Bástate mi gracia

 

“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré
más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de
Cristo”. 2 Corintios 12:9

 

¿Alguna vez te has encontrado pidiéndole a Dios que te cambie y
no lo ha hecho? ¿Alguna vez te has querido cambiar tu mismo y no
has podido? ¿Alguna vez te has preguntado porque Dios no te hizo
perfecto? ¿Alguna vez Dios te ha dicho <<Bástate mi
gracia>> y no has entendido? Entonces necesitas encontrarte
con la gracia de Dios.

El mensaje de la gracia está cambiando miles de vidas en el
mundo. Dios esta arrebatando del reino de las tinieblas a miles
de cristianos engañados por el mensaje de la ley. Dios mismo está
enviando a sus hijos a la universidad de la gracia. El apóstol
Pablo no fue la excepción. Oraba por enfermos, se manifestaban
milagros, había una explosión de dones y ministerios, escribió
más de las dos terceras partes del nuevo testamento. Pero cuando
él le pidió a Dios que lo perfeccionara, Dios le dijo:
<<Bástate mi gracia>>.

 

Que
significa cuando Dios te dice <<bástate mi
gracia>>

 

La palabra basta es la palabra “arkeo” en griego que significa,
suficiente, satisfecho, contento. La palabra gracia es “charis”
que significa, favor inmerecido, regalo de Dios. Entonces podemos
decir que Dios le dijo y le reafirmo tres veces: “Conténtate con
el favor inmerecido que puse en ti”, “Quédate satisfecho con los
regalos que te he dado”, “Para mi eres perfecto”. “Conténtate con
lo que eres”’ Siéntete satisfecho con lo que deposité en ti”.

Cuando tú te quieres perfeccionar muchas veces Dios te dice para
mi eres perfecto. Pero Señor es que… Dios te dice: <acéptate a
ti mismo, yo ya te acepte>. Cuando quieres cambiar muchos
rasgos de personalidad o físicos, Dios te dice “para mi eres
perfecto”, “siéntete satisfecho”. Para Dios es importante que
sepas que Dios te hizo conforme a un diseño perfecto.

Lo que no te gusta de ti Dios lo quiere usar para que el sea
glorificado. Lo que no te gusta de ti es lo que Dios diseño para
usar y que su gracia y su poder se manifiesten. Pablo estando
enfermos predicaba y mucha gente sanaba y el no. Y es que el
poder es de Dios y no de nosotros. Cuando comenzamos a ver la
gloria de Dios la tendencia humana nos dice “es que seguramente
hice algo bien”.

Cuando Dios te dice <<Bástate mi gracia>> está
haciendo que veas a Cristo en ti y no tus buenos aciertos. Cuando
te veas perfecto a ti mismo dejaras de ver a Cristo en ti. Cundo
ves los aciertos en ti, ves tú carnalidad y no la gracia de Dios.
Cuando lo que eres y lo que tienes no te satisface, no estas
viendo la gracia de Dios. Cuando lo que eres y lo que tienes no
te hace estar contento a pesar de tus fallas, no estás viendo la
gracia de Dios.   

    

Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en
la debilidad.

 

Que la gracia sea suficiente significa que no nos enfoquemos en
nuestra debilidad, si no en su poder. Pero estando consientes de
nuestras debilidades. ¿Cómo es eso? Normalmente nos enfocamos en
las debilidades. La debilidad es exactamente lo contrario a
poder. Muchos de nosotros nos enfocamos en lo que no podemos. Y
eso nos estanca en la vida sin poder avanzar. Esto no significa
que ignores tus debilidades, al contario debes saber
perfectamente tus debilidades para que Dios te use con poder y la
gloria se apara Dios y no para ti.

En otras palabras el poder de Dios se complementa con tus
debilidades. En una ocasión los Pablo les escribe fuete a los
Gálatas:

 

“¿Tan torpes son? Después de haber comenzado con el
Espíritu, ¿pretenden ahora perfeccionarse con esfuerzos humanos?.
Gálatas 3:3

 

Existe una tendencia tan fuerte en los humanos en perfeccionarnos
que no dejamos obrar a Dios. Esto se convierte en una lucha de
esfuerzos que termina por agotarnos. Cuando sientas que debes
trabajar en tu debilidad déjasela a Dios y concéntrate en la
gracia de Dios. Deja que el poder de Dios obre en tu debilidad.
Conoce tu debilidad para que Dios se manifieste con poder, pero
permite que Dios tome tu debilidad. Tal vez no lo entiendas. Ta
vez no te aceptes, termina por aceptarlo y saber que para Dios es
suficiente la gracia que depositó en ti.

 

No estoy hablando de cambiar tus malos hábitos y tus malas
costumbres, estoy hablando de las cosas que has luchado y rogado
a Dios y no has podido superar. Así que no te abrigues y
justifiques tu pecado y digas que es tu debilidad. Lo que estoy
diciendo es que ya no luches con tus propias fuerzas si no que
lucha con la fuerza del Espíritu. Si Dios te dice sigue luchando,
pues sigue luchando, pero si Dios et dice bástate mi gracia,
entonces deja que el poder de Dios se manifieste.

   “Y me ha dicho: Bástate mi gracia;
porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de
buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que
repose sobre mí el poder de Cristo”. 2 Corintios
12:9

 

 Pablo entendió que por su debilidad se manifestaba el poder
de Dios. Es decir estando consiente que él no producía milagros,
que no podía hacer la obra de Dios, que él no podía ni con el
mismo. Ahora bien no estoy alentando el pecado ni tampoco quiere
que a tus pecados les llames debilidad. Dios sabe cuando has
intentado cambiar y luchar y no has podido, esa es una debilidad.
Has pedido, has luchado, has intentado y no has podido. ¡Esa es
una debilidad!. Entendido esto dijo Pablo ahora me enorgullece mi
debilidad, para que Dios se manifieste en mi. ¡Para que se
establezca en mí el poder de Dios!  

   

“Para que repose sobre mí el poder de
Cristo”

Ahora gracias a Cristo la debilidad y el poder pueden vivir
juntos en nuestro cuerpo. Ahora podemos vivir consientes de
nuestras debilidades y flaquezas pero consientes del poder de
Dios que mora en nosotros.

 

Dios nunca dijo que no luchemos ni que tampoco trabajemos, sino
que luchemos con sus armas y trabajemos con sus fuerzas.

 

“Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este
sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de
iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”. 2 Timoteo
2:19

 

La palabra de Dios es clara, su poder comienza donde termina mi
debilidad. Dios no solapa el pecado ni alienta la complacencia en
el pecado. Es en las cosas que yo no puedo hacer que Dios
demuestra su poder. Dios no puede ser burlado si siembras para la
carne segaras corrupción.

Su poder perfecciona o complementa tu debilidad mas no solapa el
pecado. Si tú consientes o permites el pecado entonces el poder
de Dios no se puede manifestar y eso es muy diferente. El poder
reside en aquellos que han rendido su vida a Cristo y han
entregado sus debilidades a él.

 

Rinde toda tu vida a Cristo, todas tus debilidades, todo lo que
no has podido vencer, todo lo que te aparta de la bendición.
Rinde todo aquello que con esfuerzos humanos no has podido
cambiar de tu vida, todo hábito pecaminoso, todo hábito de
pensamiento, toda debilidad de carácter. Ríndelo al Señor.
Entonces estás listo(a) para que se manifieste en ti el poder de
Dios.

 

Comienza a caminar más en la gracia que el poder de tus fuerzas,
comienza hoy a caminar en el poder de Dios más que en tus éxitos.
Comienza a caminar mas dependiendo de la gracia que lamentándote
por tus debilidades.

¡Que la gracia reine en tu vida!

 

Bendiciones

 

Abdiel Salas

[email protected]

 

Leer Bástate mi gracia en Blog Cristiano de Abdiel Salas


Comentarios

Una respuesta a «Bástate mi gracia»

  1. es una gran bendicion esta palabra

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.