• Mas yo en ti confío, oh Señor; digo: Tú eres mi Dios. – Salmo 31:14.
• Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. – Hebreos 13:8.
• Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña. – Mateo 21:28.
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«Si lo hubiese sabido, no hubiese escogido eso…». ¡Cuántas veces nos viene a la mente este pensamiento! O también: «Hubiese tenido que hacer o decir eso…».
Sin embargo, sabemos bien que no podemos rehacer nuestra vida pasada. Debemos pedir perdón a Dios y dejar nuestra vida en sus manos, mientras procuramos remediar, dentro de lo posible, los daños que hayamos causado. En cuanto a nuestro futuro, no sabemos qué sucederá, pero también podemos ponerlo en las manos de Dios. Pero el día de hoy, ¿Lo tomo como un nuevo día de gracia que deseo vivir por fe? Si simplemente confiamos en Dios, el momento presente es como una fuente reconfortante y de esperanza: es el momento de la presencia del Señor. “Yo estoy con vosotros todos los días” (Mateo 28:20), dijo Jesús a sus discípulos antes de subir al cielo; y lo repite a cada uno de los que creen en él.
Amigos creyentes, a veces hay que volver a nuestro pasado, sobre todo para ser liberados o gozar del perdón de Dios. Sin embargo, no nos dejemos encerrar en el pasado; dejémoselo a Dios con confianza. Tampoco permitamos que el miedo al futuro nos aplaste. Aprendamos a dejar todo en sus manos y a tomar cada día como un nuevo don de su amor. Hoy es el momento de hacer lo que él espera de nosotros.
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