana y establece las relaciones de este mundo con el mundo visible y el mundo invisible
Al hablar del mundo invisible uno de los grandes desahogos que el cristianismo .trae a su mente y al corazón es la certeza de que hay un solo Dios; en términos generales otras religiones fuera del cristianismo creen que hay innumerables dioses y que todas las fuerzas de la naturaleza tienen su propio dios, así lo señalan las religiones no cristianas a lo ancho del mundo, y esas religiones enseñan que a cada dios hay que aplacarlo, complacerlo, y darle honor en una serie de rituales, la consecuencia de esto es que en esas religiones se vive en el terror de los dioses, se está asediado y no ayudado por la religión, pues nunca se puede tener la certeza de haber hecho lo correcto para aplacar, aliviar y dar honor a cada uno de los dioses.
En contraste en el cristianismo, se descubre que el Dios al que nuestro Señor Jesucristo nos ha venido a revelar tiene el nombre y el corazón de Padre, eso transforma la relación de nosotros con Dios al que podemos considerar un verdadero Padre.
Con relación al mundo visible es fácil pensar que este mundo es hostil, hay leyes férreas del universo que quebrantamos a nuestro riesgo, hay enfermedad y muerte, pero de lo que podemos estar seguros es que no hay un dios caprichoso, celoso, iracundo, sino un Dios cuyo nombre es Padre, entonces, aunque todavía haya muchas cosas oscuras, todo es soportable porque detrás de todo está el amor de Dios.
Si creemos que Dios es Padre, esto establece nuestra relación con nuestros semejantes, pues si Dios es Padre, es el Padre de todos los seres humanos.
Al decir “que estás en los cielos”, nos referimos a la santidad de Dios, si bien Dios es nuestro Padre, esto no nos da el derecho de una excusa de sentimentalismo, permisividad, o de ligereza, Dios no es un padre permisivo, que cierra los ojos ante todos los pecados, faltas y errores, es un Dios al que debemos acercarnos con reverencia y adoración y temor de Dios (temor de Dios es igual a respeto a Dios) y admiración.
El decir “que estas en los cielos” nos recuerda el poder de Dios y en virtud de este poder sus propósitos no pueden ser frustrados o derrotados, así cuando oramos Padre nuestro que estás en los cielos recordamos siempre la santidad de Dios y el amor de Dios.
Al decir “santificado sea tu Nombre”, estamos diciendo que el nombre de Dios, se trata de una manera especial, diferente de todos los otros nombres, se da al nombre de Dios una posición totalmente única, Dios tiene un lugar único y soberano que merecen su naturaleza y su carácter y que no puede ser comparado con nada más, debemos revenciar a Dios y en la auténtica reverencia a Dios hay elementos esenciales, debemos creer en la existencia de Dios, para poder reverenciarlo debemos estar plenamente seguros de su existencia, no podemos reverenciar lo que no existe, es por esta razón entre otras que una persona que dice “no creer en Dios, o tener dudas acerca de su existencia”, no puede orar el Padre Nuestro.
Cuando decimos “Venga tu reino, hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra estamos hablando del Reino de Dios, anunciado por los profetas, es la recuperación del paraíso perdido, por la desobediencia de Adán el que se apartó en forma voluntaria de su dependencia y sometimiento al Señor, poniéndose bajo el imperio de Satanás, y es por esta usurpación que Satanás ha venido a ser el príncipe de este mundo, llegando a poseer todos los reinos y la gloria de estos en la Tierra, como se señala en Lucas 4:5-6
Lucas 4: 5-6 5Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. 6Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.
Desde el momento de la pérdida de Adán, toda la obra de Dios a lo largo de la historia tiende a la restauración del reino perdido, y a la vindicación de su justicia sobre bases perfectas e inamovibles, en el momento en que desaparece la teocracia en Israel, el Señor anuncia su restablecimiento de una manera más gloriosa, y esto es por medio de Nuestro Señor Jesucristo; desde su nacimiento Jesús es presentado como rey como se señala en Mateo 2: 1-6 y en Lucas 1: 30-33
Mateo 2: 1-6 1Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, 2diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. 3Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. 4Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. 5Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: 6 Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.
Lucas 1: 30-33 30Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 32Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Juan el Bautista y el mismo Jesús anunciaron a los judíos que el reino de los cielos se había acercado y que estaba en medio de ellos como está escrito en Mateo 3:2; Mateo 4:17; 12:28; Lucas 10:9, Lucas 17: 20-21.
Mateo 3:2 2y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado
Mateo 4: 17 17Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado
Mateo 12: 28 28Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios
Lucas 10:9 9y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.
Lucas 17: 20-21 20Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, 21ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.
Es como rey que Nuestro Señor Jesús se presenta en Jerusalén, Mateo 21: 4-9 Lucas 19:38 y en esa ocasión es rechazado en su carácter de rey por su propio pueblo Juan 18: 37; 19:15; 19: 25
Mateo 21: 4-9 4Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: 5Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga. 6Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó; 7y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. 8Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. 9Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!
Lucas 19:38 38diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!
Juan 18:37 37Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.
Juan 19:15 15Pero ellos gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícale! Pilato les dijo: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más rey que César
Habiendo sido rechazado el reino en su aspecto visible y glorioso, es retirado por ahora, Cristo ha partido para recibir su reino y volver como esta escrito en Lucas 19:12.
Lucas 19: 12 12Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver.
En la ausencia de Cristo se desarrolla el periodo de la iglesia, caracterizada por los misterios del reino de los cielos, Mateo 13:11
Mateo 13: 11 11El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado
La iglesia tiene su inicio en Pentecostés, y la entrada en el reino de Dios en forma espiritual es por el nuevo nacimiento como cristiano; como se explica en Mateo 16:28; Mateo 11:11-12; Juan 3:3, 5; Colosenses 1:12-14 ; Hechos 20:24.
Mateo 16: 28 28De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.
Mateo 11: 11-12 11De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. 12Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
Juan 3: 3 3Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Juan 3: 5 5Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Colosenses 1: 12-14 12con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados
Hechos 20: 24 24Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Las parábolas del reino ilustran la mezcla del bien y del mal que caracterizan la época presente; tomemos como ejemplo la parábola de la cizaña y el trigo Mateo 13: 24-30; 36-43.
Mateo 13: 24-30 24Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. 27Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? 28El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? 29El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.
Mateo: 13: 36-43 36Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo. 37Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 38El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. 39El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. 40De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. 41Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 43Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
Nuestro Señor Jesucristo hace una siembra en el mundo poniendo en el mundo a los hijos del reino por su parte Satanás pone entre ellos a los hijos del Maligno; en su paciencia el Señor los deja subsistir juntos hasta el momento de la siega.
Aquí debemos enfatizar que la presencia de los hijos del Maligno tiene lugar en el campo que es todo el Mundo como se señala en Mateo 13: 38 y que los hijos del Maligno no están en la iglesia, es cierto que algún momento pueden estar como lobos hambrientos disfrazados de ovejas de ahí que tenemos que estar alertas contra los saboteadores, los falsos maestros, los falsos profetas.
Recordemos que independiente de lo que se diga el Reino de Dios solo podrá ser establecido de una manera visible y con toda la autoridad por el retorno personal y en gloria de Nuestro Señor Jesús, quien es el único con la capacidad y el derecho de establecer la justicia en la Tierra, Santiago 5:7 al 12
Santiago 5:7 al 12 7Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. 9Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta. 10Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. 11He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.
Cuando oramos “hágase tu voluntad” , podemos decir “hágase tu voluntad” con un tono de resignación derrotada, porque se ha aceptado el hecho de que no se puede decir otra cosa, se puede decir porque se ha aceptado el hecho de que Dios es demasiado poderoso, y es inútil tratar e hacer otra cosa.
Se puede decir “hágase tu voluntad” con un tono de amargo resentimiento, pero también se puede decir “hágase tu voluntad” con perfecto amor y confianza, y esto lo puede decir un cristiano que está seguro de la sabiduría de Dios y de su amor.
Dios nos ama tanto que como dice el apóstol Pablo en Romanos 8:32 que entregó a su propio Hijo para la redención de nosotros los pecadores, recordemos que para ser redimidos debemos aceptar a Jesús como Nuestro Señor y Salvador.
Romanos 8:32 32El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
Si Dios entregó a su propio Hijo Unigénito por todos nosotros ¿Qué no nos dará el también con ÉL todas las cosas?
Cuando oramos y decimos “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”, ¿Qué queremos decir? se han dado muchas interpretaciones a esta pequeña frase, siendo las más populares las que asocian esta frase con la reminiscencia de la comunión con Nuestro Señor en la conmemoración de la Santa Cena, la comunión con Cristo, ya que Él mismo se llamo “pan de vida” y que así podamos alimentarnos espiritualmente en forma diaria de Él como dice en Juan 6:32-35 sin embargo otra manera de interpretar esta frase quizá mas sencilla y práctica es que Nuestro Señor nos está diciendo que solicitemos lo que necesitamos para comer durante el día, que nuestra mesa no esté vacía cuando nos sentemos juntos a comer hoy, estamos solicitando que Dios nos provea con las cosas que necesitamos para el día que tenemos por delante.
Juan 6: 32-35 32Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. 34Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás
Aquí reflexionamos que Dios cuida de nuestros cuerpos, Jesús nos lo mostró, Él en muchas ocasiones sano las enfermedades de todos los que se le presentaron y en varias ocasiones dio satisfacción al hambre física de multitudes. Esta petición nos enseña a no preocuparnos y a no estar ansiosos por el futuro distante y desconocido, debemos aprender a confiar en Dios y al mismo tiempo nosotros trabajar para lograrlo, vale la pena recordar que las promesas de Dios, siempre están condicionadas, Dios hace su parte siempre, nosotros somos los que en ocasiones fallamos en hacer nuestra parte, recordemos el viejo dicho de nuestros abuelos “a Dios rogando y con el mazo dando”.
Esta petición nos recuerda sabiamente como funciona la oración, si uno hiciera esta oración y luego se sentara tranquilamente a esperar a que el pan le cayera del cielo en las manos seguramente se moriría de hambre; la generosidad de Dios y el trabajo humano deben combinarse
Recordemos esta verdad básica Sin Dios no podemos hacer nada, y sin nuestro esfuerzo y cooperación Dios no puede hacer nada por nosotros.
Cuando oramos “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” sabemos que esta petición tiene como base la Ley, recordemos que Nuestro Señor, como judío cumplió con la Ley, y en la Ley el perdón tiene como condición que en nosotros haya también un espíritu perdonador, bajo la gracia que es como vivimos ahora como cristianos, se nos perdona por amor a Cristo y se nos exhorta a perdonar en función de que nosotros ya hemos sido perdonados.
Vale la pena recordar que la forma en que ofendemos a Dios es mediante el pecado, al hablar de pecado no estoy pensando en los grandes pecados, sean estos los que sean, de acuerdo a cada uno de nosotros estoy hablando de que los mejores cristianos pueden deslizarse al pecado cuando una situación los sorprende con la guardia baja, no digamos los cristianos de a pie que estamos todavía mas expuestos, cometemos pecado cuando sabiendo lo que debemos hacer, no lo hacemos o hacemos lo contrario como lo dice el apóstol Santiago 4:17.
Santiago 4:17 17y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado
Cuando decimos “perdónanos nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores”, en sentido literal decimos “Perdónanos nuestros pecados en la misma proporción en que nosotros perdonamos a los que han pecado contra nosotros”.
Jesús lo dice de manera mas clara posible, si nosotros perdonamos a otros, Dios nos perdonará; pero si nos negamos a perdonar a otros, Dios se negará a perdonarnos, en otras palabras si hacemos la petición con un problema sin resolver, estamos pidiendo a Dios que no nos perdone.
Recordemos que el perdón es como la paz, es uno e indivisible; si no hemos arreglado las cosas con nuestros semejantes, tampoco las podemos arreglar con Dios.
El perdón sería mas fácil si hiciéramos un esfuerzo para comprender, antes de permitirnos condenar y debemos aprender a olvidar mientras sigamos dándole vueltas al desprecio o a la ofensa, no hay esperanza de que lleguemos a perdonar, solo el espíritu purificador de Cristo puede quitar de entre nuestros recuerdos las viejas amarguras y debemos olvidar sin guardar resentimientos.
Cuando oramos “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal” recordamos que en el Nuevo Testamento la palabra tentar viene del verbo griego “peirazin” que se puede traducir de una manera más apropiada como probar, así en el Nuevo Testamento tentar a una persona no es tratar de inducirla al pecado, es probar su fuerza, y su lealtad, y su obediencia, y su habilidad para el servicio.
Podemos decir con certeza que la tentación no está diseñada para hacernos caer, sino para hacernos más fuertes y mejores personas, no para hacernos pecadores, sino para hacernos buenos, una persona tiene que ser probada hasta el límite de su resistencia antes de que Dios, pueda usarla totalmente en su servicio.
Al hablar de “líbranos del mal” no debe entenderse que seamos librados de los males físicos, se debe entender como la petición a ser librados del Maligno y recordarnos que el Maligno, el Diablo o Satanás, no es un principio abstracto o una fuerza impersonal, es un poder activo y personal en abierta oposición a Dios.
Satanás llega a representar todo lo que está en contra de la humanidad y de Dios, de este poder destructor es del que Nuestro Señor nos enseña a pedirle a Dios que nos libre.
Las tentaciones pueden tener diversos orígenes y si somos capaces de identificarlos, estaremos en mejor posición para no caer en la tentación.
Así la tentación puede venir de fuera de nosotros, ya sea por personas que son una mala influencia para nosotros, o de circunstancias que son para nosotros de mala influencia, cuanto menos estemos en contacto con estas personas o circunstancias mejor.
Uno de los trágicos hechos de la vida es que las tentaciones nos pueden venir de los que nos aman, y esas son las tentaciones más difíciles de resistir, viniendo de personas que nos quieren y que no tienen la menor intención de hacernos daño; usualmente estas tentaciones buscan impedirnos actuar conforme a los dictados de nuestra conciencia con el pretexto de aconsejar prudencia, precaución o sensatez, los enemigos de un hombre serán los de su casa como está escrito en Mateo10:36 y Marcos 3:21
Mateo 10: 36 36y los enemigos del hombre serán los de su casa
Marcos 3:21 21Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí.
Aquí vemos como la madre de Nuestro Señor y sus hermanos querían impedirle predicar y cumplir con su ministerio pensando que Jesús se había vuelto loco.
Una de las grandes defensas contra la tentación es el coraje y la entereza de ser auténticos.
La tentación no viene solo de fuera de nosotros, en los mas de los casos viene de nuestro interior, sino hubiera nada en nosotros a lo que la tentación pudiera apelar, no tendríamos posibilidad de caer, sin embargo todos tenemos un punto débil, o muchos, en mi aldea dicen todos tenemos una pata de palo, en algunos casos parecemos al gusano ciempiés de la cantidad de patas de palo que tenemos, y es precisamente a esas debilidades a las que la tentación lanza su ataque.
Recordemos que la tentación no solo se puede originar en nuestros puntos débiles, la tentación se puede originar en nuestros puntos fuertes, pocas cosas le ofrecen a la tentación, mejor ocasión que el exceso de confianza.
Ahora trataré de hablar de las defensas contra la tentación, está la defensa de la propia dignidad; ¿acaso una persona como yo va a hacer eso?, está el poder de la tradición que nos impulsa a hacer las cosas correctas, está el sentimiento de no perjudicar como consecuencia de nuestros actos a los que amamos o que nos aman o alguien cercano a nosotros ama.
Tenemos una gran defensa frente a la tentación cuando reconocemos que tenemos la constante presencia de Nuestro Señor Jesús en nuestra vida.
Recordemos que Dios Todopoderoso, nunca nos prueba más allá de lo que podemos resistir.
1° Corintios 10:13 13No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
Santiago 1:12 12Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Santiago 1:13 13Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie
2° Pedro 2:9 9sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio.
Espero que esta reflexión sea de bendición para los que la lean, ese es mi deseo y en oración lo pido a Dios Todopoderoso con la intervención de Nuestro Señor Jesucristo y la guía del Espíritu Santo.
Gonzalo Arenas Villanueva. febrero de 2011
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